En las reuniones de altos mandos empresarios, más
frecuentes de lo que trasciende, el comentario generalizado es que se
encuentran con funcionarios de gobierno que “han perdido la fe” ante el ala
cristinista que, lejos que buscar un modo de ordenar, encuentra la manera de
entorpecer. Así mencionan lo que ya ocurrió con el gasoducto en un Gobierno que
tardó casi dos años en ponerlo en marcha o lo que sucede con las tarifas. Los
empresarios achacan la reacción tardía en el gasoil que se evaporó por las
fronteras o las trabas en organismos como el Mercado Central para Mercado Libre
que pensaba ampliar la planta con una inversión millonaria y a fines de 2021
decidió dar marcha atrás con el proyecto. Otros temas como la Hidrovía también
están detenidos, según comentan. Y en el caso de la licitación del 5G se dice
que el Gobierno la demoraría para priorizar que funcione bien el 4 G en todo el
país. El consenso de los CEO es que Argentina está “al límite” pese a
exportaciones que estiman en el récord de US$90 mil millones este año. La duda
es como se atravesarán los próximos meses de sequía en el ingreso de divisas
del campo.
El embajador Carlos Tomada parece decidido a mejorar la
relación comercial entre Argentina y México. Por lo pronto el
presidente López Obrador acaba de abrir el mercado de carnes y están llegando
al país los inspectores para habilitar los frigoríficos. Ya lograron ampliar el
cupo de frijoles que representan una exportación anual de US$70 millones.
Además y apoyado en un poderoso empresario, Alfonso Romo, de Monterrey, quien
conoce a la Argentina por su pasión por los caballos de salto, Tomada pidió a
varios organismos que le preparen proyectos para cambiar un comercio bilateral que
representa la mitad del que tiene Chile con México. Los silo bolsa, las
novedades biotecnológicas de Bioceres, entre otras empresas, encabezan la
lista.
La mayoría de los pequeños acreedores de Vicentin ven
alejarse la posibilidad de cobrar con la decisión de la Corte Suprema de Santa
Fe de intervenir el concurso. Señalan que resultó un duro golpe a las
expectativas de cobro de más de 900 pequeños acreedores que habían aceptado la
oferta de pago. Según fuentes del juzgado de Reconquista, alrededor de 950 de
los casi 1.600 acreedores habían firmado su conformidad para aceptar el cobro
de la deuda. El anuncio del pago inicial de US$297 millones de dólares en
efectivo resolvía la situación de 792 acreedores, cuya deuda es menor a los 30
mil dólares. Son productores de Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y Buenos Aires
muy afectados con el default de Vicentin y un proceso concursal que lleva dos
años y medio.
El fondo de inversión regional Kamay Ventures, integrado
por Coca Cola y Arcor acaba de invertir en su sexta start up. Eligió a
Zippin que apuesta a que las Pymes de la región puedan acceder a servicios
logísticos como las empresas de primera línea. Zippin fue desarrollada por
Federico Arbio, Enrique Courtaux y Gabriel Topola y es una plataforma de uso
gratuito. Los usuarios encuentran en un solo lugar múltiples transportes y
herramientas de gestión. La empresa acaba de llegar al mercado chileno y planea
expandirse a México hacia fin de año. Y recibió una certificación por parte de
Mercado Libre, lo que le permitió que el gigante del e-commerce lo incluyera
dentro de su oferta logística como una solución para aquellos productos que
Mercado Envíos no gestiona. Su red de distribución está integrada por OCA,
Correo Argentino, Chazky y La Sevillanita. Cuenta con 2.100 puntos de despachos
y más de 4.500 de retiro.
Matías Burstein (32) ingeniero industrial egresado de la
UBA, tiene una dilatada carrera en empresas tecnológicas tras su paso por
Despegar y el unicornio brasileño Vtex. Pero hace tres años decidió a partir de
una experiencia personal “reinventar la industria del sueño”. Así nació Calm
junto a otros dos amigos y una vaquita en la que juntaron US$50.000. Cayeron en
la cuenta que no había comercialización on line de colchones que atribuyeron al
tamaño del colchón. Se lanzaron a comercializar los colchones en caja que se
fabrican con una espuma de alta densidad que se comprime y se sella al vacío y
que cuando se quita el envase, el solo contacto con el aire, le da la forma
original. El tamaño de la caja varía de acuerdo al colchón elegido. El máximo
llega a dos metros por 2 metros. Las máquinas para comprimir ya estaban en el
país. Calm se está expandiendo hacia todos los productos relacionados con el
descanso. Pero en la Argentina del “me too”, los líderes del negocio como
Piero, con el 35% del mercado, también desembarcaron en los colchones en caja.
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