Decirle a un jefe que nos
interesa otra posición dentro de la empresa puede llegar a ser una situación
difícil, sobre todo si no se sabe cómo reaccionará ante este desafío.
Hay diferentes políticas en cada
compañía acerca de las oportunidades internas, pero también tenemos que saber y
no olvidar la realidad de cada jefe. Muchos apoyan y empujan a sus
colaboradores al nuevo desafío, y otros lo pueden tomar como algo personal. Por
eso es importante analizar la situación y ser lo más estratégico posible, al
fin y al cabo se trata de la carrera profesional.
Hay que evaluar cómo uno cree que
lo tomará e intentar crear el espacio adecuado para tener esta conversación con
él o ella.
Algunos consejos:
1. Buscar el momento oportuno
donde el jefe tenga tiempo para hablar de este tema. No conviene comentarlo en
el pasillo, sino en su oficina.
2. Decirle que hay un interés en
conversar acerca de la posición abierta en la compañía, que está relacionada
con la experiencia y las expectativas profesionales. La conversación debería incluir
que sería importante tener su apoyo. Según la relación se le puede pedir su
opinión al respecto y quizá brinde más información.
3. Si se trata de una posición
lateral se le puede decir que nos dará la oportunidad de aprender nuevas
herramientas y recursos, que permitirán sumar más valor como talento dentro de
la compañía.
4. Ser agradecido siempre es
bueno. Se le puede hacer saber al jefe que esta oportunidad se puede aprovechar
dado su apoyo. Seguramente él hará preguntas. Habrá que responder a todas sus
inquietudes, que seguramente estarán relacionadas a por qué se aplica a un
cambio de área. Se le puede decir que se trata de una oportunidad de
crecimiento. Si él cree que faltan algunos conocimientos, se hará lo imposible
por aprenderlos y si se preocupa por el reemplazo es bueno ofrecer ayuda para
encontrarlo rápido y también entrenarlo en caso de ser necesario.
5. Siempre es clave dejar en
claro que se está compitiendo y que puede ser que no sea el elegido. Además
este punto es muy importante para administrar expectativas, frustraciones y,
sobre todo, el vínculo con el jefe.
El jefe a partir de ese momento
ya sabe que la persona necesita nuevos desafíos y esto, para el caso de no ser
elegido, es ahora parte de su responsabilidad.
Alejandro
Masco
No hay comentarios:
Publicar un comentario