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jueves, agosto 08, 2019

'Cyborgs': Elon Musk y la nueva era de la neurociencia

Neuralink fue fundada en 2016 para facilitar la comunicación entre personas y máquinas.

Los avances de la 'start up' Neuralink, fundada por Elon Musk, pueden dar un impulso definitivo a la investigación en neurotecnología.

La presentación que tuvo lugar hace casi dos semanas en San Francisco podría pasar a la historia por haber dado un gran paso en la creación de cyborgs, la simbiosis entre inteligencia humana y artificial (IA). Aunque también podría quedarse en una mera nota a pie de página en la carrera de Elon Musk, un showman de las tecnologías y un emprendedor extraordinario. Musk dio a conocer los primeros detalles de un implante electrónico para el cerebro creado por Neuralink, la empresa que fundó en 2016 para facilitar la comunicación directa entre personas y máquinas.

Sus primeras aplicaciones se centrarán en la medicina para ayudar a pacientes con serios daños cerebrales y del sistema nervioso. Musk también anunció más planes futuristas que darán a los humanos la opción de "fusionar la inteligencia artificial" con el intercambio de pensamientos, aumentando la capacidad mental de personas saludables.

"Es totalmente distinto a lo que se ha hecho hasta ahora",
dice un científico sobre el proyecto de Musk

Con Neuralink, en la que Musk ha invertido más de 100 millones de dólares, el fundador de Tesla se suma al campo de la neurotecnología, en el que cientos de compañías y laboratorios académicos desarrollan distintos tipos de interfaces para fines médicos y recreativos. No obstante, la de Musk es la única empresa que alardea de la simbiosis con la IA como objetivo de negocio.

Los investigadores de Neuralink han publicado un estudio científico con detalles sobre su prototipo. Damien Coyle, profesor de neurotecnología de la Universidad del Ulster en Reino Unido, cree que "lo que están haciendo es impresionante. Es totalmente distinto a lo que se ha hecho hasta ahora, aunque está en una fase inicial", añade. El estudio describe los tests de la interfaz de Neuralink implantada al cerebro de las ratas. En la presentación de San Francisco también se habló de las pruebas que se han llevado a cabo con monos.

La compañía espera obtener el permiso de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA) para empezar los ensayos en pacientes con daño cerebral el año que viene. La neurotecnología cubre una amplia gama de técnicas. Calcular el tamaño del mercado es difícil, aunque, según Research & Markets, la facturación mundial el año pasado ascendió a 8.400 millones de dólares y crecerá hasta 13.300 millones en 2022.


IMPLANTES INVASIVOS

La mayor división está entre los implantes invasivos, como los de Neuralink que se insertan en el cerebro, y los métodos no invasivos que detectan y modulan la actividad neuronal desde fuera. Sólo los implantes invasivos ofrecen contacto directo con neuronas en el interior del cerebro y, en este caso, Neuralink supone un importante avance frente a las técnicas ya existentes.

En los primeros experimentos de la compañía se insertaron 3.000 electrodos en el cerebro de ratas y la cifra podría aumentar a 10.000. Neuralink también ha desarrollado un robot quirúrgico para insertar los electrodos en el cráneo a través de pequeños agujeros. En la versión para humanos se intercambiarán datos neuronales entre los electrodos y un ordenador externo a través de un procesador con un transmisor inalámbrico implantado detrás de la oreja. Para Musk, los grandes números de electrodos son fundamentales para ofrecer un flujo rápido de información que vaya hasta el cerebro.

El implante cerebral más conocido utilizado en investigaciones es BrainGate, desarrollado por un consorcio de universidades de EEUU. Aunque sus dispositivos tienen muchos menos electrodos que los de Neuralink, han cosechado importantes éxitos.

Neuralink espera el visto bueno de las autoridades de EEUU
para empezar los ensayos con humanos

Sin ir más lejos, los ingenieros biomédicos de la Universidad Case Western Reserve de Cleveland, Ohio, marcaron un hito en 2017 cuando Bill Kochevar, paralizado desde el cuello hasta los pies durante ocho años tras sufrir un accidente en bici, se convirtió en el primer paciente cuadripléjico en recuperar movilidad en sus miembros de forma electrónica. Un implante BrainGate con dos guías de electrodos de 96 canales, situado en la superficie de la corteza motora de Kochevar, envió mensajes a un sistema de estimulación eléctrica funcional reemplazando sus nervios dañados.

El estudio sobre los implantes diseñados para leer los pensamientos de los pacientes ha progresado de forma independiente a otro importante campo del tratamiento cerebral invasivo, la estimulación profunda del cerebro, que puede ayudar a las personas con Parkinson, epilepsia y depresión enviando impulsos eléctricos a las áreas responsables de los síntomas.

Hasta ahora, los investigadores de estos campos procedían normalmente de disciplinas ligeramente distintas dentro del estudio del cerebro, lo que ha limitado el margen para la cooperación, según explica John Donoghue, el director del Wyss Center para Bio y Neurocirugía de Suiza. "Al trabajar juntos y compartir información, podemos aprender los unos de los otros y expandir el alcance de esta tecnología".

Otro campo prometedor en la investigación de implantes es la devolución de la vista a las personas que se han quedado ciegas pero que conservan el córtex visual cerebral. Por ejemplo, un dispositivo llamado Orion, desarrollado por la firma de Los Ángeles Second Sight Medical Products, transmite imágenes desde una diminuta cámara instalada en las gafas del usuario a un implante compuesto por 60 electrodos.

Investigadores del Baylor College of Medicine de Texas informaron de los resultados de los ensayos iniciales el mes pasado: "Aunque nuestros sujetos describen la capacidad de identificar ciertos objetos, de momento no distinguen contornos claros", explicó William Bosking, profesor auxiliar de neurocirugía.

 Elon Musk ha invertido más de cien millones de dólares en su empresa 
de investigación en neurotecnología Neuralink. EFE

APLICACIONES MILITARES

La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA) de EEUU hace tiempo que está interesada en la neurotecnología con fines militares. La agencia anunció en mayo que seis organizaciones recibirán financiación de su programa de neurotecnología. "DARPA se está preparando para un futuro en que la combinación de sistemas no tripulados, inteligencia artificial y ciberoperaciones pueda llevar a que los conflictos se desarrollen en horizontes de tiempo demasiado cortos como para que los humanos los gestionen de forma eficaz sólo con la tecnología actual", explica Al Emondi, el director del programa.

Estados Unidos investiga las aplicaciones de la neurotecnología en el ámbito militar

Al crear dispositivos que no requieren cirugía, "DARPA podría ofrecer herramientas que permitan a los comandantes de las misiones seguir muy de cerca operaciones dinámicas que se desarrollen a gran velocidad". En otras palabras, aumentarían la capacidad cerebral de los soldados.

Con independencia de si la motivación para construir interfaces cerebro-ordenador es militar, médica, de ocio o para comunicarse con la inteligencia artificial, los observadores creen que la entrada de Musk dará un impulso al campo. "Siempre ha escuchado que una compañía privada nunca podría enviar cohetes al espacio. Le dijeron que nadie compraría un coche eléctrico", apunta Gil Luria, responsable de investigación del banco de inversión DA Davidson. "Prospera con los detractores", añade. Puede que los ciborgs no lleguen tan pronto como vaticina Musk, pero sería un error descartar su eventual aterrizaje considerándolo ciencia ficción.


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