Deborah Bright,
en hbr.org del pasado 17 de enero
plantea la necesidad de dar un feedback que pueda ser considerado crítico de
forma que los profesionales presten atención. Si se realiza de forma adecuada
la crítica puede mejorar el desempeño, incrementar la confianza y el respeto y
favorecer la consecución de objetivos
mutuos. Si se hace de forma incorrecta puede resultar tóxica para la relación.
Bright, basándose en
su experiencia como coach ejecutiva, ha desarrollado una serie de
recomendaciones para conseguir que el feedback crítico pueda ser percibido como
una ayuda y por tanto aceptado. Entre ellas destacan:
1.- Comprometer al
profesional con una solución específica. Con frecuencia los directivos
ofrecen sus críticas en términos generales dejando al receptor que adivine qué
remedio se espera.
Los buenos “coaches” son específicos y ayudan a buscar
pautas a seguir. De esta forma al comprometer al profesional con una solución
nos aseguramos de que actúe correctamente en la siguiente ocasión, le estamos
transmitiendo el respeto que sentimos por sus opiniones y estamos generando
confianza.
2.- Ligar la crítica
con lo que es más importante al profesional. Si éste capta la relación que
existe entre la crítica y aquello que es más importante para él se mostrará más
receptivo.
Mantener el tono de voz y el lenguaje corporal neutral. Las
críticas en el mundo laboral son más eficaces cuando se transmiten en un tono
de voz natural, con una expresión facial relajada y con un lenguaje corporal
neutral.
Una comunicación no
emocional manda el mensaje de que el feedback es simplemente una parte del trabajo
cotidiano.
3.- Prestar atención
a las preferencias individuales. Debemos anticiparnos a la necesidad de
ofrecer comentarios críticos y preguntar a nuestros profesionales cómo
prefieren recibir el feedback. Si quieren que se les facilite inmediatamente u
optan por que se posponga a otro momento más adecuado, si les gustaría
recibirlo personalmente o a través de otros medios como el correo electrónico,
si es mejor que sea en un lugar neutral o en el lugar de trabajo,….
Un estudio reciente llevado a cabo por la autora y la
Asociación Nacional de Management Norteamericana encontró que el 98% de los
directivos creían que es importante
estar abiertos y ser receptivos a las críticas pero que es más fácil decirlo
que hacerlo.
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