La compañía japonesa
está respaldando a un grupo que trabaja en un vehículo parecido a un drone
que se elevaría unos 10 metros de la superficie y alcanzaría una velocidad de
100 km/h.
Cuadro de Alejandro Burdisio
Se trata del "Skydrive"
que está desarrollando Cartivator, una startup formada por 30 jóvenes
voluntarios que trabajan con el experto en drones Masafumi Miwa, de la
universidad de Tokushima.
Se proponen hacer volar el auto el año próximo y
comercializarlo a tiempo para encender la antorche de los juegos olímpicos de
Tokio en 2020.
El SkyDrive, con sus 2,9 metros de longitud, sería el objeto
volador más pequeño del mundo. El modelo de Cartivator podría despegar de cualquier
calle pública, sería "intuitivo" y fácil de controlar, según explica la página Zenmono.
Toyota aportó unos US$ 353.000 y ofreció la experiencia de
sus ingenieros mecánicos. El grupo de jóvenes también recibió la ayuda del fundador de los juegos web. Hay muchas
empresas trabajando en autos voladores. Pero certificar en estados Unidos un
vehículo volador requiere millones de dólares y la cooperación de los
reguladores federales.
Hace décadas que los autos voladores despiertan la
imaginación de muchos, y finalmente la tecnología parece estar en condiciones
de hacerlos realidad. Pero, aun si alguien lograra fabricar un auto volador
barato, seguro y eficiente, los gobiernos deberían encontrar la forma de
concederle licencia, capacitar pilotos e introducirlo en el sistema de control
de tráfico aéreo, entre otros muchos inconvenientes.
Pero Toyota sigue adelante con la nueva tecnología y anunció
la semana pasada que invertirá US$ 9.300 millones en la nueva tecnología aunque
ahora parezca una extravagancia. "Las cosas no progresan si uno espera y
ofrece dinero sólo cuando la tecnología está lista", dijo Takeshi
Ichiyamada, CEO de Toyota.
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