Experiencias

Rodolfo Salas: Facilitador y potenciador sobre conocimientos de liderazgo, estrategia, marketing y gestión de los negocios.

Fortalezas: Dirigir, inspirar e integrar a otros con una gran energía, Aceptar cambios de forma positiva, Desarrollar relaciones con otros, Ser más visible y Tener un alto grado de compromiso.

jueves, mayo 07, 2020

Mejora tus habilidades de liderazgo en 4 pasos

A lo largo de décadas el concepto de liderazgo se ha ido transformando de acuerdo a la evolución de las capacidades y los cambios empresariales. Mark Brown, autor estadounidense de bestsellers sobre liderazgo, nos habla sobre su concepto del líder expedicionario, y lo define como “un líder que esté dispuesto y sea capaz de salir de la sabiduría convencional y utilizar un conjunto de valores fundamentales profundamente arraigados y una comprensión de lo humano y psicología para navegar en aguas desconocidas y tener un impacto positivo en el mundo “.

De acuerdo al concepto de Brown, del que se ha hecho eco Cepyme News en este post, los líderes de hoy basan su estilo comunicativo y de influencia en los pilares de la empresa.

Si se quiere crear una cultura de trabajo con un propósito, es necesario que el líder se embarque en un viaje de 4 fases, que consisten en:

  1. Descubrir
  2. Diseñar
  3. Sumergir
  4. Reflexionar

La fuerza laboral del mañana, marcada por la era de la incertidumbre, la globalización y la revolución tecnológica, demanda líderes que sean guías expertos. Profesionales que entiendan que el verdadero capital de las organizaciones son sus personas, y que somos más fuertes juntos que separados, capaces de superar las adversidades colectivamente.

Así, estas son las 4 fases para desarrollar el liderazgo organizacional en las compañías del siglo XXI:

1. Descubrir tu punto de partida

En la primera fase debes evaluar las fortalezas de tu equipo, identificar los miembros cuyo liderazgo y vocación de servicio a los demás es más fuerte, las personas que transmiten más confianza y resiliencia para superar los retos, y así poder convertirles en altavoz del propósito corporativo, para así poder delegarles los proyectos más transformadores, y contagiarles tu liderazgo.
Contar con miembros del equipo alineados con los valores funcionará como catalizador de la fuerza del grupo.

2. Diseñar un enfoque basado en la misión

En esta fase, debes crear una cultura laboral donde el propósito se sitúe en el centro de la estrategia.
Eso te permitrá trabajar con empleados altamente motivados, más productivos y más leales. Además, los trabajadores que creen que su trabajo tiene un propósito tendrán vidas más saludables, y todo ello ayuda y contribuye decisivamente en su correcto desempeño y la consecución de resultados.

3. Sumergirte en el crecimiento de tu equipo

Ya sea una promoción, el desarrollo de un gran proyecto o mediante el impulso de una iniciativa de cambio interno. Un verdadero líder expedicionario guía este crecimiento sin juicio y siempre mostrando ánimo y apoyo. Sumergirte y embarcarte en aspectos que contribuyan al crecimiento personal y profesional colectivo del equipo te reportará múltiples beneficios.

DEBES CREAR UNA CULTURA LABORAL DONDE EL PROPÓSITO SE SITÚE EN EL CENTRO DE LA ESTRATEGIA

4. Reflexionar sobre las lecciones aprendidas

Por último, al final de un proyecto, de un ambicioso plan, o incluso al final de cada jornada, no olvides las personas que han contribuido a que haya sido un éxito. Alienta a tus empleados, y a ti mismo, a encontrar los momentos de aprendizaje de cada momento y encuentra la forma de aplicar estas enseñanzas a futuros retos.


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