El éxito de la implementación de
la inteligencia artificial
depende de un cuidadoso
equilibrio, asegura el autor
Desde la asistencia de voz en el coche hasta la formación de
futuros violinistas, la inteligencia artificial (IA) está facilitando las
tareas cotidianas de la gente, y dentro de la industria del marketing digital
no es una excepción.
Las marcas anunciantes están aprovechando la gran capacidad
de la IA para aumentar la eficiencia, especialmente cuando se trata del
procesamiento de datos a gran escala y a alta velocidad. De hecho, una
investigación de IAB nos muestra que el 64% de los anunciantes utilizan
herramientas avanzadas para ajustar la precisión de la segmentación en España,
con casi dos quintas partes (36%) de acuerdo en que mejora su ventaja
competitiva y su productividad. Pero, a pesar de todo el enfoque que ponemos en
las máquinas, también es importante no olvidar lo que los humanos pueden hacer
por la IA.
Sin personal cualificado entre bastidores, el poder de las
tecnologías inteligentes para alcanzar los objetivos empresariales clave es
limitado. Y es por eso que la inversión en talento sigue siendo importante.
¿Qué aporta la
IA a la publicidad?
Contradiciendo la narrativa estándar de la IA como una
amenaza para el empleo, los trabajadores españoles acogen con satisfacción la
innovación tecnológica: no sólo el 63% cree que la IA beneficiará a su empleo a
largo plazo, sino que el 88% también quiere más formación digital. Gran parte
de este entusiasmo se debe a la capacidad de la Inteligencia Artificial para
ahorrar tiempo y mano de obra. En publicidad, por ejemplo, el aprendizaje
automático reduce la carga analítica que puede sobrecargar a los anunciantes (y
llevar a los negocios programáticos hacia el agotamiento) al evaluar
instantáneamente datos dispares, identificar patrones y generar información
útil.
Con herramientas inteligentes que proporcionan los medios
para identificar audiencias objetivo, invertir directamente en medios de alto
rendimiento y ajustar la estrategia en tiempo real, no es de extrañar que el
73% de los anunciantes piensen que la automatización es el mayor beneficio de
la IA. Pero incluso la tecnología más inteligente necesita alguna orientación
para asegurar una evaluación y ejecución efectiva de los datos con las
prioridades de la marca.
Donde los algoritmos
se quedan cortos
Hay muchas razones por las que ninguna empresa puede ser
alimentada únicamente por la tecnología. Para empezar, la IA no es totalmente
independiente. Los algoritmos básicos ejecutan programas fijos que resuelven
problemas particulares con parámetros estrictos, escritos por personas. Incluso
las máquinas y los sistemas de aprendizaje profundo son entrenados usando
conjuntos de datos que necesitan ser etiquetados manualmente antes de que
comience el análisis.
Luego está la cuestión del control de la entrada de datos.
Como señala John Pickles, el líder en optimización de marketing digital de Ford
Europa: "Basura dentro significa basura fuera". Las herramientas
alimentadas con datos imprecisos producirán resultados inexactos que pueden
llevar a los anunciantes a malgastar presupuestos e irritar a las audiencias.
Además, las máquinas aún no pueden invertir dinero para entender las
necesidades y objetivos específicos de las empresas. Por lo tanto, la
monitorización humana y la personalización siguen siendo vitales para asegurar
que las plataformas basadas en IA funcionen como deberían.
Por no hablar de la creatividad. A pesar de la significativa
progresión en la creación de campañas autónomas, la tecnología todavía carece
de la imaginación necesaria para construir anuncios inspiradores que despierten
la atención de la audiencia y se relacionen con ellos a un nivel personal y
significativo.
Abrazando un futuro
híbrido
Todo esto lleva a una conclusión principal: el éxito de la
implementación de la IA depende de un cuidadoso equilibrio. En una industria
cada vez más competitiva, los anunciantes necesitan plataformas inteligentes
que les permitan evaluar los datos de manera eficiente y asegurar que la
inversión se destine a puntos de contacto y comunicación que ofrezcan la mejor
oportunidad de generar los resultados de negocio deseados. Pero definir cuáles
deberían ser esos objetivos, mantener la tecnología en el buen camino y hacer
conexiones individuales requiere el toque humano.
Y para lograr este equilibrio, deben invertir tanto en el
fomento del talento como en el desarrollo tecnológico. Además de contratar a
personas con las habilidades necesarias para manejar la IA - ingenieros que
pueden construir y ajustar algoritmos o científicos de datos capaces de probarlos
y alinearlos con los objetivos de la campaña - el cultivo interno es clave. Dar
a los empleados actuales la oportunidad de mejorar sus habilidades y
desarrollarse es vital no sólo para crear una fuerza laboral preparada para
trabajar con IA, sino también para retenerla. Como la mayoría de los
anunciantes (64%) saben, encontrar y retener el talento adecuado no es fácil.
Iniciativas como la capacitación, las sesiones de mentoring,
los hackatones y los intercambios de trabajo son pasos relativamente pequeños,
pero marcan una gran diferencia en la cultura de la compañía y en la fuerza
colectiva. Al fomentar un entorno en el que el talento es libre de prosperar y
aprender, la industria de la publicidad puede desbloquear todo su potencial
para impulsar el crecimiento persistente de los ingresos y la creatividad, sin
importar lo que traiga la siguiente fase de la transformación digital.
Óscar Rodríguez es
director General de Xaxis
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