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lunes, septiembre 06, 2021

El debate por la vuelta al trabajo en pandemia: el home office puro dice adiós y el modelo híbrido llegó a la oficina

El 30% de las empresas ya adoptaron este formato, que combina presencialidad y teletrabajo. Cuáles son sus claves.

 Oficina con protocolo. Las empresas avanzan hacia un modelo que combina presencialidad y home office. Foto Shutterstock

Algún día va a pasar. Las oficinas finalmente volverán a abrir. Pero ya son varias las grandes empresas que en Argentina desempolvaron esos espacios para usarlos de una manera muy diferente a como lo hacían antes del coronavirus.

Es que con el Covid llegó el home office "extendido" y también lo cambió todo. Así, si el virus se va, el teletrabajo queda, con un upgrade presencial. Muchas compañías darán a las y los trabajadores la opción de pasar por el molinete solo unos días a la semana. Otras, directamente, no pedirán volver.

Mientras de a poco emerge la nostalgia del full time "en la ofi", la mayoría no se hace a la idea de que todo vuelva a ser como antes. Y ya nada es como antes. La nueva normalidad laboral en el país está en proceso. Es este modelo híbrido, mixto, en el que coexisten fichar y ponerse en línea.

Mientras hay un debate por el libre albedrío de exigir estar vacunado o no para volver, y cuando no hay dudas de que frente a la variante Delta son necesarias las dos dosis, ofrecer más flexibilidad sobre dónde trabajar puede ayudar a atraer y, sobre todo, retener, talento. Así lo dicen las empresas consultadas por Clarín.

También dicen que aunque el home office casi es un camino de ida y hay una marcada reticencia al retorno, nada será inmediato ni definitivo. Algunas empresas hasta crearon departamentos ad hoc para preparar el regreso. Pero, eso sí, nadie volverá con la frente marchita. Todas marcan que el desempeño individual y de equipos se mantuvo intacto durante todos estos meses hogareños.

Pero incluso cuando el lugar de trabajo híbrido parecería reducir algunas barreras de larga data, también podría "importar" otro tipo de desigualdad.

¿Se marcaría un doble estándar de trabajador (y de pago) entre el presencial y el remoto? ¿Sería un obstáculo para crear lugares de trabajo más diversos e inclusivos? ¿Finalmente se bonificarían los servicios utilizados para trabajar en casa?

Volver, sí, pero de a poco y quienes puedan

Clarín preguntó puntualmente por las oficinas que Google tiene en Puerto Madero. La respuesta del buscador llegó en boca de su CEO, Sundar Pichai, a través de la carta que les envió a sus colaboradores en todo el planeta.

"Extenderemos nuestra política de trabajo voluntario desde casa hasta el 18 de octubre. Nos entusiasma haber comenzado a abrir nuestros campus y animar a los Googlers que se sientan seguros de venir. Pero a la vez reconocemos que muchos están percibiendo picos en sus comunidades causados por la variante Delta y están preocupados por regresar a la oficina. Esta extensión nos dará tiempo para volver al trabajo y, al mismo tiempo, brindará flexibilidad a quienes la necesiten."

Ahí anticiparon lo que las grandes compañías luego imitarían en nuestras tierras: el volver, sí, pero de a poco y quienes puedan (¿y quieran?).

Mientras acá algunas empresas apenas se animan a hablar sobre exigencias de vacunación, en Google es un requisito excluyente para entrar a sus campus.

El lado "remoto" de la oficina

Así como Globant -la empresa argentina de servicios de tecnología innovadores- anunció en junio una inversión de $ 800 millones que incluye la construcción de una nueva oficina en Chaco, tiene al home office en el ADN de la compañía. Por eso logró que el 95% de sus colaboradores se sintieran totalmente cómodos con el 100% del trabajo remoto en pandemia.

Pero no fue gratis. "Fue posible gracias a garantizar aspectos como el acceso a Internet bonificado, silla y monitor y herramientas digitales para que las actividades se pudieran desempeñar en forma eficaz", dice Axel Abulafia, vicepresidente ejecutivo de Globant.

Globant adaptó sus oficinas a la necesidad de sus colaboradores

Abulafia resume la reapertura de las oficinas como "un fenómeno interesante", dado que, sin importar el avance de la campaña de vacunación local, "los Globers quisieron aprovechar este ámbito para reencontrarse". Y la empresa se adaptó al uso.

Esa es otra perlita de la nueva normalidad laboral. Cuando el contexto lo permite, el uso de la oficina vuelve a ser diario o muy frecuente y en los otros, se aprovecha la oficina como locación para eventos recurrentes, en forma más espaciada.

Por eso se rediseñaron algunas oficinas y la ambientación de las nuevas para cumplir con la premisa de que probablemente los equipos de trabajo ya no tengan un escritorio para uso permanente.

¿Cómo se sortea la reticencia a volver? "La vuelta es totalmente optativa y voluntaria. Al ser una empresa nativa digital acostumbrada a trabajar de manera remota desde hace muchos años, que los Globers decidan mantener el esquema de trabajo remoto no trae ninguna problemática", cierra el ejecutivo.

El caso de Globant no es aislado: un estudio encargado por Adobe a la consultora Forrester deja ver que 6 de cada 10 empresas ya emprendieron acciones para mejorar el trabajo remoto --como utilizar tecnologías de nube e incorporar documentos digitales a sus procesos-- y 3 de cada 10 esperan hacerlo en los próximos seis meses.

Los datos del informe de Forrester muestran el impacto del teletrabajo: antes de la pandemia menos del 2% de los empleados había teletrabajado en América Latina y hoy el 96% de las compañías adoptaron mecánicas de trabajo remoto.

Otro estudio que realizó WeWork, la empresa líder de oficinas compartidas, encontró que el 90% quiere volver por lo menos un día a la semana y en ese grupo, el 20% quiere estar en la oficina los cinco días. A nivel nacional, según la compañía de servicios inmobiliarios corporativos Binswanger, el 30% de las empresas ya retornaron a la presencialidad con modelos híbridos.

"Lo que antes se consideraba como un modelo disruptivo para las oficinas, en la actualidad es el presente y aquello a lo que las organizaciones de todo el mundo apuntan: el alquiler de espacios laborales con una dinámica muy adaptable a cada necesidad y contexto", dice a este diario Tomás Calusio, director de WeWork Argentina.

Desde esa empresa marcan que, además del modelo híbrido, aquí quedará instalada la rotación de personal -"rotar los equipos que entran físicamente"-; la descentralización de oficinas -"viajar en transporte público a la sede es una fuente de preocupación y una solución es distribuir a través de los centros de oficina satélite, para llegar a pie o en bicicleta"; y el trabajar desde casa o cerca de casa -"que decidan dónde y cuándo trabajar mejor".

El lado presencial, reloaded

"Actualmente notamos que, poco a poco, la gente está volviendo a concurrir a nuestras oficinas y estamos cómodos en que cada persona pueda decidir cómo y cuándo hacerlo. Lo único que requerimos es que nos informen vía un aplicativo cuando concurrirán de manera presencial para garantizar no saturar la ocupación", dice a Clarín Damián Cherñavsky, director del área de Personas y Cultura de Roche Argentina.

¿Cómo hace un laboratorio para entrar en el modelo híbrido? "Estamos analizando cómo será la forma de operar una vez que todo esto pase, pero por el momento no identificamos mayores inconvenientes. Hemos acompañado a nuestros colaboradores brindándoles días libres cada dos semanas, entregando materiales de trabajo adecuados, apoyándolos para que puedan balancear las nuevas necesidades que trajo la pandemia y su trabajo", detalla Cherñavsky.

Las oficinas del laboratorio Roche Argentina, de a poco, vuelven a llenarse.

En cada respuesta se repite el dar la posibilidad de elegir si ir o no ir. "Según nuestra investigación, realizada a nivel global a más de 8.000 colaboradores en 2020 durante la pandemia, el 43% cree que el horario de 9 a 18 terminará y prefieren ir al lugar del trabajo entre 2 o 3 días a la semana", explica Gustavo Aguilera, director de Talent Solutions de ManpowerGroup Argentina, la empresa ícono en soluciones de capital humano.

¿A qué habrá que prestarle atención en el modelo híbrido? A que nadie quede a mitad de camino.

"Estas situaciones no deberían surgir si la vuelta es de forma paulatina, planificada y con foco en garantizar la salud física y emocional. La mayoría de las empresas priorizan al personal de riesgo o a quienes tienen responsabilidades de cuidado para delimitar aquellos que pueden retomar sus actividades bajo esta modalidad con menor dificultad", advierte Aguilera.

En Kimberly-Clark, proveedora de productos de higiene, ya estaba implementada la modalidad de trabajo flexible, con algunos días por semana desde casa. Pero la extensión del home office, dicen desde la compañía, los llevó a "dejar de pensar en una jornada laboral de 8 horas lineales, y a adaptar la agenda a momentos de trabajo".

Todo parece brillar, pero el home office también tiene su lado oscuro. ¿Cómo afecta eso a los empleados? ¿Cómo es volver al puesto de trabajo? ¿Hay trabajadores "secundarios" y son los remotos?

En un reciente relevamiento en todo el país que realizó UADE junto a Voices! se preguntó a más de 1.300 personas cuánto tiempo creían que pasaría antes de poder vivir su vida más o menos como era antes. La mitad dijo que todavía falta más de un año.

Federico Toledo es responsable de la Licenciatura en Psicología de UADE y trabajó en ese estudio. Habla de "desconcierto", "sensación de desconexión", "inquietud", sobre lo que vendrá en el regreso presencial -o no- a las oficinas.

"Sería fundamental tener en claro cuáles son los motivos que promueven la incapacidad de la vuelta. ¿Son temores? ¿Una elección consensuada? Muchas cuestiones vinculadas a nuestro sistema de creencias, deseos y elecciones entran en juego. Es importante tener en cuenta que, sin importar el camino que elijamos, volver o seguir en el teletrabajo, todos tendrán sus consecuencias", dice. Eso se verá pronto, cuando el modelo híbrido deje de ser la excepción y pase a ser la regla.

Emilia Vexler

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