No deja de ser curioso que la palabra
más perseguida del planeta, éxito, tiene su etimología en la
palabra latina exitus,
que significaba “salida”. También significaba “término, fin”; incertu
exitu victoriae o “siendo incierto el resultado del victoria”.
De alguna manera se trata de “salir de ésta”. De hecho en el RAE, se lee: “Resultado
feliz de un negocio. Buena aceptación que tiene alguien o algo. Fin o
terminación de un negocio”.
Por el motivo que sea, a lo largo de
los tiempos se asocia éxito a lo que se obtiene al final del proceso, de
negocio o no. Comúnmente, se considera que una persona es una “persona de
éxito” cuando ha sido capaz de acumular victorias, y especialmente de acumular
fortuna y muchas, muchas cosas o posesiones, básicamente dinero. Parece como si
los segundos, los terceros y mucho menos los que solo participan no sean
“personas de éxito”.
Con ello se ha dado más importancia y
reconocimiento al qué se consigue, que al cómo se ha hecho. O como se decía en aquel chiste de la reunión de
millonarios (o billonarios como está al uso actualmente), “estoy
dispuesto a contar como hecho mi fortuna, pero a partir del primer millón”.
¿Y si éxito fuese simplemente la
“auto-expresión plena y auténtica que crea valor” (como define liderazgo Kevin
Cashman en su libro Leadership From
The Inside Out)?
¿Y si el principal “negocio” tuviese como fin ser uno mismo, auténtico, consciente y responsable de las acciones propias?
Personalmente prefiero pensar en mi
“éxito” en estos términos. Ayer fue un día de éxito para mí. En una visita a un
cliente potencial, al finalizar la reunión, la persona me dijo “Sois diferentes, sois
únicos. Vuestro planteamiento probablemente cierre muchas puertas, pero sois
pioneros y auténticos.” ¡Guau! pensé. Además aquella
puerta quedó bien abierta.
El éxito no solo se encuentra en el
fin, el qué, sino también y muy especialmente en el cómo. Prefiero pensar que se trata de completar el proceso, y sobre
todo de vivirlo, de disfrutarlo. Eso es éxito para mí, y en ese sentido solo
puede ser alcanzado siendo coherente e integro.
Richard St. John, considerado
ex-perto (siempre me he preguntado que hacían los expertos cuando eran pertos)
en las claves del éxito. Plantea 8 palabras clave para alcanzarlo:
#1 Pasión
#2 Servicio
#3 Trabajo
#4 Foco
#5 Persistir
#6 Ideas
#7 Bueno (ser…)
#8 Empuje
Resueno con esta lista de palabras,
pero sin embargo no será lo mismo aplicarlas en la búsqueda del éxito si lo que
se pretende es “ser
el mejor DEL mundo” que si el fin es “ser
el mejor PARA el mundo”. La primera, tal vez, te
enfoque en exceso en el qué, la segunda fundamentalmente
en el cómo.
¡Te deseo mucho éxito!
2 comentarios:
Algunas definiciones de éxito que hemos encontrado valiosas, ellas nos permitirán reflexionar sobre la definición que mejor se amolde a cada uno de nosotros.
JOHN WOODEN: Éxito es la paz mental que nace como resultado natural de la íntima satisfacción lograda al saber que uno hizo lo mejor que pudo para convertirse en lo mejor que uno es capaz de ser.
C. W. WENDIDTE: El Éxito en la vida no es tanto una combinación de talento y oportunidad como de foco, concentración y perseverancia.
JOHN HENRY GRAY: El Éxito no radica en hacer lo que otros consideren grandioso, sino lo que usted considere correcto.
ANDREW SEVICK: El Éxito es un camino no un destino.
Excelente el artículo escrito por Liberto Pereda, un gran aporte.
Otros factores del éxito:
Compromiso
Tenacidad
Perseverancia
Alta tolerancia a la frustración
Positivismo
Riesgo
Fortaleza
Valentía y coraje
Entusiasmo
Voluntad
Saludos, Rodolfo.
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