En el boletín del pasado 20 de octubre de Forbes.com, Travis Bradberry, autor de
"Emotional intelligence 2.0", defiende la idea de que si queremos ser
líderes convincentes con alto poder de convocatoria debemos resultar
atractivos. Los tiranos y gruñones con una visión brillante pueden conseguir
reclutar a unos seguidores reacios durante un corto periodo de tiempo, pero
luego los pierden. Queman a sus colaboradores antes de que estos puedan llegar
a mostrar sus capacidades.
Las investigaciones de TalentSmart analizando datos de más
de un millón de personas muestran que los líderes accesibles, humildes y positivos,
que por tanto tienen un alto nivel de inteligencia emocional resultan más
atractivos y consiguen un mejor desempeño que los que no lo tienen.
Bradberry expone 10
comportamientos claves que hacen que los líderes emocionalmente inteligentes
resulten más atractivos:
1.- Establecen
conexiones personales. Hasta en un local abarrotado logran que las personas
sientan que están manteniendo conversaciones personales, como si fuesen la
única persona en el lugar que les importa y en ese momento realmente lo son.
Comunican a un nivel muy personal, emocional, nunca olvidando que quien tiene
delante de ellos tienen sentimientos que hay que considerar.
2.- Son accesibles.
Están convencidos de que cualquier persona, independientemente de su rango o
capacidad merece su tiempo y atención. Hacen que todos se sientan valiosos
porque todos son valiosos.
3.- Son humildes.
Pocas cosas resultan menos atractivas que la arrogancia. Los líderes agradables
no actúan como si fuesen mejores que los demás, porque no piensan que son
mejores. En lugar de considerar el liderazgo como una fuente de prestigio,
consideran su posición como una responsabilidad de servicio hacia sus
seguidores.
4.- Son positivos.
Procuran siempre mantener una visión positiva, lo que muestran a la hora de
describir las cosas y las situaciones. Incluso en situaciones indudablemente
negativas emanan la confianza de que pueden contribuir a que el futuro sea
mejor que el presente.
5.- Son equilibrados.
Saborean los triunfos sin que se suban a la cabeza y reconocen sus errores sin
enredarse en ellos. Aprenden de ambos y siguen adelante.
6.- Son generosos.
Comparten sus conocimientos y recursos y no actúan como si temiesen ser
desbancados por sus colaboradores si les facilitan todo lo que necesitan para
hacer su trabajo. Creen que el éxito de éstos es su éxito.
7.- Son íntegros.
Inspiran confianza y admiración a través de sus acciones, no sólo de sus
palabras diariamente.
8.- Son capaces de
leer a las personas como si fuesen libros abiertos. La comunicación no
verbal es para ellos, con frecuencia, más importante que las palabras que las
personas dicen. Se fijan en las expresiones faciales, en el lenguaje corporal y
en el tono de voz para percibir lo que realmente está sucediendo a sus
colaboradores.
9.- Reconocen y
aprecian el potencial. Robert Brault dijo: ”El carisma consiste no tanto en
conseguir gustar a las personas, sino en que las personas se gustan a sí mismas
cuando estamos cerca”. Estos líderes no
sólo intentan captar lo mejor de los demás sino que se aseguran de que los
demás lo vean, también. Hacen aflorar los talentos de sus colaboradores para
que éstos sean mejores y lograr un mejor resultado.
10.- Son consistentes.
Daniel Quinn mantiene que “El carisma sólo logra captar la atención, una vez
que se ha conseguido tiene que haber algo que decir”. Son líderes que conectan
regularmente con sus colaboradores para compartir sus ideas ya que comprenden
que su conocimiento y experiencia pueden ser críticos para el éxito de todos
los que trabajan con ellos.
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