Experiencias

Rodolfo Salas: Facilitador y potenciador sobre conocimientos de liderazgo, estrategia, marketing y gestión de los negocios.

Fortalezas: Dirigir, inspirar e integrar a otros con una gran energía, Aceptar cambios de forma positiva, Desarrollar relaciones con otros, Ser más visible y Tener un alto grado de compromiso.

jueves, julio 05, 2012

¿Eres un líder y quieres resultados? Busca tu tribu

Tu empresa es una tribu, y si es muy grande, una red de tribus. Pero no las busques en los organigramas, pregunta a los más viejos del lugar, ellos te dirán quién tiene el poder, cómo ejercen su influencia y cómo las tribus han sobrevivido director general tras director general.
Los grupos naturales en las empresas, las tribus, tendrán cada vez más importancia. Las redes sociales que se están incorporando a nuestras organizaciones como herramientas de innovación dan más importancia a este tipo de comportamientos más tribales. Para obtener más resultados,  el liderazgo se deberá ejercer cada vez más frecuentemente en este tipo de entornos más líquidos. Un nuevo tipo de liderazgo denominado liderazgo tribal.
Cuando la cultura se desayuna la estrategia
Aunque hace mucho tiempo que se habla de liderazgo tribal. El autor que más ha ayudado a popularizar este concepto es Set Godin en su  libro “Tribus”Godin explica la importancia del líder en el proceso de formación de una tribu en la era de Internet, donde la interconexión entre las personas facilita este fenómeno. El líder tribal reta el statu quo creando un lenguaje propio que identifica a los miembros de la tribu, crea una cultura que señala una causa en la que se comprometen los miembros de la tribu.
Pero las ideas de Set Godin se sitúan sobre todo en el campo del marketing, donde los miembros de la tribu suelen ser consumidores convertidos ahora en fans.
Muy poco después de que Set Godin publicara su libro, otros autores encabezados por Dave Logan escribieron el “Tribal Leadership”, un libro que impulsó el concepto desde una perspectiva interna, dentro de la empresa.  Estos autores señalan cómo los líderes organizativos deben entender el funcionamiento de los grupos naturales dentro de las empresas como clave para iniciar nuevas  dinámicas organizativas y culturales en la búsqueda de resultados y del cambio.
Lo cierto es que hace décadas que los estudiosos de las culturas organizativas, de desarrollo organizativo, hacen paralelismos con ciencias como la antropología; hablaban de clanes o tribus como grupos en las empresas con fuertes lazos de confianza entre sus miembros, con respeto a ciertas normas que sobre todo comparten cultura, valores e intereses. No son conceptos nuevos.
Desde la perspectiva de los autores de desarrollo organizativo, las tribus son más poderosas que los directivos y las estrategias;  se decía: “la cultura se desayuna la estrategia todas las mañanas”.
De los silos organizativos a las comunidades
¿Por qué han eclosionado ahora el término y el concepto?  Las nuevas organizaciones 2.0 de mano de las  tecnologías 2.0 están creando nuevas formas culturales donde esta forma de analizar la organización está cobrando importancia.
En la búsqueda de la eficiencia nuestras organizaciones se convirtieron en una máquina burocrática organizada en departamentos y áreas organizativas convertidas en “silos”, áreas que se responsabilizan de un proceso o una función ordenada, pero que se comunican poco con el resto de la organización.
La necesidad de cambio e innovación hace ineficiente este modelo:  se necesita escuchar más a todas las voces sin importar dónde están situadas y que éstas colaboren más entre sí, y el orden pierde importancia en entornos más desestructurados por el cambio continuo.  Por esta razón aparecen nuevos modelos organizativos como las comunidades, que no responden al esquema funcional y jerárquico.
La cultura corporativa donde la innovación tiene más importancia, la Cultura 2.0,  hace más útil dar protagonismo a las comunidades y su gestión, hace útil rescatar la idea de tribu como una forma de entender las organizaciones y el liderazgo tribal como forma de liderar, pero sobre todo la idea de buscar resultados superiores.
Los líderes tienen seguidores y los jefes subordinados
La competitividad empresarial  ahora  necesita más las nuevas ideas y la creatividad, pero sobre todo la capacidad organizativa de implantar estas nuevas ideas. Y para la implantación de ideas y potenciar las sinergias y la generosidad organizativa son cada vez más las empresas que crean entornos virtuales, comunidades,  tanto internas como externas, cuyo funcionamiento se asemeja a un comportamiento “tribal”.
Por ello las empresas necesitan conducir los comportamientos tribales, pues los miembros de una tribu aportan valor extra, porque emocionalmente se sienten vinculados a una causa común con la que se sienten comprometidos.  El compromiso con los nuevos cambios, con una cultura innovadora, es ahora el tesoro que buscan las empresas, pero para ello se requiere una nueva naturaleza de líderes.
El líder tribal crea un gran equipo, refuerza la fortaleza de lo colectivo, que permite la colaboración y la coordinación de individuos que son el motor del cambio. Esto, paradójicamente, en una sociedad que camina hacia al superindivualismo, que nos hace actuar conjuntamente sólo por convicción no por obligación.
El éxito de las empresas dependerá cada vez más de la capacidad de sus líderes de ganar los cerebros y corazones de sus empleados, de convertirlos en seguidores de una idea de algo más grande que todos ellos en entornos más desestructurados en cuanto a procedimientos y más fuertes en valores, con culturas corporativas más poderosas.
Estos nuevos escenarios organizativos que devienen claves para potenciar la innovación introducen más complejidad en la gestión, pero la hacen más apasionante y humana y nos dan nuevas pistas sobre las nuevas formas de liderar, formas “tribales” más basadas en tener seguidores que subordinados.

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