Es sábado y aprovecho un excelente mediodía de
primavera, excepcional aquí en Vitoria, para tomar un café en una terraza
sombreada y solitaria a estas horas. Leo un libro de Robin Sharma, un escritor motivacional y
nómada vocacional, repleto de buenas y breves historias que hacen que mi
pensamiento vague sin rumbo. El silencio del parque ayuda, algo que en un par
de horas no será posible. Tomo notas rápidas en una libreta y se me ocurre que
pueden ser la base de una entrada que compartir con todos vosotros.
Doce fogonazos:
1. “La
forma en que haces las pequeñas cosas dice mucho de la forma en que harás las
grandes cosas”
¿Cuidas los detalles? ¿Eres
amable? ¿Sonríes? ¿Das las gracias? Nada hace pensar que, si hacemos mal lo
pequeño, triunfaremos lo grande que, al fin y al cabo, sólo es algo que se
compone de muchos pequeños.
2. “Nos
convertimos en la persona con la que tomamos café. Nos convertimos en nuestras
relaciones”
¿Con quién pasas la mayor parte
de tu tiempo? ¿De qué habláis? ¿Qué relación os une? Los que están alrededor
nuestro conforman “nuestro mundo” y, en consecuencia, nos engrandecen o nos
empequeñecen. En realidad, nada nuevo: dime con quién andas y te diré quién
eres.
3. “Las
palabras determinan tu estado de ánimo. Sé impecable con tus palabras y tu vida
será impecable”
Es así pero ¡ojo! Quizás las
palabras más importantes son aquellas que usas cuando te diriges a ti mismo.
¿Has pensado alguna vez cómo te hablas a ti mismo? ¿Siempre piensas en lo peor?
¿Eres tu principal enemigo? ¿Cómo te calificas? En buena medida, hablarás a los
demás como te hablas a ti mismo y, enlazando con el punto anterior, hablarás
como hablen las personas con las que te relacionas.
4. “Todo
el mundo tiene una voz y todos ansiamos que nos la reconozcan”
Si acabamos de detenernos en cómo
hablas, a ti mismo y a los demás, ¿has pensado alguna vez en cómo escuchas? Seguro
que cuando hablas esperas ser escuchado pero, y tú, ¿escuchas a los demás o
haces tiempo para preparar tus intervenciones? Ya sabes que tenemos dos orejas
y una boca para escuchar el doble de lo que hablamos pero muy poca gente parece
haberse percatado. Claro, ¡si no escuchamos!
5.
“Generar ideas sin llevarlas a cabo es una falsa ilusión”
¿Cuántos de tus planes realmente
se concretan? ¿Tu vida es un permanente cuento de la lechera? Algunos se pasan
la vida haciendo planes y, entre plan y plan, curran un poquito para que se
hagan realidad. No, no, no, no. La proporción es exactamente la inversa.
6. “Las
preguntas clave preceden a las respuestas clave. La claridad precede a la
maestría”
¿Cómo va ese diálogo interior?
¿Alguna vez te preguntas cómo ha ido tu día? ¿En qué la has cagado y en qué lo
has bordado? Sin ese diálogo interior de calidad, sin esa autoevaluación es
imposible la mejora.
7. “Tu
equipo nunca será mejor que tú (aunque no seas el jefe). Tú estableces el nivel
al que todos podéis llegar”
¿Te quejas mucho de tus
compañeros? ¿Y de tu jefe? ¿Verdaderamente predicas con el ejemplo? ¿Qué haces
tú por el equipo? No nos olvidemos que “equipo” puede referirse a muchos
escenarios, desde el que formas con tu pareja, tu familia o amigos, hasta el
que formas en el trabajo.
8. “La
vida siempre podría ser mejor pero la felicidad implica ver las cosas con
perspectiva y sentido de la proporción”
¿Vives permanentemente bajo una
nube negra? ¿En serio es tan malo todo? Ver sólo lo malo es una enfermedad que
padecemos algunos y distorsiona la realidad. Ver lo malo es bueno si nos sirve
para tomar acciones que intenten cambiar la realidad. Ver lo malo es letal
cuando nos paraliza y nos impide disfrutar de todo lo bueno que tenemos que,
muchas veces, es mucho más que lo malo de lo que nos quejamos.
9. “El
éxito es el resultado de un delicado equilibrio entre hacer que las cosas
ocurran y dejar que las cosas ocurran”
¿Sabes diferenciar entre lo que
está en tu mano y lo que no? A veces nos culpamos de cosas en las que ni hemos
participado, ni tenemos poder alguno para alterar. A veces, damos lo mejor de
nosotros pero los resultados no son los esperados. Saber aceptar esto, sincera
y sabiamente, te va a evitar unos cuantos malos ratos gratuitos. Personalmente
ha sido una lección muy dura de aprender.
10. “Los
resultados brillantes se consiguen alternando periodos de máximo rendimiento
con períodos de profunda renovación”
¿Cómo recargas las pilas durante
tu día a día? ¿Consigues “desconectar”? El cuerpo y la mente requieren de
renovación diaria. Es como si tuviéramos una batería que hay que recargar. Y,
¡ojo!, las baterías no se recargan simplemente apagando el móvil. Elige
actividades que recuperen tus niveles (deporte, lectura, simplemente el
silencio…) y no confundas esto con mera pasividad.
11. “El
fracaso se produce como consecuencia de pequeñas negligencias diarias que se
van acumulando hasta provocar un estallido y una ruptura”
¿En serio te sorprendes el día en
que explota esa discusión? Puede ser pero, normalmente, la rana se va cociendo
en la cazuela a fuego lento. Activa tu termostato y si sientes calor, ¡salta
fuera del puchero! Como decía al principio, cuida las pequeñas cosas y vendrán
los grandes resultados pero, no lo hagas y vendrán grandes desastres.
12. “Los
pequeños progresos diarios producen, con el tiempo, resultados sorprendentes”
Hay una cita de John Henry Newman
que dice que “el crecimiento es la única prueba de que vivimos”. Y yo me
permito añadir: la única prueba de que crecemos es hacerlo día a día. Mejora
sobre mejora alcanzaremos unas dimensiones que simplemente son imposibles de
conseguir de un solo salto. Tu vida es como un videojuego, no puedes saltar del
primer nivel al último, de la primera a la última plataforma, sin ir poco a
poco venciendo a los monstruos de final de fase que nos plantea la propia vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario