La realidad virtual
(VR), junto a su hermanita menor la realidad aumentada (AR), ofrece a los
comerciantes minoristas la oportunidad de transformar la forma en que la gente
compra.
Una persona se puede probar un par de pantalones sin
necesidad de ir a la tienda. Otra puede encargar un juego de sillones
directamente en la pantalla, confiada en que lo que obtiene es exactamente lo
que está viendo. Las aplicaciones que usan cualquiera de las dos tecnologías tienen la posibilidad de eliminar todos los
puntos conflictivos de la compra online. Mejorar la experiencia de compra y
hacerla personalizada y diferenciada.
Pero la incorporación de VR y AR a la compra minorista también puede cambiar totalmente la
forma de los negocios en el futuro.
Los comerciantes comienzan a tratar de encontrar una
estrategia de comercio virtual subdividiéndola en varias dimensiones.
Primero, decidir qué
tecnología usar para cada aplicación. La realidad virtual sumerge al consumidor
en un mundo simulado, y necesita de cosas como cascos y un controlador. En cambio, la realidad aumentada superpone
elementos virtuales al mundo real y se ve a través de una tableta o de un
teléfono.
Realidad Virtual es más interesante, pero en este momento
tiene una barrera más alta que saltar. Eso es porque los consumidores todavía
no están acostumbrados a usar dispositivos especiales. Por otro lado, como lo
demostró el Pokémon go, cualquier
teléfono puede ser una plataforma para
realidad aumentada.
Luego, tienen que decidir
si la aplicación es para uso en la tienda o fuera de ella. En el futuro esto probablemente no sea un
problema, pero hoy los dos ambientes tienen limitaciones diferentes. Las
aplicaciones en la tienda implican que el comprador interactúe con realidad
virtual o aumentada dentro de las paredes del negocio tradicional las
aplicaciones fuera de la tienda hacen que el comprador entre en contacto
virtual con el vendedor.
Una vez que tienen idea de dónde invertir, los comerciantes tendrán que identificar a
los clientes que van a aceptar realidad virtual o realidad aumentada. Y
después de todo eso establecer la
proposición de valor. Explicar que la aplicación resuelve problemas y amplía la conexión de la marca con el
consumidor. Finalmente, el modelo de
negocios: fijar metas concretas que aseguren que el modelo crea valor al
negocio. Evaluarlas a intervalos regulares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario