Para ser un buen líder, es
necesaria todo tipo de formación, cuanto más mejor, teniendo en cuenta la
competencia que hay hoy en día en el mercado. Siempre se ha escuchado debatir
acerca de si un líder ya nace como tal, o si eso se aprende. Pues bien, la
realidad es que nadie nace como nada, sino que hay personas que tienen
diversas cualidades que favorecen al desarrollo y al aprendizaje para
convertirse uno en líder.
Por estas características
personales, el líder juega un papel fundamental en la empresa pues se
encarga de motivar a los trabajadores y enfocar el esfuerzo a unos objetivos.
Analicemos más detenidamente: ¿Qué cualidades se necesitan?
Para las responsabilidades del puesto
es muy importante, por ejemplo, la comunicación y la forma de actuar en
cuanto a toda la plantilla, pues son factores muy importantes que un jefe debe
manejar, ya que influye notablemente en el personal de la empresa y en la
persecución de los objetivos de ésta.
Ha de transmitir confianza, a la vez que
respeto, pero siempre garantizando la tranquilidad de los empleados para poder
comunicar y expresar al jefe cualquier duda. Así, un buen jefe ha de saber
guiar a los que llevan tus proyectos para poder lograr su éxito, además de
intentar ser un ejemplo a seguir. Para ello, este tipo de personas ha de tener
claro los requisitos de los clientes, por ejemplo, lo que necesitan los
empleados, cuáles son los retos de la compañía, entender la situación de la
empresa y los riesgos, etc.
Si los trabajadores tienen claros los objetivos, no tienen miedo a poder hablar con sus superiores, se sienten motivados y confían en el papel y las directrices del líder para seguir el proyecto, sus esfuerzos se multiplicarán y darán lo mejor de ellos.
Por lo tanto, ser un buen líder consiste en muchos factores, esto es: en primer lugar, has de tener las ganas de mejorar y ser un buen jefe, enfocar tu esfuerzo en aprender y desarrollar tus cualidades y conocimientos, así como aprender a gestionar tu tiempo e intentar organizar el trabajo con tal de seguir un orden y no ver la meta como algo demasiado lejano o difícil. Si realmente deseas llegar a ser un buen líder, o bien lo eres pero quieres mejorar, cuanto antes empieces mucho mejor. Así que, para ello, lo principal es intentar controlar tus emociones y sentirte seguro de ti mismo para poder transmitir esa confianza, escuchar siempre a los demás e intentar tener una mente abierta y poder captar nuevas ideas, puntos de vista y diferentes soluciones. No tener miedo y ser capaz de tomar decisiones es muy importante, para ello se ha de analizar la situación, los pros y los contras, los riesgos y las capacidades, siempre realistas, de la empresa y el personal para conseguir el objetivo.
Si los trabajadores tienen claros los objetivos, no tienen miedo a poder hablar con sus superiores, se sienten motivados y confían en el papel y las directrices del líder para seguir el proyecto, sus esfuerzos se multiplicarán y darán lo mejor de ellos.
Por lo tanto, ser un buen líder consiste en muchos factores, esto es: en primer lugar, has de tener las ganas de mejorar y ser un buen jefe, enfocar tu esfuerzo en aprender y desarrollar tus cualidades y conocimientos, así como aprender a gestionar tu tiempo e intentar organizar el trabajo con tal de seguir un orden y no ver la meta como algo demasiado lejano o difícil. Si realmente deseas llegar a ser un buen líder, o bien lo eres pero quieres mejorar, cuanto antes empieces mucho mejor. Así que, para ello, lo principal es intentar controlar tus emociones y sentirte seguro de ti mismo para poder transmitir esa confianza, escuchar siempre a los demás e intentar tener una mente abierta y poder captar nuevas ideas, puntos de vista y diferentes soluciones. No tener miedo y ser capaz de tomar decisiones es muy importante, para ello se ha de analizar la situación, los pros y los contras, los riesgos y las capacidades, siempre realistas, de la empresa y el personal para conseguir el objetivo.
Además, algunos puntos a tener siempre
en cuenta, deben ser:
- Cumplir todo
lo que dices, así confiarán en ti pues lucharán por una recompensa que están
seguros que obtendrán. Es importante la confianza, como hemos comentado, y la
motivación para que los trabajadores den lo máximo de sí mismos.
- Capacidad de control ante
situaciones complicadas o de estrés. El hecho de notar como el propio jefe
controla y suaviza una situación que los trabajadores ven incontrolable
transmite seguridad y positivismo, lo que hace que los empleados saques las
ganas para llegar a la meta que pensaban que ya no tenían.
- Actuar en consecuencia con
lo que se dice, no contradecirse. En muchas ocasiones pasa lo de “no aplico
lo que digo” o “la teoría me la sé y la exijo, pero yo no lo pongo en
práctica”. El líder es una figura ejemplar a seguir, por lo que si mandas una
cosa pero tus actos equivalen a lo contrario pierdes la confianza del
trabajador y el papel de buen líder.
- No hay que tener miedo a
no tener éxito, en muchas ocasiones no se obtienen los resultados esperados,
pero se ha de tomar como una experiencia para mejorar en futuros proyectos y
aprender de los errores. Lo que cuenta es haberlo intentado (siempre con
raciocinio a siendo realista) pero muchas veces las cosas se tuercen y este
pensamiento es que se ha de transmitir a la plantilla para que no se desanimen
y sigan trabajando duro. Por esta razón hay que estar preparado emocionalmente,
pues no es sencillo y en puede afectar al ámbito personal. Si se está preparado
será mucho más fácil afrontar nuevos retos y continuar creciendo en cuanto a tu
vida laboral, pues no debe paralizar tus ganas ni tu motivación el hecho de que
un objetivo no haya podido ser cumplido.
Así, como conclusión,
podríamos decir que el primer paso es en el interior de cada uno, estar
dispuesto a un cambio, a desarrollar nuestras capacidades, aprender y
esforzarnos de tal manera que podamos ofrecer lo mejor de nosotros y las
mejores características de un líder. En segundo lugar, planear los objetivos y
las vías para lograrlos, qué haremos a diario para poder llegar finalmente a
tal meta. Siempre se recomienda leer libros, blogs, artículos, etc. en cuanto
al liderazgo, así como experiencias o consejos para estar siempre en contacto
con referencias pues nos encontramos hoy en día en un mercado muy cambiante y
nunca está demás estar al día para poder mejorar día a día y adaptarnos.
Por último, mide siempre al final de
cada cierto periodo de tiempo lo que se ha conseguido, hay que medir los logros
y recompensarlos para no perder la motivación y garantizar el mayor esfuerzo de
los trabajadores (y el del propio líder).
No hay comentarios:
Publicar un comentario