Todos sabemos que la principal prioridad empresarial es innovar, por qué
el dilema es muy simple: innova o muere. Pero, no se innova en innovar.
Cada día en nuestras empresas podemos apreciar como la cultura se
desayuna los bienintencionados discursos y procesos que los altos directivos
han puesto en marcha para innovar. O cómo los procesos de innovación en
su funcionamiento afectan de forma muy pobre en la Capacidad Innovadora de la
empresa, por qué los procesos de innovación van por un lado y la innovación
real por otro ¿Reinventamos la innovación?
Olvidémonos de lo que conocíamos de la innovación no por que no sea
útil, sino por qué claramente es insuficiente. La innovación no es tanto
un proceso o conjunto de tareas ordenadas como una estructura neuronal compleja
de aprendizaje y conversaciones que forma parte de la cultura de la empresa.
¿Qué se entiende por innovación?
Ya entendimos que la innovación no era hablar de nuevos productos,
sino que era explotar bien ideas pues tal como nos decía la tercera
edición del Manual de Oslo, había cuatro tipos de innovaciones: de producto, de
proceso, marketing/comercial y organizativa.
Hemos ampliado el objeto de la innovación, pero, no hemos entendido
cual es el funcionamiento del proceso de innovación ya sea para la innovación
continua o la radical. Se ha hablado mucho de empuje de la tecnología, de
empuje de la demanda, se hablado mucho de la innovación en laboratorio, de la
I+D, de la innovación basada en el empleado y en sistemas Funnel, las empresas
han aprendido a desplegar procesos, responsables y sistemas que sistematicen
estos procesos…. Y más recientemente se ha empezado a hablar más de otras
modalidades de innovación cómo la Hibridación, el Design Thinking o la
Innovación abierta…. Pero, la Cultura se desayuna con más o menos esfuerzo este
tipo de procesos,… y difícilmente ocupan el lugar estratégico que deberían
ocupar, para desesperación de los que lo impulsaron.
Se habla mucho y muy bien de la innovación pero en las empresas en un
asunto irrelevante. Por ello muchos directivos y empleados piensan que es un
concepto vacío de impacto organizativo, pero no lo declaran por qué en fondo
saben que su supervivencia depende de ello y en silencio se plantean ¿Si el
proceso de innovación no funciona como podemos hablar de innovación?. ¿Cómo es
que algunas áreas organizativas o empresas más innovadoras lo hacen sin modelos
de innovación? Y algunos de ellos concluyen que las empresas innovan al
margen o a pesar de los procesos de innovación.
Sobre la complejidad de la
innovación: la organización neuronal
Los modelos lineales (el impulso tecnológico, el tirón de la demanda,…)
o incluso los denominados modelos mixtos están bien para hacer clases en la universidad
o quizás para explicar parte de lo que pasa en alguna industria, pero son
difíciles que puedan ser explicativos del día a día de la mayoría de nuestras
empresas y de su actividad innovadora
Pero debemos de dejar de concebir la innovación sólo cómo procesos que
se caracterizan por ser secuenciales y ordenados que afectan a unas pocas personas:
innovar es un proceso de gestión de talento en red que afecta a toda la
empresa.
Debemos entender que el proceso creativo, el proceso de innovación y los
procesos de gestión del talento están confusamente relacionados, debemos
entender que el éxito “innovador” depende de variables que potencian la
inteligencia colectiva y capacidad de aprendizaje de la organización y que esto
depende más de los estilos de liderazgo transformador, del intraemprendimiento
de las personas que la componen y del modelo cultural que del
procedimiento o del software que escojamos para potenciar la innovación.
Debemos entender que la Capacidad Innovadora real de nuestra empresa es “otra
cosa” lejana y mucho más compleja que los procesos de innovación que hemos
implantado describen y que en algunas ocasiones más que ayudar la perjudican
(pues señalan a unos pocos como responsables de la innovación)
La inteligencia colectiva y el aprendizaje colectivo que crean la
innovación es fruto de la conexión, la colaboración y de
las conversaciones que se producen en la red interna y externa (innovación
abierta). Debemos concebir los procesos de innovación cómo procesos
neuronales de gestión de talento y debemos gestionar la innovación mediante
arquitecturas de redes de tipo cultural mediante la interconexión de
nodos son capaces de conseguir la inteligencia, el aprendizaje y finalmente
innovación.
Aprender como innovar: Los cuatro
pilares
Construir una empresa con Capacidad Innovadora consiste en potenciar
cuatro pilares fundamentales:
1. Liderazgo Transformador: Los líderes con sus estilos de gestión son los que
crean la Cultura innovadora, los que provocan que se innove en el día a día,
los que aseguran que el talento de cada uno de los empleados está dirigido no
sólo a conseguir los resultados sino también a crear y mejorar nuevas formas de
hacer las cosas.
Estos directivos son los que impulsan a los intraemprendedores que
son potencian la innovación disruptiva en el día a día y potencian
actitudes de mejora en todos los empleados, todos ellos los verdaderos
protagonistas de la innovación.
A menudo sabemos que sólo con el hecho de contratar líderes innovadores,
especialmente altos directivos, las empresas son innovadoras, pues la
innovación es inherente al liderazgo y se expande como un virus. El líder
transformador crea cultura innovadora.
2. Cultura Innovadora: la cultura son conversaciones y un clima
emocional que crea las condiciones para que los “nodos” intercambien ideas y
aprendizaje, para que la que la innovación sea posible. La innovación
empresarial es sobretodo un tipo de Cultura que genera innovación. Tener
culturas innovadoras implica que la innovación se produzca por todos los componentes
de la organización sin necesidad de planificar. La cultura innovadora genera
comportamientos innovadores y valores organizativos que facilitan la
creatividad y la innovación. Estos comportamientos los podemos señalar, medir y
sistematizar, los podemos promover y asegurarnos que son conocidos por todos, o
podemos dejar que permanezcan .
Las empresas con Cultura Innovadoras buscan sus propios sistemas o
procedimientos para cambiar, adaptarse e innovar, aunque también pueden tener
Procesos de Innovación más estandarizadas cómo los que vamos a explicar
acontinuación, pero en cualquier caso acaban innovando.
3. Procesos de Innovación: Aquí entrarían todas las herramientas y
técnicas que las empresas utilizan específicamente para innovar que van desde herramientas
de generación de creatividad (benchmarking, plataformas de conversación con
clientes, socios/proveedores,…), herramientas creativas donde se producen
inventarios de ideas/ proyectos las ideas (Funnel sistemas presupuestarios con
ROI,..), cómo se gestiona el proceso de Gestión del cambio o innovador (7
herramientas de innovación, Design Thinking…), como se estructura y organiza
(los responsables de proyectos de innovación disruptiva o continua) o cómo se
mide y cuáles son las métricas de la innovación. Aquí podríamos incluir
otros aspectos como los relacionados con el I+D o con sistemas de gestión como
el Lean,…
Cada proceso debe estar adaptado a las necesidades de cada área
organizativa y de cada organización debe elegir bien las herramientas/procesos
aspecto clave para el éxito.
4. Sistemas de Gestión en Red 2.0.: Por su importancia nosotros hemos preferido
separar los procesos de Gestión de Talento en Red de los Procesos de
Innovación, pues creemos que es una nueva forma de entender y gestionar el
talento y la organización que provoca cultura innovadora, aunque el objetivo
pueda no ser la innovación.
Así por ejemplo las comunidades participativas cuyo objetivo es
básicamente comunicativo o las comunidades de aprendizaje/práctica cuyo objetivo
es el aprendizaje son comunidades aparentemente apartadas del proceso innovador
pero que en realidad en la medida que generan intercambio de ideas y prácticas
y crean inteligencia colectiva y aprendizaje organizativos son elementos
fundamentales de la Cultura Innovadora y de la nueva forma de entender la
organización del Siglo XXI y de entender la innovación.
Aunque aparentemente no hay modelo secuencial donde este tipo de gestión
en red conduzca a la innovación ya sabemos de la complejidad de la innovación que
actúa más cómo un modelo neuronal complejo que afecta a la cultura y finalmente
a los resultados y al día a día de la organización. No obstante podemos y
debemos configurar y reconducir estas redes para asegurar el proceso creativo e
innovador, mediante comunidades creativas, de mejora o de innovación.
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