Las regiones son
puntos focales. Las ciudades ocupan una posición estratégica cada vez más crucial.
En la medida que evolucionan los programas gubernamentales, las organizaciones
no-gubernamentales expanden su rango de operaciones y los recursos financieros,
información, trabajo, conocimiento, autoridad legal y experiencia e implican a
lo público estar en manos de entidades no pertenecientes al gobierno. La
colaboración es la herramienta que las ciudades deben usar para lograr sus
objetivos estratégicos, tanto políticos como económicos.
Las relaciones
pueden complejizarse a medida que las regiones y ciudades se hacen más grandes,
haciéndose necesaria redes colaborativas. En pequeñas ciudades como en la que
yo vivo – Villa Constitución – debería existir un proceso de facilitar y operar
las redes multiorganizacionales para solucionar problemas que no pueden ser
resueltos por organizaciones aisladas.
Este conocimiento
superior debe permitir abordar la complejidad intrínseca de la red comunitaria
y poder desarrollar sistémica y sistemáticamente políticas y estrategias
interlocales, diseñar proyectos y optimizar la accesibilidad y el empleo. Las
autoridades locales (empresarios en red colaborativa con el gobierno) pueden
formular e implementar, si se juntan y ponen de acuerdo, estrategias de
asistencia con numerosos actores y agencias tanto internas como externas a la
ciudad, articulando colaboración integrativa público-privada.
Este nuevo
paradigma requiere nuevas habilidades de gestión y liderazgo de los
administradores públicos ya que representa un cambio en su trabajo que ahora no
consiste sólo en gestionar las funciones de sus propios Municipios y agencias
sino el requerimiento adicional de construir ligas y vínculos críticos con
otros actores.
La comunidad, la
ciudad-marca hoy requiere “inclusión social”, un instrumento de cohesión
social, una forma de vincular gente para definir el bien común, crear planes
conjuntos e identificar estrategias que beneficien a la mayor cantidad posible
de miembros de la comunidad.
Para quienes
vivimos en pequeñas comunidades, debería ser más sencillo generar capital social.
Cuando un grupo de organizaciones desarrolla la habilidad de trabajar juntas
por un beneficio mutuo, el capital social se vuelve esencial para grupos de
representantes dispares, para trabajar compartiendo recursos disponibles en las
organizaciones individuales, siendo la confianza, las normas y las operaciones
en red las que deben estar relacionadas fuertemente con los valores y los
objetivos de los actores.
Es preocupante ver
como en el cordón Villa Constitución – San Nicolás aumenta considerablemente el
nivel de desempleo y sub empleo llegando a ocupar primeros puestos en los
índices oficiales. ¿No será hora de compartir las mejores ideas de cada uno,
construir en base en la experiencia de comunidades exitosas, implementar planes
de desarrollo en conjunto con el capital más importante que puede tener una
sociedad: Las escuelas? – ¿No será hora de que todos los representantes
políticos, al margen de su bandera política e ideología se junten bajo un
compromiso común y visiten una por una las escuelas de la región y aporten, más
allá de ayuda material, programas que incluyan ideas de proyectos
extracurriculares que fomenten el emprendedorismo? ¿No será hora de que los
pequeños empresarios asuman un mayor compromiso social y se pongan de acuerdo, para
entre todos, con reuniones periódicas junto a los diferentes representantes
políticos, organizaciones, escuelas públicas y privadas se comiencen a generar
planes de acción estratégicos para generar (y despertar) en la juventud la
necesidad de la creciente prominencia del conocimiento como factor de la
producción social y económica? Digo – ¿Tan difícil es ponerse de acuerdo?
El aprendizaje
ocurre cuando la gente reacciona ante el pensamiento de otra gente. El concepto
de vínculos y comunidades en red debe ser parte de la arquitectura de un
programa público y privado de aprendizaje y conocimiento. Desde esta
perspectiva la comunidad, la marca-ciudad debe ser organizada en torno al
aprendizaje y a la innovación. Como este principio no es característica común
en los seres humanos, es imprescindible que la metodología produzca el cambio
individual y grupal de adoptarlos como naturales y disolver la resistencia al
cambio. Pero para esto es necesario comenzar desde ahora y no esperar que la
vaca lechera que genera la mayor fuente de ingresos y es el principal motor de
la economía decida con un dedo marcando desde el otro lado del mundo, que la
unidad de negocios local ya no le sea rentable. No olvidemos que las medidas de
las grandes corporaciones son mundiales y no les tiembla el pulso a la hora de
tomar decisiones.
Para una pequeña ciudad o región
mejorar la Competitividad implica el incremento de su capacidad de atraer
inversiones y la creación de emprendimientos que puedan crear Valor
Económico Sostenible para mejorar la calidad de vida de su población, sin tener
que estar dependiendo de grandes corporaciones.
Gustavo Sarnari. Director Asociado de Grupo
CoSMO, E&N y Centro de Entrenamiento y Capacitación Pyme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario