Un 77% de los empleados que lo sufren muestran
síntomas de estrés.
La vida es corta, sí, pero puede serlo todavía más
si debes lidiar a diario con un mal jefe. Eso es lo que afirma un reciente
estudio realizado por Keas.com, que revela que un 77% de empleados en esa
situación muestran síntomas de estrés y un 66% de los que topan con un director
desconsiderado o falto de habilidades comunicativas son más propensos a padecer
enfermedades cardíacas.
Otro informe, esta vez de Inc., desvela que aquellos trabajadores que tienen una relación pobre con sus superiores son un 30% más propenso a sufrir enfermedades cardiovasculares.
Se estima que tres de cada cuatro empleados piensan que su jefe es el peor factor, y el más estresante, de su trabajo. El 65% de ellos preferiría un jefe mejor antes que un aumento de sueldo.
Llegados a este punto, uno se pregunta "¿Existe un patrón concreto para ser un mal jefe?", "¿Son estos directivos conscientes de que son malos jefes?".
Otro informe, esta vez de Inc., desvela que aquellos trabajadores que tienen una relación pobre con sus superiores son un 30% más propenso a sufrir enfermedades cardiovasculares.
Se estima que tres de cada cuatro empleados piensan que su jefe es el peor factor, y el más estresante, de su trabajo. El 65% de ellos preferiría un jefe mejor antes que un aumento de sueldo.
Llegados a este punto, uno se pregunta "¿Existe un patrón concreto para ser un mal jefe?", "¿Son estos directivos conscientes de que son malos jefes?".
Es probable que la mayoría de los jefes no se hayan
propuesto ser malos ni sean conscientes de sus defectos como líderes, pero como
nos pasa a la mayoría, suelen escudarse en una buena intención a la hora de
justificar su "mal comportamiento".
Y... ¿de qué adolece un mal jefe?
Y... ¿de qué adolece un mal jefe?
- No tiene ni sabe comunicar una visión clara de futuro.
- Se comunica solamente con un grupo concreto de personas, dejando al margen a todos los demás.
- Carecen de entusiasmo y pasión por el trabajo.
- No son capaces de inspirar a sus empleados.
- Aceptan la mediocridad en lugar de motivar a la excelencia.
- Atacan a la gente en vez de atacar el rendimiento.
- Toman decisiones en base a rumores en lugar de tomarse el tiempo para recabar la información necesaria.
- No son capaces de reconocer y dar crédito a los empleados por los esfuerzos y logros.
- Se muestran inseguros de sí mismos y eso a menudo conduce a comportamientos paranoicos y vengativos.
- Evitan situaciones difíciles en lugar de enfrentarlas de manera racional.
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