Con el nombre "Bailar tango
con lo inesperado", The Entrepreneurs Organization convocó a sus
miembros en Buenos Aires.
Emprendedor: alguien que organiza
un negocio. Se lleva hablando de ellos desde el siglo XIX, cuando el término entrepreneur
nació en Francia, pero en las últimas décadas se convirtió en moda entre
los hombres de empresa, con una pequeña evolución en su significado. Al
emprendedor de hoy ya no le alcanza con armar una empresa para ganarse el
título. Además debe innovar y poseer dotes de liderazgo.
Esta más estricta clasificación es la que interesa a The Entrepreneurs Organization (EO), una red de emprendedores nacida en EE.UU. que presume de estar entre las más influyentes del mundo por tener 9.500 miembros y un criterio excluyente: todos los socios facturan al menos un millón de dólares por año.
Esta más estricta clasificación es la que interesa a The Entrepreneurs Organization (EO), una red de emprendedores nacida en EE.UU. que presume de estar entre las más influyentes del mundo por tener 9.500 miembros y un criterio excluyente: todos los socios facturan al menos un millón de dólares por año.
Con la intención de juntar a sus
miembros, formarlos en habilidades relacionadas con el emprendedurismo y
promocionar la organización en la Argentina, EO organizó esta semana en Buenos
Aires uno de sus periódicos encuentros internacionales. El nombre que eligieron
para el seminario es toda una declaración de principios: Tango with the unexpected (Bailar tango con lo inesperado).
"Para nosotros fue una buena manera de rendir tributo a la culltura y a la
capacidad de adaptación de los argentinos, que pueden obtener resultados
incluso en un ambiente caótico", explicó el estadounidense David
Galbenski, ex presidente del consejo de administración de EO.
Según Galbenski, que entró a
formar parte de EO cuando creó una empresa de trabajo temporal especializada en
proveer abogados a otras organizaciones, el mundo vive una "transformación
dramática": "La tecnología se ha convertido en una gran facilitador porque
permite que las personas pongan su talento a disposición de quien lo necesita.
Vamos hacia un mundo en el que la masa laboral está más distribuida y en el que
las personas se convierten en sus propias compañías".
- ¿Cómo se educa para ese mundo?
- ¿Cómo se educa para ese mundo?
- Lo que define al emprendedor es
la forma de pensar, ver el mundo como un lugar donde se puede crear más cosas.
Su punto de vista es de abundancia y no de escasez. Eso es una estructura
mental pero lo que sí se puede enseñar a esa gente son las herramientas del
mundo de los negocios".
Para Cindy Boyd, otra socia de EO de visita en Buenos Aires esta semana, los hombres de negocios argentinos son un modelo de tenacidad por las dificultades que enfrentan para crear empresas, aunque según ella los de Estados Unidos tampoco vivan en el mejor de los mundos: "Especialmente en Houston, donde tengo mi empresa de software, cuando la gente mayor se retira, los jóvenes que los reemplazan no tienen las mismas habilidades. Hay un cambio grande. La tecnología está haciendo que todo se mueva muy velozmente".
- ¿El cambio no es el mejor
escenario para que los emprendedores tomen ventaja frente a las grandes
empresas?
- Completamente. Por eso ciclos
formativos rápidos como este que organiza EO nos ayudan tanto. Tenemos que
estar educados pero no podemos pasar cuatro años en una universidad. Tenemos
que aprender rápidamente y reaccionar.
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