A simple vista, estas
frases parecen inofensivas, pero pueden terminar poniendo en alerta a los entrevistadores:
Ir bien preparado, no mentir y manejar la ansiedad son algunos de los consejos
para los postulantes que participan de una búsqueda. Crédito: Gentileza
Para la mayoría de los empleadores las malas palabras y
llegar tarde son motivos de descalificación instantánea en una entrevista. Pero
también hay maneras más sutiles de poner en alerta a un jefe de contrataciones.
Algunas frases comunes que un candidato puede pensar que son
inofensivas o incluso positivas de hecho pueden hacer que los empleadores duden
de si se trata de la persona indicada para el empleo.
Si se busca impresionar a un entrevistador hay que
asegurarse de evitar ciertas frases. Aunque se pronuncien con la
mejor intención, es mejor evitarlas de manera que la persona a cargo de la
entrevista no termine llevándose una impresión equivocada.
1 "No podía
soportar mi anterior compañía"
Usted puede haber trabajado en una compañía realmente mala,
pero lloriquear por ello o hablar mal de ellos no le ganará puntos con un
entrevistador. "Cuando le pregunten por un expatrón o colegas, nunca hable
mal de ellos", dice Roy Cohen, asesor de carreras y autor del libro Guía
para sobrevivir del profesional de Wall Street. Hacerlo "dejará
interrogantes de si será así como verá a su entrevistador si en algún momento
no consigue lo que quiere", asegura el especialista.
Al fin de cuentas, si habla mal de su última compañía, quién
dará garantías de que no dirá lo mismo de esta compañía En vez de hablar de lo
que le desagrada de su anterior empleador, es preferible hablar de lo
entusiasmado que se está con la compañía que lo está entrevistando para un
eventual puesto de trabajo.
2 "Haré
cualquier cosa"
Un candidato puede pensar que ofrecerse a responder a
cualquier desafío que la compañía le vaya a presentar es algo bueno pero en
realidad suena un poco desesperado. Hay que recordar que las entrevistas no son
solo para mostrar que se quiere el empleo, sino también para demostrar que se
trata de la persona adecuada. Dicho de otro modo, no solo hay estar dispuesto a
hacer algo, sino también es fundamental estar capacitado y ser apasionado de lo
que hace.
"Dígale al entrevistador en qué tarea se siente más
cómodo o qué experiencia tiene o incluso cosas que no hizo hasta ahora pero que
le interesan", recomienda DW Bobst, CEO de la firma Trend HR. "Nadie
quiere contratar a la persona de corto plazo que se va a ir. Asegúrese de dejar
a su entrevistador la impresión de que quiere quedarse en la empresa mucho
tiempo", sostiene.
3 "Aprendo
rápido y tengo capacidad de liderazgo"
En teoría este tipo de frases son buenas, pero lanzar un
montón de palabras altisonantes de este tipo sin evidencias suena a hueco.
"Apoyarse en palabras superficiales termina dando una
señal de falta de autenticidad. Los entrevistadores no le prestan atención, ya
lo han escuchado todo", explica Laura MacLeod, asesora de liderazgo del
proyecto From The Inside Out Project® (De adentro hacia afuera). "Si
quiere usar esto tendrá que dar ejemplos específicos de solución de problemas.
Describa y explique más que nombrarlo", asegura MacLeod.
Por ejemplo, si se quiere alardear de las capacidades
propias de liderazgo, se puede hablar de cómo se postuló para un proyecto
grupal. En esos casos, lo ideal es dar todos los detalles que se pueda sobre lo
que hizo, cómo se hizo el trabajo y por qué tuvo importancia.
4 "No, no sé
hacer eso"
Es probable que una persona no esté familiarizada con cada
tarea de un trabajo. Y eso en general está bien. Los reclutadores y los jefes
de contrataciones no esperan que sepa todo, especialmente si está a un nivel
más bien bajo. Pero hay una manera correcta y una manera equivocada de expresar
que no sabe cómo hacer algo. Decir que "no" sin más, suena como que
no solo no tiene idea sino que además no se está dispuesto a aprender.
"Una buena opción es responder la pregunta con una
respuesta calificadora. Por ejemplo, si le preguntan si ha trabajado con un
software con el que no tiene experiencia, debe hablar de un software similar
del que tiene conocimiento y cómo se relaciona con el programa en
cuestión", dice Patrick Lynch, presidente para la región sudeste de la
consultora de recursos humanos CMP.
5 "Quiero un
salario de X"
El sueldo y los beneficios son importantes y en la mayoría
de los casos pesan mucho en la decisión de aceptar la oferta de una compañía.
Pero preguntar por detalles del salario o los beneficios que se pretende sin
que le den el pie y al comienzo de la entrevista puede resultar un poco
presuntuoso.
Cuando no se sabe exactamente lo que paga una compañía por
un trabajo al comienzo se debe apostar a lo seguro. "Lo mejor es dar la
impresión de que se trata de una persona flexible en cuanto a la compensación
en vez de presentar demandas" dice Bobst. Si se llega a las rondas finales
será el momento de conocer cuánto es el sueldo que ofrecerá la compañía.
A la inversa, en una búsqueda laboral, el entrevistador
puede preguntar cuáles son las expectativas salariales del candidato. En ese
caso, no hay que lanzar cualquier cifra, sino pensar el número que realmente
merece el trabajo en cuestión. "Si no se conoce para el sueldo que se está
pagando deben considerarse factores como la cantidad de experiencia que tiene y
en qué sector le interesa trabajar e investigar un poco", sugiere Bobst.
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