Son 150 marcas que tienen presencia en otros países. La
educación y la capacitación, dos rubros de moda.
El desarrollo del franchising en la Argentina evoluciona
dentro y fuera del país. Las pioneras en la Argentina, recuerdan los
memoriosos, fueron Lave Rap, la cadena nacional de fast food Pumper Nic y las
academias Ilvem. Según la Guía Argentina de Franquicias (GAF), hoy son 1.400 las
empresas que operan con esa modalidad, de las cuales 150 "son
marcas que exportan sus conceptos al exterior". En conjunto
tienen 1.500 puntos de ventas en alrededor de 30 países, entre los que
sobresalen Paraguay y Uruguay.
El ranking de compañías con mayor cantidad de
franquicias en el extranjero lo lidera la cadena de heladerías low
cost Grido, con un total de 210 puntos de venta. Por detrás aparecen Havanna
(184), IAP (59), Infopan (54), Colorshop (46), Freddo (43), Seccoplac (35),
Instituto Colbert (26), Bonafide (22) y Pirka Stone (21). La novedad es que no
sólo las marcas tratan de abrir nuevos mercados, sino también algunas
consultoras, como "Franquicias que crecen", que instaló oficinas
en algunas ciudades de España y México "para ayudar a los franquiciantes
argentinos a desarrollar sus redes en esos países", dice su titular Daniel
Arce, un consultor especializado.
El impulso exportador se complementa con el surgimiento y
veloz crecimiento de nuevos conceptos de negocio que adoptan el formato de
franquicias para crecer. En los últimos años, viene ganando terreno los
institutos de capacitación y los centros de educación, que ofrecen cursos de
perfeccionamiento y aprendizaje de nuevos oficios, que se dictan en forma
presencial o a distancia y en forma híbrida. Como el IAP, que está enfocado en
cursos de estética de todo tipo. Y que tiene 59 sedes en el exterior
del país.
Otro es Eddis Educativa, creado en 2010 y que a
la fecha contabiliza 167 franquicias, que operan como sedes para las clases
prácticas. "Son cursos de capacitación laboral en áreas como salud,
técnicos, nuevas tecnologías, hotelería, informática y electricidad, entre
otros", dice uno de sus cofundadores, Juan Pablo Silvano. El empresario
señala que hoy la firma tiene presencia en todas las capitales del país y que a
lo largo de 2021 capacitaron a unos 70.000 alumnos. "Los
franquiciantes -agrega- son los encargados de dar las clases prácticas
complementarias a los teóricos, que en general se brindan en forma
virtual".
Además, Silvano señala que "estamos armando una bolsa
de trabajo", para dar salida laboral a sus clientes, "para lo cual
estamos buscando empresas interesadas. No sólo eso. Dice que en febrero del año
próximo "inauguramos la primera franquicia en Paraguay, como parte de un
plan de expansión a otros países de la región, entre ellos Chile, Bolivia y
Colombia".
A lo largo de los años, proliferaron nuevos
conceptos franquiciables, algunos de los cuales se expandieron y otros se
estancaron como moda. Entre los primeros están los casos de las pinturerías
(Colorshop y Pinturerías del Centro), sex shops y venta de publicidad en
envases, un caso novedoso que introdujo en el país Infopan. "Ahora están
en auge los locales de comidas veganas y étnicas, la nanotecnología, servicios
de control de plagas, las churrerías y las papas en cono", enumera el
consultor Jorge Bliman, Bliman Franquicias.
Eso no implica necesariamente que todos esos rubros
prosperen. De hecho, algunos especialistas advierten que muchos negocios que
crecieron fuerte durante la pandemia, como las dark kitchen, "están para
atrás". Otro consultor, Santiago Salcedo, recuerda que para poder
franquiciar "por ley el negocio debe estar probado y muchos de los que
aparecieron en la cuarentena no estaban sustentados y solo se hicieron para
poder vender en medio de las restricciones".
Como contrapartida, este especialista destaca que en 2021
las franquicias que más crecieron "pertenecían a los rubros más
castigados, como las salidas, los eventos, el entretenimiento y las
cervecerías". Dice que esto ocurre "porque la gente tiene menos
miedo".
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