Sin lugar a dudas, todos queremos ser productivos en nuestro trabajo. Ser productivo no es un milagro que aparece de la nada. Ser productivo conlleva un trabajo y un esfuerzo detrás que, más pronto o más tarde, da sus beneficios. Por ello, Up Spain, empresa líder en beneficios sociales nos enumera los 10 hábitos necesarios
1. Comer inteligentemente tentados a comer delante
del ordenador bajo la creencia errónea de que si no paramos rendiremos más. El
cuerpo y la mente deben descansar y el momento de la comida es el idóneo para
recuperar la energía invertida en el desempeño del trabajo durante la mañana.
De no hacer ese parón, la tarde será un auténtico despropósito ya que estaremos cansados, irascibles y de mal humor al ver que no podemos concentrarnos ni rendir tanto como quisiéramos.
La Organización Mundial de la Salud ha estimado que comer
los ingredientes adecuados puede aumentar el poder de nuestro cerebro hasta en
un 20%. Es por eso que una alimentación saludable y regular es uno de los
hábitos cruciales de las personas productivas. Elige tu comida sabiamente, no
te las saltas y vigila los alimentos procesados.
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la oficina o en casa.
2. Practicar una actividad física regular
Numerosos estudios científicos han demostrado que la
práctica del ejercicio cardiovascular regular aumenta la memoria, la capacidad
de atención y la creatividad. También reduce el estrés y mejora el estado de
ánimo. Lo recomendable es hacerlo al menos 30 minutos al día para obtener
resultados óptimos.
El yoga, un clásico
Tremendos madrugones, lidiar con el atasco, ocho
horas de trabajo, las actividades extraescolares, los deberes… Existen
disciplinas como el yoga que pueden ser de gran utilidad en estos días de
vuelta a la rutina. Y si aún no lo has descubierto es buen momento para
hacerlo. Septiembre es el mes por excelencia para empezar nuevas actividades y
descubrir nuevas aficiones, y si conllevan una actividad física mejor que
mejor.
Hay técnicas como el hatha yoga que ayuda a combatir el
estrés proporcionando energía a la vez que genera un estado de relajación
perfecto tanto para iniciar la jornada laboral como para despedir el día. Una
de sus actividades más conocidas es el saludo al sol.
La meditación, muy útil
El recuerdo de las recientes vacaciones puede hacer que te
encuentres más disperso y te cueste concentrarte. Los expertos animan a darle
una oportunidad a la meditación ya que contribuye a mejorar la atención,
favorece la memoria y aumeta la capacidad de reacción ante los posibles
imprevistos de este mes de septiembre.
Y no solo eso sino que también te ayudará a descansar
después de una jornada intensa de trabajo ya que reduce la actividad del
cerebro que no es necesaria y aumenta la oxigenación del cuerpo, lo que
estimula el sistema inmunitario. Meditar es una herramienta muy útil para no
perder el enfoque de las cosas, favorecer la calma y conectar con uno mismo y
con los demás.
Por su parte, si lo que quieres es combatir la ansiedad,
decídete por el mindfulness. Esta herramienta reduce los niveles de
cortisol generando calma, además de resultar muy útil para detectar sus
primeras manifestaciones.
Presente desde hace siglos entre los budistas, el
mindfulness ha irrumpido con fuerza en Occidente. Esta técnica de meditación
consiste en enseñar al cerebro a concentrarse en una sola función para
dedicarle atención plena, ayudarle a ser consciente del aquí y ahora. No tiene
efectos inmediatos, es su práctica habitual y periódica la que te ayudará a
obtener resultados. Una vez adquiridas las pautas, los practicantes de este
tipo de meditación comenzarán a notar sus beneficios a partir de la octava
semana.
Los ejercicios de respiración, necesarios
Cuando estamos estresados, a menudo tenemos la sensación de
estar oprimidos, de no respirar bien. Sin embargo, existen métodos para retomar
una respiración fluida, profunda y calmada. Cuando estés en esta situación,
inspira durante 5 segundos y expira durante otros 5 segundos. Hazlo de la
manera más natural posible, sin forzar la respiración. Esto te permitirá
oxigenarte y regular tu frecuencia cardíaca.
Otras técnicas de relajación que pueden ayudarte
Los ejercicios de relajación son muy
recomendables para aportarnos el descanso físico óptimo y permitirnos reducir
el estrés, tanto físico como emocional. Las técnicas de relajación te liberan
de la ansiedad, regulan el ritmo cardíaco y te conducen a un bienestar total
que impactará directamente en tu salud, tu concentración y tu productividad.
La sofrología constituye uno de los métodos
más eficaces para relajarte. Esta práctica combina ejercicios de meditación y
yoga para reducir la sensación de estrés, de angustia y de tensión y llevarte a
un estado de bienestar mental y físico duradero.
Por otro lado, escuchar música relajante es
una gran medida para combatir la depresión postvacacional. Tiene beneficios
sobre el ritmo cardíaco y el sistema inmunitario porque mejora la respiración.
Además, escuchar música dulce o sonidos reconocidos de la naturaleza, por
ejemplo, permite optimizar la eficacia de otras técnicas de relajación.
Practicar actividades manuales y creativas también
contribuye a hacer más llevadera la vuelta a la rutina. Después de haber
disfrutado de tanto tiempo libre en el que has podido hacer lo que más te
gusta, es normal sentirte frustrado por no poder seguir manteniéndolo. Ponte
como propósito sacar tiempo para ello.
La jardinería, la pintura, la cerámica o colorear mandalas
te permitirá desconectar y dejar las prisas del día a día recordándote lo
importante que es dedicarte tiempo a ti mismo..
3. Centrarse en una sola cosa
La investigación ha demostrado que, pese a lo que pueda
parecer en un principio, la multitarea ralentiza el trabajo significativamente,
y por tanto la productividad. Es fácil pensar que se están haciendo más cosas,
pero saltar de un trabajo a otro en realidad dificulta su procesamiento
cognitivo. Las personas más productivas dedican varias horas a una única tarea
que les permite entrar en un estado de concentración mental profundo,
produciendo los mejores resultados posibles. Tan fácil como el famoso dicho
“Quien mucho abarca, poco aprieta”.
4. Evitar las distracciones
Todos conocemos el peligro de las distracciones no deseadas
pero lo que diferencia a las personas altamente productivas es que ellas toman
medidas decisivas para evitarlas. Sigue su ejemplo y concreta cuál es esa
distracción que te impide trabajar.
Si estás sentado en un entorno ruidoso puedes usar los
auriculares, si un compañero habla mucho puedes alejarte de él, si las pestañas
del navegador te distraen mantén abiertas solo las indispensables. ¿Lo más
importante? Alejarse del móvil. Comprobadísimo.
5. Hacer un cribado de tareas innecesarias
Saber reconocer las tareas no esenciales es una habilidad
crucial para un trabajador altamente productivo. Si tu día está lleno de
burocracia o trámites que no llevan a ningún lado, elimínalos. ¿Realmente son
necesarias tantas reuniones? Es sorprendente la frecuencia con la que nos
comprometemos con actividades que hacen perder el tiempo simplemente por
hábito. No tengas miedo de hacer cambios, es más, muchos te lo agradecerán.
6. Fijar una hora para consultar el correo electrónico
El correo electrónico es una herramienta de lo más útil
tanto para el trabajo diario como la vida personal, pero también puede ser su
mayor distracción. Los trabajadores más eficientes concretan tiempos fijos para
revisar y responder mensajes.
Cada persona tiene los suyos pero, a modo de orientación,
puede serte útil al comenzar la jornada laboral por si hubiera algo importante
y justo después de comer. El resto del día cierra la bandeja de entrada cerrada
(incluso la pestaña para evitar tentaciones). Te sorprenderás de lo mucho que
te cunde el tiempo.
7. Saber delegar
Las personas más productivas no cargan con el peso de todo
su negocio sobre sus hombros. Si hay alguien más adecuado para un trabajo,
delegarán en él. Esto hará que estén tranquilos y confiados porque saben que es
la mejor opción, a la vez que les permite mantener el enfoque en otras
actividades.
8. Ser asertivos
Las personas verdaderamente productivas no se sienten
incómodas al rechazar una oferta o decir “no” a una propuesta. Entienden el
valor de su propio tiempo y lo ven como un recurso muy valioso. En ningún caso
esto quiere decir que haya que ser descortés, sino que educadamente se exponga
la propia postura, explicando la situación y ofreciendo una vía alternativa de
ayuda. También se le pueden dar las herramientas necesarias a dicha persona
para que pueda hacerlo por sí misma.
9. Definir objetivos
Uno de los hábitos más importantes de las personas
productivas es el establecimiento claro de metas. Si no estableces metas no
lograrás un progreso significativo. Establece objetivos específicos, medibles,
alcanzables, relevantes y basados en el tiempo y muéstralos en un lugar
visible.
10. Premiar el esfuerzo
Al igual que sucede con el resto de músculos del cuerpo, el
cerebro puede entrenarse. Recompensarse por completar el trabajo crea un ciclo
mental positivo. Terminas algo, obtienes la recompensa y te sientes más
inclinado a hacer la siguiente tarea. Uno de los hábitos más importantes de las
personas productivas es tratarse a sí mismos a medida que alcanzan los hitos y
celebrar el éxito con su equipo.
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