Las redes 5G, los
robots o la inteligencia artificial podrían acabar con millones de trabajos en
un futuro no muy lejano.
Un visitante del Mobile World Congress dando la mano a un
robot (Àlex Garcia)
Hasta el 2020 se habrán perdido unos siete millones de
empleos debido a los cambios tecnológicos relacionados con la industria 4.0,
teorizaba una investigación del Foro Económico Mundial del año pasado. La desaparición de algunas profesiones y la
creación de otras nuevas es el resultado de la llegada masiva de robots y otras
nuevas tecnologías, entre otras razones, al mundo laboral.
Muchos empleos actuales se encuentran en plena crisis de
existencia y la situación no promete cambiar en los próximos años. Trabajos con
mayor y menor aceptación, bien y mal remunerados o con mejor y peor reputación,
pocos se escapan a un futuro en el que la idea de una profesión asegurada para
toda la vida es cada vez más improbable.
La industria es uno de los sectores más robotizados (bugphai
/ Getty Images/iStockphoto)
El sector industrial es, de lejos, el que apunta a una mayor
eliminación de empleos. Obreros,
ensambladores y demás profesionales relacionados con la industria se encuentran
ante un panorama complejo, cuyo horizonte apunta a una automatización a
pasos agigantados en fábricas y demás espacios manufactureros.
Los robots, combinados con el internet de las cosas o el
aprendizaje automático, están haciendo que las cadenas de montaje funcionen con
mayor eficiencia. Grandes empresas han anunciado planes para sustituir a su
mano de obra por robots industriales. La mayor manufacturera del mundo,
Foxconn, inundó de titulares los medios de medio mundo cuando confirmó, en mayo
del año pasado, que había reemplazado 60.000
trabajadores por robots en varias de sus factorías en China.
“La mayor manufacturera del mundo, Foxconn,
reemplazó 60.000
trabajadores por robots”
En la investigación anteriormente citada, se señala al
internet móvil y la nube como dos de los principales generadores del cambio en
el mundo laboral. La aparición de las redes 5G y la normalización del internet
de las cosas suman enteros a dichos generadores, poniendo en la piqueta a
muchas profesiones relacionadas con el sector servicios. Agencias de viajes, empresas de alquiler de vehículos y otro tipo de
intermediarios se enfrentan a un planeta multiconectado (el 43% de la población mundial está
online) en el que parece imposible sobrevivir fuera de la red.
El sector de la automoción es uno de los que apunta a una
mayor destrucción de empleo. Con los coches autónomos, la desaparición de
conductores profesionales, además de otras profesiones relacionadas con la
asistencia en carretera, parece un resultado incuestionable. La mayor sencillez y fiabilidad de los vehículos
del futuro también conllevará la disminución de mecánicos y aseguradoras.
Uno de los prototipos de coche autónomo de Google (Google)
La aparición de impresoras 3D más baratas y manejables
pondrá punto y final a muchos intermediarios y pequeñas fábricas. La
inteligencia artificial, el aprendizaje
profundo y la aparición de nuevas formas de intercambio o monedas virtuales
harán que muchas labores relacionadas con el mundo financiero dejen de existir.
Consejeros, especialistas económicos y otros empleos del ramo podrían tener
los días contados.
El cuidado de niños y
mayores apunta a una verdadera revolución con la inclusión de robots y las
tecnologías de vigilancia asistida. Los países de Asia Oriental son los que
más están apostando por este nuevo tipo de medidas que seguramente terminen por
eliminar el trabajo de cuidadores, canguros y otros profesionales del sector.
Las guerras del futuro también cambiarán con las nuevas
tecnologías. Los soldados de las naciones más avanzadas quizá dejen paso a robots y otras máquinas en el campo de
batalla, por lo menos hasta que se cumpla la famosa profecía de Einstein:
“No sé con qué armas se luchará en la tercera Guerra Mundial,
pero sí
sé que en la cuarta Guerra Mundial se hará con palos y piedras”
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