Una de las transiciones más difíciles en el ámbito laboral es el paso de empleado a jefe, o de administrativo a gestor. Los compañeros que eran amigos ahora se convierten en subordinados, y eso no es fácil de gestionar. Un proceso que vivió el laureado deportista Michael Jordan cuando se convirtió en dueño de los Charlotte Hornets de la NBA. No sólo era el propietario, también debía responsabilizarse de la negociación de los contratos y el reparto de ingresos con la Asociación de Jugadores de la NBA, entidad que había presidido anteriormente.
Ironías de la vida. En 1998 Jordan representaba a la
Asociación de Jugadores de la NBA y como tal le dijo el propietario de los
Washington Wizards (y futuro jefe de Jordan): "Si no se puede obtener
beneficios, venda al equipo". Una opinión y un enfoque que el ex-jugador
tuvo que cambiar cuando pasó a ser propietario del club Charlotte Hornets.
Cualquiera que haya experimentado una transición similar en
el ámbito empresarial seguro que comprende este cambio de perspectiva, apunta
Dustin McKissen, CEO y fundador de McKissen + Company en Inc. A continuación
presentamos las 3 lecciones aprendidas por el icónico ex-jugador de la NBA:
1. Tendrás que
escoger un bando y posicionarte
Puede ser amigos de tus compañeros, pero cuando asciendas a
líder y más alta sea tu posición, más difícil se te hará. Debes tener mucho
cuidado en separar el ámbito personal del profesional. Incluso si consigues
hacer amistades verdaderas, tampoco es aconsejable que trates de ser a la vez
amigo y jefe en la esfera laboral. Fuera de la oficina, ¡vía libre!
De hecho, como todos sabemos, un jefe debe ser amigable y
tratar a las personas con dignidad y respeto pero también debe vigilar en no
mezclar amistad y trabajo dentro de la jornada laboral.
2. Aprende a
gestionar las acusaciones sobre hipocresía
En las famosas negociaciones de 1998 Jordan argumentó que
los jugadores debían obtener una mayor proporción de ingresos, una posición que
muchos propietarios de clubes argumentaron perjudicaría a equipos pequeños y
crearía un desequilibrio competitivo entre los equipos poderosos de Chicago,
Nueva York y Los Ángeles, y los más pequeños de Charlotte, Salt Lake City o
Oklahoma City.
Al convertirse en propietario precisamente de uno de estos
clubes pequeños, los Charlotte Hornets, Jordan ha cambiado totalmente de bando.
¿Eso le hace un hipócrita? Realmente no. Como jugador, Jordan defendía la
posición que él creía que era mejor para los intereses de su colectivo, y lo
mismo sucede ahora como propietario, defender a los profesionales que él
representa.
Ni la posición adoptada en 1998 ni la del año 2016 son
moralmente incorrectas. Son sólo dos lados diferentes del mismo argumento. Por
eso es clave que aceptes que tu punto de vista cambiará cuando pases de ser un
empleado a ser un gerente, y eso dificulta claramente el establecimiento de
amistades con tus subordinados.
3. Conseguiste el
ascenso por una razón: sé dueño de tu éxito
Hay una razón por la que Michael Jordan se convirtió en el
primer propietario mayoritario de un club de Baloncesto que había sido a la vez
jugador. Su estatus como el mejor jugador de baloncesto de la historia le dio
los recursos financieros necesarios para aprovechar esa oportunidad.
En tu caso, si has sido promocionado a jefe gracias a tu
trabajo, a tus compañeros o a tus más directos responsables, aprovecha la
oportunidad y trata a tus ex-compañeros con la dignidad y el respeto que se
merecen.
Seguro que eres el jefe que necesitan. ¡No te disculpes por
tu éxito! Céntrate en mejorar en tu nuevo papel.
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