El cambio en una empresa puede darse a través de
innovaciones que se producen por primera vez en la sociedad o a través de
innovaciones que han surgido en otro entorno y que la empresa asimila en sus
prácticas por primera vez. Si consideramos la tecnología, esta se asocia en
general con el proceso de invención e innovación, pero otra práctica innovadora
se puede traducir en Innovación organizativa.
En este caso el cambio ocurre en la dirección y organización
bajo la cual se desarrolla la actividad productiva y comercial de la empresa.
Es un tipo de innovación que, entre otras cosas, posibilita un mayor acceso al
conocimiento y un mejor aprovechamiento de los recursos materiales y
financieros. Entre las innovaciones organizativas de posible aplicación en la
empresa distinguimos dos: las que actúan a un nivel externo y las que lo hacen
a un nivel interno.
A nivel externo, las que en los últimos años han adquirido
un mayor relieve son las que se refieren a la constitución de redes entre
empresas y otros agentes del sistema económico para favorecer la cooperación
entre ellos, y las que abordan la proyección de los negocios y actividades
productivas en el ámbito internacional.
A un nivel interno, destacan aquéllas que van dirigidas a
mejorar el trabajo en equipo en cuanto a su funcionamiento interno. Esta nueva
cualidad, debe reflejar el papel relevante del Capital Humano en el propio
cambio. Un equipo puede ser meramente un observador u objeto del cambio. Pero
en realidad debe ser el que conscientemente introduce el cambio y luego se
adapta a él. Entiéndase en este aspecto incluso el papel que tiene la alta
dirección en la organización como agentes del cambio.
Un concepto que le da un mayor papel al Capital Humano y a
la dirección, es el que plantea que cambio es alterar cómo está organizado el
trabajo, cómo está dirigido y quién lo está llevando a cabo. El alcance en esta
definición de la organización del trabajo revela el papel protagónico del
capital humano. También se expresa la necesidad de que exista una voluntad real
y expresa del individuo a aceptar el cambio, pues de lo contrario este no
ocurre.
La clave del éxito de una innovación reside en la verdadera
ventaja que la empresa posee, que es su capacidad para reconocer señales del
entorno que le alerten sobre amenazas y oportunidades, interpretar estas
señales y definir una estrategia, adquirir o generar los conocimientos y
recursos tecnológicos que necesite, implementar la tecnología elegida para aplicar
el cambio y, finalmente, aprender de esta experiencia.
Es necesario plantear el cambio organizacional como un
conjunto de transformaciones en las organizaciones que se expresen en un nuevo
comportamiento organizacional, una nueva cualidad. La gestión de la innovación,
al definir el modo en que todas estas actividades se integran, se convierte así
en un instrumento directivo de primera magnitud, capaz de contribuir
substancialmente al éxito, al desarrollo de la empresa y su adaptación al
cambio. Es decir, pura generación de Valor.
Gustavo Sarnari.
Autor del libro Marketing + Humano(S) “Fortaleciendo el Potencial y Valor
Humano en la Gestión Comercial de las Organizaciones” – Director Asociado de
Grupo CoSMO y Centro Pyme 2.0 – Co-Editor de Estrategia & Negocios –
Titular de GS Consultora Desarrollo & Educación Organizacional –
Vicepresidente de ACICA Asociación Civil Iberoamericana de Capacitación y
Asesoramiento – Licenciado en Educación y Gestión Institucional por la
Universidad Nacional de Quilmes – TS en Marketing por el IS San Pablo de Villa
Constitución – Posgraduado en Formación Docente con especialización en
Educación Superior por el IS San Nicolás de Bari de San Nicolás –
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