Experiencias

Rodolfo Salas: Facilitador y potenciador sobre conocimientos de liderazgo, estrategia, marketing y gestión de los negocios.

Fortalezas: Dirigir, inspirar e integrar a otros con una gran energía, Aceptar cambios de forma positiva, Desarrollar relaciones con otros, Ser más visible y Tener un alto grado de compromiso.

jueves, junio 23, 2022

Cómo Vencer el Miedo a lo Desconocido


Nathan Furr y Susannah edición Harmon Furr en la de julio – agosto de Harvard Business Review plantean que los humanos estamos programados para temer lo desconocido. Por esta razón la incertidumbre, sea a un nivel macro o micro puede producirnos ansiedad y agotamiento. Pero esta reacción instintiva nos lleva a perdernos un hecho crucial: la incertidumbre y la posibilidad son dos caras de la misma moneda.

Si consideramos los logros de los que nos sentimos más orgullosos, los momentos que han transformado nuestras vidas o las relaciones que merecen la pena normalmente habrán ocurrido después de un periodo de incertidumbre, uno que seguramente era estresante pero que superamos para alcanzar algo grande.

La incertidumbre no tiene que paralizarnos. Los autores en la última década han estudiado a innovadores y a personas que han hecho posibles cambios y que lo han hecho bien y han analizado las investigaciones sobre resiliencia y tolerancia a la ambigüedad. Los hallazgos son claros: todos podemos aprender a gestionar la incertidumbre y a avanzar con seguridad hacia lo desconocido, aprovechando las oportunidades que se presenten. Para hacerlo proponen seguir las siguientes recomendaciones:

I.- REFORMULAR NUESTRA SITUACIÓN

La mayor parte de las personas sentimos aversión hacia las pérdidas. Múltiples estudios muestran que la forma en que formulamos las cosas afecta en la manera en que tomamos decisiones. Cualquier innovación, cambio, transformación, sea personal o profesional, tiene sus ventajas y desventajas potenciales, y aunque la mayoría de nosotros nos centramos en las últimas es posible variar ese patrón mental para disminuir nuestros temores.

Una forma de hacerlo es a través del enfoque del “juego infinito” desarrollado por James Carse. Su consejo consiste en que dejemos de ver las reglas, límites y propósito del “juego” que estamos jugando: el trabajo que deseamos, el proyecto que nos han asignado, la carrera profesional que estamos desarrollando, como fijas, ya que si no  lo tendremos una mentalidad de ganar o perder en la que la ansiedad incrementa nuestra incertidumbre. Por el contrario los jugadores infinitos reconocen la incertidumbre como una parte esencial del juego, una que añade un elemento de sorpresa y posibilidad y les permite cuestionar sus roles y los parámetros del juego.

II.- PREPARARNOS PARA ASUMIR NUEVOS RIESGOS

Los hábitos aportan equilibrio por lo que si reducimos la incertidumbre en una parte de nuestras vidas estaremos preparándonos para tolerarla mejor en otros aspectos de nuestra vida. Algunas personas, por ejemplo, lo hacen manteniendo relaciones estables y de larga duración con amigos, pareja, etc. Otra forma consiste en llegar a conocer el tipo de riesgos por los que sentimos aversión o afinidad o tomar pequeños riesgos aunque sea en campos no relacionados.

III.- ACTUAR

Hacer algo es una de las partes más importantes a la hora de enfrentarnos a la incertidumbre. Investigaciones realizadas por Timothy Ott y Kathleen Eisenhardt demuestran que los avances más exitosos son producto de una serie de pequeños pasos y no de un esfuerzo enorme único. Comenzar de forma modesta puede ser más efectivo y causar menos ansiedad que tratar de hacer todo de golpe.

IV.- FORTALECERNOS

Según el premio Nobel Ben Feringa los descubrimientos científicos surgen solo después de enfrentarnos a la incertidumbre. Lo cual implica ser resilientes a la hora de gestionar la frustración que la acompaña. Su enfoque incluye tanto la higiene emocional (cuidar nuestras emociones, como haríamos con una herida física, para que no se conviertan en una indecisión paralizante o en una rumiación improductiva, como las verificaciones de la realidad, por las que reconocemos que el fracaso es solo parte del proceso.

Feringa admite que el fracaso duele y que él se permite sentirse frustrado, pero que después se pregunta qué enseñanzas puede obtener de lo pasado y cuál es el siguiente paso que puede dar. Está adoptando una de las muchas lentes que las personas podemos utilizar para ayudarnos a superar contratiempos como son:

a).- La lente del aprendizaje o qué podemos aprender de lo ocurrido.

b).- La lente de la gratitud o lo qué seguimos teniendo, no lo que hemos perdido.

c).- La lente del tiempo o considerar que no era el momento adecuado pero eso no quiere decir que nunca vaya a ser el tiempo indicado.

d).- La lente del desafío, por la que pensamos que solo seremos héroes si nos enfrentamos a los obstáculos.

Otra forma de fortalecernos consiste en centrarnos en las personas y cosas que tienen un significado para nosotros. Podemos superar casi todo, no solo el temor ante pérdidas potenciales sino hasta el dolor de las reales, manteniéndonos centrados en lo que realmente importa.

La resiliencia o capacidad de mantenernos ante la adversidad es importante pero también lo es el aprender a transformar la incertidumbre en oportunidad. La única forma de acceder a nuevas posibilidades es a través de la puerta hacia lo desconocido y no tiene que ser un proceso doloroso si creemos en nuestra habilidad para navegar por él.

Isabel Carrasco 

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