La sociedad
literaria y el pastel de piel de patata
Director: Mike Newell
Nacionalidad: Gran Bretaña, EEUU Género: Drama, histórico
A la dcha., Lily James, que interpreta a Juliet Ashton, protagonista de
la película. / EXPANSION
Una oportunidad para
observar la creatividad y la colaboración desinteresada en momentos críticos.
Valentía, coraje, determinación y mucha creatividad se dan
cita en esta película que se estrenará el próximo 26 de octubre. Tuvo su
premiere española el pasado mes de abril, inaugurando el IIFestival de Cine de
Barcelona-Sant Jordi, y ese mismo día se estrenó en Reino Unido, donde cosechó
una taquilla de casi 8 millones de euros. Basada en la novela del mismo título
de Mary Ann Shaffer y Annie Barrows -bestseller con más de cinco millones de
ejemplares vendidos-, cuenta la historia de Juliet Ashton -Lily James-,
escritora británica en el Londres de 1946, con sus éxitos y fracasos
literarios.
En medio de una crisis de inspiración recibe una carta de un
desconocido desde Guernsey, una isla en el Canal de la Mancha que sufrió la
ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial. Dwasey Adams -Michiel
Huisman- le pide ayuda para conseguir un libro de un autor que le gusta mucho.
A través de esta relación epistolar, Ashton conoce la historia de La sociedad
literaria y el pastel de piel de patata, un grupo de personas que se reúne para
comentar libros y comer pastel de piel de patata. Que la protagonista principal
de esta historia sea una mujer que perdió a sus padres en el conflicto bélico y
que tenga independencia económica da material más que de sobra para hablar de
mujeres hechas a sí mismas, valientes en un mundo de hombres.
La rutina prohibida
La película va más allá. Es un canto a la determinación, la
solidaridad y cómo aferrarse a una vida normal en un momento en el que se rompe
la rutina de un pueblo apacible. Elizabeth -Jessica Brown-Findlay-, es la líder
de este grupo tan variopinto que un buen día improvisa una fiesta y, de regreso
a casa, se topa con la Gestapo. En 1941 existía el toque de queda y entre los
derechos vulnerados por la ocupación estaba el de reunión. Esta joven explica
que son una sociedad literaria y que sólo comentan libros y comen pastel de
patata, ya que todo el ganado se había requisado para alimentar a las tropas
alemanas en el continente.
Los libros son la excusa para unir a estas cinco personas
que encuentran en la lectura un aliciente para seguir viviendo y evadirse de la
realidad de la guerra, de un pueblo ocupado, con delatores afines a la causa
nazi y... sin niños -todos fueron evacuados antes de la ocupación-. La sociedad
literaria se aferra a lo sensible, a lo amable, a la cultura... como si fuera
algo prohibido. Es su pequeño acto de rebeldía.
El liderazgo, la
camaradería, el trabajo en equipo, la diversidad y perseguir un objetivo son
algunos de los valores que refleja esta película, trasladables al mundo
empresarial, sobre todo en momentos en los que lo de siempre es historia.
Los procesos de reestructuración y los cambios que traen la transformación
tecnológica han dado un vuelco a la rutina laboral. Y si los personajes de esta
película buscaron en la sociedad su refugio, los profesionales que sobreviven a
estos procesos de cambio son cada vez más creativos. Muchos de ellos se han
refugiado en grupos de trabajo autónomos, al margen del ruido empresarial, para
dar forma a un proyecto que impulse esa transformación necesaria para ser más
competitivos. Y los que no lo han conseguido en la empresa, han optado por
seguir otra ruta para cambiar el mundo. El grupo literario de esta película no
consiguió cambiar el mundo pero, como los profesionales, logró encontrar su
camino.
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