¿Qué es más importante? ¿La
estrategia o la ejecución? Muchos dicen que hacer es más importante que pensar,
pero no puede haber buena ejecución sin una buena estrategia.
En general, la posición que dice
que la estrategia es menos importante que la ejecución es difícil de refutar.
Si la estrategia es análisis y la ejecución es hacer las cosas, tiene más valor
hacer que analizar. Desde esa perspectiva una estrategia es una declaración. Y
en ese caso, la ejecución es más importante.
Pero cualquier estratega serio sabe que una estrategia es mucho más que un eslogan, aclara un ensayo de Strategy & Business. Es la serie de opciones que se hacen sobre dónde jugar y cómo ganar para maximizar el valor de largo plazo. Ejecutar es producir resultados en el contexto de esas opciones. Por lo tanto, no puede haber buena ejecución sin tener una buena estrategia.
Obviamente casi todos coinciden en que no se puede lograr buenos resultados sin tener buena ejecución; también muchos coinciden en que no alcanza con tener una buena estrategia para tener la fórmula del éxito. Pero también son muchos los que sacan la conclusión equivocada es que esto convierte a la ejecución en algo más importante que la estrategia.
Consideremos, como ejemplo, a Toyota Motor Corporation y General Motors Company. Toyota produjo mejores resultados que GM durante muchos años porque ejecutó mejor que su competidora. Pero logró superar porque eligió caminos más coherentes y más claros sobre dónde jugaría y cómo competiría.
Pero cualquier estratega serio sabe que una estrategia es mucho más que un eslogan, aclara un ensayo de Strategy & Business. Es la serie de opciones que se hacen sobre dónde jugar y cómo ganar para maximizar el valor de largo plazo. Ejecutar es producir resultados en el contexto de esas opciones. Por lo tanto, no puede haber buena ejecución sin tener una buena estrategia.
Obviamente casi todos coinciden en que no se puede lograr buenos resultados sin tener buena ejecución; también muchos coinciden en que no alcanza con tener una buena estrategia para tener la fórmula del éxito. Pero también son muchos los que sacan la conclusión equivocada es que esto convierte a la ejecución en algo más importante que la estrategia.
Consideremos, como ejemplo, a Toyota Motor Corporation y General Motors Company. Toyota produjo mejores resultados que GM durante muchos años porque ejecutó mejor que su competidora. Pero logró superar porque eligió caminos más coherentes y más claros sobre dónde jugaría y cómo competiría.
Eso incluyó mejores elecciones
sobre consumidores, su proposición de valor en términos de productos,
características y precios y las superiores capacidades que necesitaba para
responder a esa proposición ante esos clientes.
O sea, Toyota ejecutó mejor que
GM fundamentalmente porque tuvo una mejor estrategia que GM. El hecho de que
luego trastabilló en 2010 y 2011 refuerza el argumento de que una buena
estrategia sola no basta, hay que tener también una buena ejecución.
Pero no se debe olvidar que la calidad
de la ejecución depende mucho de la calidad de la estrategia.
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