El riesgo es intrínseco a muchos emprendedores que
se atreven a poner en marcha iniciativas sin precedentes. Todos buscan hacerse
un hueco en el mercado llamando la atención del cliente.
Un total de 833 proyectos para transformar las
industrias creativas y culturales se presentaron a la segunda edición de Zinc
Shower que, una vez más, selecciona los cien proyectos e ideas más innovadoras
escogidas por un jurado de expertos.
El diseño, las artes visuales y el software fueron
las áreas predominantes de estas iniciativas que pretenden cambiar el mundo. En
esta ocasión se sumaron la gastronomía y el turismo cultural.
Andrés Lombardo, socio fundador de Zinc Shower, asegura que aunque se trata de un ámbito bastante atípico,
"hablamos de diseño, moda, software y las artes escénicas, subsectores con
un componente común muy claro: la creatividad". Estos emprendedores
representan una parte del colectivo de un sector que, sólo en Barcelona supone
el 20% de los autónomos.
Ideas sin precedentes
Una de las barreras a las que se enfrentan los
emprendedores creativos es que, a menudo, no existe en el mercado un
producto o servicio similar al que pretenden lanzar. Lombardo recuerda que
"en la mayoría de los casos carecen de un histórico y, en otras ocasiones,
los aspectos relacionados con la propiedad intelectual dificultan su
valoración".
María López es una de las socias fundadoras
de Ussens, un
proyecto de tecnología para neuromarketing que permite medir las
emociones a través de distintos dispositivos. "Nacimos en 2011 como
una spin off de la Universidad de Zaragoza y como fruto de la
investigación en decodificar señales cerebrales. Gracias a la financiación de
I+D procedente de la Unión Europea conseguimos arrancar», explica López, para
quien lo más complicado para el lanzamiento de la empresa fue encontrar un
mercado que acogiera su conocimiento.
El conocimiento de su producto es muy
amplio, pero algunos desconocen el mundo empresarial
Para conseguirlo recurrieron al método lean
start up, basado en el aprendizaje validado y la investigación científica.
"El hecho de satisfacer una necesidad real nos ha ayudado a contar con 50
preórdenes interesadas en nuestro producto. Lo que hacemos es dar servicio a
las grandes marcas mejorando la comunicación en el punto de venta de su
producto", aclara López. En este caso, es un anillo el que identifica
las emociones del cliente o del paciente, en el supuesto de un uso
terapeútico. El objetivo de Ussens es lanzar diferentes líneas que atiendan la
demanda de sus clientes y hacer la decodificación del producto en la nube.
Adaptarse al mercado es también el desafío que
persgue Mmodulus,
un proyecto para diseñar muebles en código abierto.
La arquitecta Martinia Minnucci es la creadora de
esta iniciativa cuyo objetivo es consolidar la base de la producción y
comercialización de su empresa en España e Italia. "Nuestra principal
heramienta es la web y estamos preparados para vender en toda Europa. Queremos
promover la ecología y la comunidad local", dice Minnucci.
Como en el caso de Ussens, pero en un ámbito muy
distinto, esta empresa tiene un componente tecnológico importante, y sus
fundadores un profundo conocimiento del sector en el que operan. Lombardo
reconoce que ambos elementos caracterizan a los emprendedores creativos,
aunque en algunos casos éstos adolecen de la formación que requiere
constituir y sacar adelante una empresa. Por eso les recomienda que se
rodeen de profesionales que controlen esa faceta imprescindible para la
sostenibilidad del negocio.
Uno de los retos a los que se enfrentan
es que su idea evolucione según dicta el mercado
La Factoría Cultural Matadero-Madrid, Vivero de Industrias Creativas, también trabaja en pro
de la consolidación de estas nuevas empresas.
Rosina Gómez-Baeza, presidenta de la Asociación de
Apoyo al Emprendimiento en las Industrias Culturales y Creativas, entidad sin
ánimo de lucro creadora de este proyecto, apunta que "lo más complicado
es acertar con el producto, que tu idea sea recibida y que se pueda comercializar.
Nuestro objetivo es hacer que las ideas sean sostenibles en el tiempo, por eso,
a los emprendedores que seleccionamos les recomendamos trabajar en la evolución
de la idea para que se adapte a las necesidades del mercado".
Viveros que hacen posibles ideas pioneras
El pasado mes de abril abrió sus puertas Factoría
Cultural Matadero-Madrid, Vivero de Industrias Creativas, con un total de 22
proyectos seleccionados entre los 74 que se presentaron. Entre ellos hay dos
medios de comunicación, un par de estudios de diseño –uno gráfico y otro
multidisciplinar–, una galería de arte o un proyecto de creación de una red de
aparcamientos para bicicletas.
El objetivo de Factoría Cultural, proyecto de la
Asociación de Apoyo al Emprendimiento en las Industrias Culturales y Creativas,
es facilitar la creación de un ecosistema que ayude al emprendedor en
el desarrollo de la idea, y en la formación necesaria para analizar su
evolución.
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