El tema del “compromiso” sigue siendo una palabra tabú en el
mundo empresarial. Cada vez se percibe con más claridad que los trabajadores
desconfían de su empresa, de sus directivos… y las empresas andan pérdidas sin encontrar
la fórmula que permita involucrar a la gente en el día a día del negocio. Si el binomio “compromiso & confianza” no
funciona, es imposible que la gente entregue lo mejor de sí misma…
Recientemente cayó en mis manos el estudio “2014 Trends in Global Employee
Engagement“, realizado por Aon-Hewitt y he podido sacar estas
pequeñas conclusiones que quiero compartir contigo…
¿Qué estrategias se
están siguiendo en el mundo del capital humano para generar compromiso entre
los empleados?
Es importante tener en cuenta, que la mayoría de las
empresas trabajan con diferentes estrategias de forma simultánea, lo que hace
necesario un esfuerzo por ponerlas en un mismo plano. Los directivos deberían
adecuar los retos económicos “tradicionales” y también los “emergentes”, con
los perfiles profesionales de los trabajadores para asegurar el éxito futuro.
Cada vez es más importante definir necesidades de negocio y capacidades
profesionales disponibles. ¿De qué me sirve tener la mejor estrategia del
mercado sino tengo la plantilla adecuada que sea capaz de alcanzar el objetivo?
Los negocios están cada vez más condicionados por una
economía global y por un avance espectacular de las nuevas tecnologías. La
evolución demográfica tendrá un papel decisivo a la hora de identificar buenos
profesionales en el mundo. Además, no debemos olvidar que grandes segmentos de
población, como pueden ser los “Millennials”
y “Baby Boomers”, están haciendo cambiar las expectativas que los
trabajadores tienen de sus empresas. Estos cambios nos llevarán forzosamente a
desarrollar un nuevo estilo de liderar y a un diferente modo de ver la
organización empresarial.
Propuestas de valor
para generar compromiso…
¿Qué comportamientos tendríamos que cambiar para que el
compromiso sea cada vez mayor y así alcanzar un mejor rendimiento y unos
excelentes resultados de negocio?
Pues lo primero de todo, dejarnos de conceptos teóricos
sobre el compromiso, que lo único que generan son frustraciones y desconfianza.
Una organización madura tendría que averiguar que conductas pueden ser
aceptadas por los trabajadores, y una vez averiguado, intentar superarlas e ir
más lejos.
Conozco a directivos que quieren agilizar y flexibilizar con
la máxima rapidez posible este aspecto, ya que son conscientes de que estas
conductas tienen que ser trabajadas en función del sector en el que operan sus
compañías y según el perfil de cada puesto de trabajo.
Es de vital importancia definir, con la mayor exactitud
posible, el concepto de “compromiso”, ya que esto será un requisito necesario
para que los trabajadores se comprometan con sus organizaciones. Alinear las
prácticas de Recursos Humanos, tales como la evaluación y gestión del
desempeño, la formación, el desarrollo/promoción, la retribución y otras… con
las expectativas que los trabajadores tienen sobre el significado de
compromiso, servirá para enfatizar, posibilitar y reforzar las energías y
fuerza de la plantilla.
Hacer una propuesta
de valor atractiva para los empleados
Está demostrado que los empleados quieren ser valorados al
mismo tiempo que quieren proporcionar valor. Hasta ahora, muchas de las
acciones llevadas a cabo, han creado una desconexión entre lo que las empresas
requieren, lo que están ofreciendo y lo que los empleados esperan a cambio para
llegar a ese compromiso que genere bienestar y valor.
Unas buenas prácticas en la Gestión del Capital Humano,
transmiten a los empleados el interés de la empresa por ellos, y en consecuencia la idea de cómo
ellos podrían percibir el valor de su empresa. Todo ello debe ir acompañado de
una buena política de comunicación en donde la “conversación” sea el factor
determinante para conocer que espera cada cual del otro.
Crear una cultura de
compromiso
No es una tarea fácil y requiere un cierto tiempo. El
compromiso no se alcanza con una puntuación alta en un estudio de clima. El
compromiso es lo que hace cada día la gente. Tú miras a los trabajadores y con
su actitud te das cuenta de en qué medida están involucrados.
Una cultura del compromiso se alcanza analizando que haces y
como lo haces. Recientemente se han llevado a cabo diferentes estudios sobre este tema y los investigadores han
llegado a la conclusión de que las empresas, y en concreto sus directivos,
deberían tener una visión más holística y no centrarse solo en el resultado del
compromiso.
Las organizaciones sanas, con fuertes culturas, demuestran
que han hecho un gran esfuerzo y por ello han conseguido situarse en una
posición alta no solo en lo concerniente al compromiso sino también en lo
referente a otras variables como la
marca, la orientación a resultados, el liderazgo… etc.
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