Algunos jefes tienden
a usar expresiones o frases que menoscaban el ánimo de sus empleados, así como
su motivación y, a un nivel superior, su productividad laboral. Saber cómo
formular una frase que trabaje en la apreciación de nuestros empleados y su
trabajo va a revertir en un ambiente laboral más sano y eficiente.
Aprender a transmitir
nuestras ideas en la forma correcta es la mejor fórmula para que el trabajo
avance en las líneas que pretendemos. Por ello, Fast Company ha recopilado
en un artículo las cinco frases más comunes que todo jefe suele decir
durante las reuniones de personal y que, lejos de conseguir lo que pretenden, alejan a los empleados de los objetivos comunicativos
buscados.
“Es una pérdida de tiempo”
La necesidad de ser eficaces y productivos, puede llevar a
que a menudo se menosprecien ideas
que, por tiempo o gasto de recursos, pueden parecer inútiles o inviables.
Descartar esas propuestas es parte del trabajo de un jefe, sin embargo, un líder
debe enfocar ese mensaje desde la perspectiva de que, la idea, no se acerca a los objetivos y prioridades actuales del equipo
y puede proponer al trabajador que lo enfoque de un modo distinto, incentivando
así su motivación y no despreciando su iniciativa.
“Es probable que no
seas consciente de ello pero…”
El uso de frases que sugieren error, incomprensión o desconocimiento puede ser visto como una falta de consideración hacia la
profesionalidad de los empleados. Además, sugiere que, como jefes, nuestra
perspectiva está por encima de la de ellos.
Para subsanar este problema con lo que transmitimos, los
expertos recomiendan anticiparnos y
asumir el error como propio: "Lo siento, me he olvidado de decirle
sobre esto", ya que el objetivo no es saber de quién es el fallo, sino
reforzar la relación de confianza que se establece entre el líder y su
empleado.
"No te puedo
ayudar o responder"
Negar a un empleado la resolución
de una duda o conflicto puede suponer un problema que va más allá de la
relación laboral. Si el trabajador decide tomar la iniciativa por su cuenta,
para solucionarlo o encontrar una respuesta, aumentan las probabilidades de tomar una decisión errada ya que,
puede, que no tenga toda la información necesaria para hacerlo.
“Sin ofender, pero…”
Si no se va a ofender ¿por qué, entonces, se advierte de
antemano? Si se sabe que lo que se va a decir puede dañar de alguna manera al
receptor, es mejor reformular la frase
de nuevo.
Si se trata de mostrar una diferencia de opiniones, entonces
es mejor ser claro y transmitir que no
se está de acuerdo con algo, sin dar a entender que, al estar en contra,
voy a ofender a la otra persona.
"No importa, yo
me ocupo"
Asumir tareas que no nos competen, aunque sea con el
objetivo de facilitar el trabajo de otra persona, puede generar un sentimiento de fracaso o inutilidad en
el trabajador. En cambio, si esa decisión va acompañada de un: "No te
di suficiente tiempo o información, cuando lo acabe, te explico cómo hacerlo
para la próxima vez", lleva
implícita una preocupación por la formación de esa persona.
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