Delegar no es fácil. Aunque es una de las
herramientas más importantes que tenemos los líderes para obtener los
resultados esperados, sigue siendo engorroso ser efectivos al delegar.
La verdad es que muchos líderes no delegan por temor. Piensan que si lo hacen los resultados no saldrán como ellos esperan o en el tiempo deseado. Son temores que surgen de la ignorancia sobre cómo delegar además de no confiar lo suficiente en sus equipos de trabajo para otorgarles más poder a la hora de actuar.
Los líderes que delegan disfrutan más de su trabajo, no se sienten indispensables sino parte de un equipo y logran que sus organizaciones sean fluidas al ir creciendo constantemente.
En este nuevo Post, quiero darte solo 3 ideas claves para saber Cómo delegar con Efectividad:
1) Delega en la persona correcta
Cuando se trata de delegar una tarea, sea esta sencilla o más complicada, la primera opción es pensar en quién es la persona correcta que la puede llevar a cabo. Muchos líderes cometen el error de pensar que porque la tarea es sencilla, cualquiera la podría realizar.
Pero aquí lo más importante es elegir a una persona que se pueda identificar con la tarea para que la pueda hacer: con entusiasmo, de manera rápida y acertando en el resultado.
Si la tarea se delega en alguien que no se sienta identificado con la misma, podría restarle valor, y caer inconscientemente en el retraso, olvido o procrastinación. El líder pensará que la persona la está ejecutando adecuadamente cuando en realidad la ha estado aplazando.
El líder debe elegir dentro de su equipo de trabajo a una persona que: a) se sienta identificada con la tarea, b) esté capacitada formal o informalmente para ejecutarla con excelencia, c) esté de acuerdo en realizarla.
Luego de delegar, el líder debe hacer un seguimiento constante a la persona encargada, pero sin llegar a hostigar. Es importante aclarar que aunque la haya delegado, el líder sigue siendo el responsable de que la tarea se lleve a cabo.
En este punto, se debe ser muy cuidadoso para que el colaborador no se sienta vigilado por el líder sino que más bien sienta que se le ha dado confianza.
Delegar en la persona correcta evitará malos ratos y la tentación de echarse la culpa unos a otros si la tarea no sale como se espera, lo que empañaría todo el proceso de delegación.
2) Delega la tarea correcta
Así como es necesario elegir a la persona correcta, también es necesario e importante elegir la tarea correcta. No todas las tareas se deben delegar a pesar de que un colaborador se sienta identificado y esté capacitado. Un caso particular es cuando la tarea implica decisiones gerenciales importantes como el contacto con un cliente potencial, la apertura de un nuevo negocio o la introducción de un nuevo producto o servicio al mercado.
Hay ciertas decisiones que sencillamente no se deberían delegar. El líder tiene que tener discernimiento y sentido común para decidir qué aspectos de su trabajo puede delegar y qué aspectos definitivamente no.
La idea de la delegación es descargarse de trabajo que pueda hacer otra persona, igual o mejor de lo que uno mismo lo haría.
Si al delegar una tarea el resultado que se obtiene es de mayor complicación que al principio quiere decir que el proceso de delegación no ha sido efectivo. Puedes hacer una lista de tus tareas y separar aquellas que no deberías delegar, de las que si podrías delegar. Al lado de cada ítem puedes agregar la persona de tu equipo que consideras que podría encargarse fielmente de algunas tareas según los puntos que comenté anteriormente.
Recuerda que mientras más tareas delegues tú tiempo se expandirá más y podrás dedicarlo a las tareas y decisiones que solo tú puedes hacer.
3) Delega en el tiempo correcto
Delegar en el tiempo correcto significa que no lo haces a última hora. Cuando se delega sin tiempo de acción para obtener el resultado deseado, lo que quizá se está haciendo es librándose de una responsabilidad y causando un problema en la persona en quien se delega.
Se debe tener en cuenta las características de la tarea para que el rango de tiempo que se requiere para hacerla efectivamente, sea el adecuado.
Una tarea sencilla delegada con mucho tiempo de anticipación no será de incentivo para la persona elegida. Por otro lado, una tarea de alta prioridad delegada con poco tiempo de anticipación causará estrés en la persona encargada.
La tarea en cuestión determinará el tiempo en que se debe delegar. Así mismo, la capacidad de la persona puede ser un factor que determine el tiempo para delegarle alguna tarea ya que dependerá si está capacitada para llevarla a cabo o si necesita un tiempo previo de orientación-preparación.
Delegar es crucial para un líder. Por más que sienta que tiene el tiempo suficiente para realizar una tarea, la premisa es que si dicha tarea se puede delegar, lo mejor es hacerlo.
El tiempo que se ahorra puede ser invertido en la planificación, visualización, toma de decisiones estratégicas, que le puedan dar un impulso a la organización. Un beneficio adicional no menos importante, es que podría dejarte más tiempo para dedicárselo a tu familia y/o colaboradores que requieran tu atención.
Muchos líderes tienen temor al delegar y ese mismo temor los atrapa en un ciclo de donde se les hace difícil escapar, terminando absortos de trabajo innecesario, cuando fácilmente otra persona de su equipo lo podría estar haciendo.
Evitar caer en esta trampa es la clave de la efectividad de cualquier directivo. Adicionalmente, el colaborador se sentirá tomado en cuenta, crecerá en sus niveles de responsabilidad y se sentirá más comprometido con la empresa, lo cual aumentará su motivación y deseo de hacer las cosas bien.
Sé el líder que debes ser y delega en la persona correcta, la tarea correcta y en el tiempo correcto y verás cómo tu efectividad aumenta.
¿Qué otro factor tomas en cuenta antes de delegar una tarea?
Compártelo con nosotros en los comentarios.
Hasta la próxima.
José Manuel Pujol H
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