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Rodolfo Salas: Facilitador y potenciador sobre conocimientos de liderazgo, estrategia, marketing y gestión de los negocios.

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martes, mayo 10, 2016

Los 7 errores comunes que hasta los CEO más inteligentes hacen


Las personas que consiguen llegar a lo más alto en una empresa se les considera profesionales altamente valiosos e inteligentes, pero eso no significa que no puedan caer en errores comunes. Un estudio llevado a cabo entre el 1996 y 2014 y cuyas conclusiones se han presentado recientemente revela que alrededor del 40% de los CEOs de la lista Fortune 500 tienen un nivel cognitivo superior a la media. 

Pero tener una capacidad intelectual superior a la media no libera a los directivos más inteligentes del mundo de caer en siete de los errores más comunes en la gestión, desgranados en Inc:

1. Ser demasiado optimistas cuando el equipo pierde

En 2013 la Universidad de Duke analizó a 1.000 directores generales y clasificó al 80% de los ejecutivos encuestados como "muy optimista", destacando sobre la población en general.

En muchas ocasiones este optimismo inherente al CEO es un valioso activo para la empresa, pero a veces puede ocasionar problemas en la base y generar rendimientos más bajos entre los empleados. De la misma forma que un equipo de baloncesto necesita saber el resultado de un trimestre, los empleados tienen que comprender la realidad de la empresa, donde se destaca pero también donde se falla.

En este sentido, Joell Trammer, fundador y CEO de Khorus Software, apunta que el CEO debe ayudar al equipo a enfrentarse a los desafíos con energía y positividad, pero siendo consciente y reconociendo el reto que sus empleados tienen por delante.

2. Externalizar la contratación de talento de recursos humanos

Siguiendo con la analogía deportiva, Trammer compara el rendimiento de los equipos de baloncesto con el de los empleados de cualquier empresa. Cuando el experto le preguntó al entrenador de fútbol del club Texas Tech Spike Dyke por la clavedel éxito de su equipo, reveló que es fruto "del 75% del talento de los jugadores y el 25% de entrenamiento".

Recursos Humanos es un aliado vital para el director general, por eso el jefe del Ejecutivo debe asumir la responsabilidad última de proveer el mejor talento que ayude al equipo a ganar.

3. La insistencia en tomar todas las decisiones "importantes"

Las decisiones son el combustible con el que las organizaciones ejecutan las estrategias más importantes y los directivos suelen tomar la mayor parte de ellas, aunque afecten a todos los departamentos de la compañía.

Cuando la cuestión a decidir tiene implicaciones en múltiples áreas funcionales o afecta al personal clave, el CEO debe compartirla con personas que dispongan de la experiencia y la perspectiva necesaria para aconsejarlo.

4. Actuar como CEO y jefe de equipo a la vez

Cuando el director general o CEO se adueña de las operaciones propias de un área funcional en la organización puede provocar frustraciones en el responsable del departamento y desvíar la atención del director general de la visión de la organización. Siempre es bueno intervenir en momentos críticos, pero no como norma general, ya que debe delegar la tarea de dirección del equipo a su responsable funcional.

5. Comportarse como un gestor de datos

El día a día de un CEO está plagado de datos brutos de la compañía y tendrá que luchar por saber identificar la aguja del pajar y centrarse en lo que realmente importa.

Debido a lo complicado de la misión, los mejores CEOs asignan la interpretación de los datos a los líderes funcionales, ya que ellos tienen mejor experiencia en su área y así se evitan malgastar su tiempo y potenciar el máximo rendimiento de los equipos.

6. Tener "favoritos" en la organización

La naturaleza humana tiende a favorecer ciertas personas sobre otras, pero los CEOs tienen que protegerse y evitar mostrar preferencias explícitas por un líder o un equipo, ya que el resto de responsables pueden sentirse como líderes de segunda, cosa que no favorecerá la confianza y comunicación entre los puestos ejecutivos y de dirección estratégica.

7. No pedir opinión a la junta

Aunque quede demostrado que el 40% de CEOs poseen una capacidad intelectual superior a la media, no ejercerán un buen liderazgo si ignoran las opiniones de los miembros de la junta o los responsables de áreas funcionales. Por eso se recomienda hacer un seguimiento activo de los comentarios y sugerencias de todos los directivos, y pedirles proactivamente opinión sobre los aspectos de mejora en la organización.

Revisar y actuar en las cuestiones mejorables de la compañía
ayuda a crecer constantemente como líder.

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