Experiencias

Rodolfo Salas: Facilitador y potenciador sobre conocimientos de liderazgo, estrategia, marketing y gestión de los negocios.

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martes, febrero 05, 2013

Cómo evitar la falta de productividad de los empleados durante la tarde


Nuevos datos revelan que las gaseosas y los dulces promueven la fatiga vespertina de los trabajadores.

Volver a la oficina cada mañana constituye parte de la rutina diaria, y aunque la pereza se apodere de muchos es común entrar en calor rápidamente y retomar la actividad laboral incluso con entusiasmo. El saludo del resto de compañeros del equipo y otras actividades propias del inicio de la jornada ayudan a afrontar con mejor actitud las siguientes horas.

Sin embargo, el panorama es claramente diferente en horas de la tarde y tras la comida. La sensación de cansancio y pereza se agudizan y de manera inevitable disminuyen las ganas de culminar las tareas emprendidas en la oficina, lo que afecta de manera directa la productividad del empleado y la empresa. Según los especialistas en eficiencia empresarial, las tres horas anteriores al fin de la jornada laboral son las menos productivas.

Al parecer, el hecho de que el empleado esté consciente de lo poco que falta para volver a casa le hace distraerse aún más con cualquier evento, evadiendo así sus responsabilidades con la empresa. El número de visitas y comentarios en redes sociales personales y envíos de mensajes de texto con el móvil muestra un aumento considerable según el experto en marketing y rendimiento empresarial, Andrew Jensen durante las últimas horas de la tarde, antes de salir del trabajo.

Por la tarde se acentúa el malestar

Parece una situación psicosomática generada por la misma ansiedad de volver a casa y descansar, pero según Jensen relata en su informe titulado “La lucha contra la calma de la media tarde en la oficina” no es un estado alejado de la realidad.

La fatiga de sentarse en un escritorio todo el día, lo que puede dar lugar a una mala circulación sanguínea, la fatiga de tanto mirar pantallas de ordenador durante largas horas, o el cansancio generado por un día muy largo y ajetreado con el estrés de una gran carga de trabajo, son los causantes de todos los malestares que se manifiestan en horas vespertinas.

“Con la economía actual, los empleados con frecuencia son responsables no sólo de su propia carga de trabajo, sino también de la de otro compañero que pueda estar de baja por enfermedad o maternidad. Las empresas son menos dadas en la actualidad a contratar a sustitutos para ayudar a gestionar la carga de trabajo, y como resultado, en algunas situaciones, los empleados son cada vez más abrumados con cargas de trabajo superiores a las que regularmente manejan”, apunta el experto.

El especialista en rendimiento laboral asegura que otra de las causas pueden ser los bajos niveles de azúcar en la sangre de los empleados. Situación que es consecuencia de sólo tomar un aperitivo mínimo a la hora de la comida, algunos empleados presumen de no comer en absoluto, mientras están en el trabajo, y esto puede afectar significativamente el estado de alerta, la atención, la velocidad y su capacidad de ser productivo.

Tan mala es una cosa como otra, comer grandes cantidades al mediodía de comida chatarra, genera los mismos resultados negativos pues sus cuerpos trabajan horas extras en la digestión para manejar esa ingesta excesiva lo que ocasiona la sensación de pesadez que desencadena la apatía laboral tras la comida.

Cinco claves para combatir la pereza vespertina

Los síntomas son conocidos por todos. Es una situación experimentada con frecuencia y más aún por las personas que trabajan una media de 40 horas semanales. Sin embargo, el especialista recomienda a los directivos hacer especial énfasis en cuidar cinco aspectos en la rutina diaria de sus empleados para conseguir una mayor productividad durante todo el día:

1.- Fomentar una alimentación sana:

Promover la ingesta de alimentos saludables, merendar con frutas o barras alimenticias saludables de entre 120 y 160 calorías. Retire refrescos (gaseosas), dulces y otros asesinos de rendimiento de las máquinas expendedoras. Reemplácelas con alternativas saludables.

Anime a beber agua regularmente mediante la prestación de enfriadores de agua visibles y de fácil acceso con tazas.

2.- Promover un estilo de vida vigorizante:

Incentive al personal a apuntarse a un gimnasio con cintas de correr al que puedan asistir en sus horas de descanso, si el gimnasio tiene duchas mucho más favorable (algunos empleados encuentran que una ducha a media tarde ayuda a rejuvenecer) apunta el experto.

3.- Proporcionar un ambiente de oficina agradable:

Asesórese con un especialista en iluminación que le proporcione algunas recomendaciones para una mejor iluminación de las áreas de trabajo.

Controle la temperatura de los espacios con cuidado, la temperatura no debe ser demasiado fría ni demasiado caliente, y si la temperatura aumenta gradualmente durante todo el día, los empleados comenzarán a sentirse mareados y afectará su productividad.

Utilice diversos olores suaves para la estimulación, teniendo en cuenta que ciertos olores molestan a algunas personas y, con el tiempo, el uso repetitivo de olores particulares pueden negar los beneficios que inicialmente pudo haber proporcionado.

4.- Fomentar la salud emocional, mental y espiritual:

Capacitar a directivos y empleados a ser alentadores y constructivos en sus relaciones con los demás sería un gran acierto. Promover las actividades en familia y con amigos en los días libres. No permita que los empleados piensen que trabajar en exceso dará lugar a favoritismos para aumentos de sueldo y posiciones nuevas.

Premie a sus empleados tanto de manera económica por alcanzar objetivos como haciéndoles saber que de hecho están haciendo contribuciones valiosas a la sociedad y que son considerados valiosos por sus compañeros de trabajo y supervisores.

5.- Estar abierto y atento a los comentarios y sugerencias de los empleados sobre la manera de aumentar la productividad en horas de la tarde: la comunicación mutua o retroalimentación será fundamental en todo proceso de cambio.

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