En la naturaleza, la figura del círculo está asociada con el
fin fundiéndose con el origen: el ciclo vital, en el que todo se reutiliza y
nada se pierde. En el universo económico implica redescubrir este principio y
dotarlo de aplicación. Una revolución impensada que adopta ese mismo formato
para impactar de lleno en la forma de organizar la producción y el consumo
global: la economía circular.
No se trata de una moda o de responder a una exigencia de un
consumidor sofisticado. Es un verdadero cambio de paradigma que intenta
conciliar las exigencias de un ambiente sostenible con la retribución a los
factores de producción, en un contexto en el que la demanda va incorporando los
criterios de equidad e inclusión social en la definición de valor. Y tiene en
las empresas un actor fundamental que no puede mirar para otro lado. Las
regulaciones gubernamentales, la tecnología y la sociedad misma captan esta
tendencia y la impulsan en esa misma dirección.
El impacto positivo será amplio, contundente y en múltiples
dimensiones: económico (uso
eficiente y resiliente de los recursos financieros), medio ambiental (uso eficiente, sostenible e innovador de los
recursos naturales) y comunitario
(impulsar la equidad y la inclusión social).
La economía circular
prescinde del enfoque tradicional de "tomar, construir y desechar" de
la producción y el consumo, a favor de prolongar el uso de los recursos
naturales y eliminar el desperdicio. Esto se consigue seleccionando cuidadosamente
el modelo de negocio más apropiado para cada industria, que para las empresas
significaría hacer más con menos. Más que un reclamo puede verse como una
oportunidad.
Las plataformas colaborativas abarcan en el mundo a casi
todos los sectores: turismo, oficinas, servicios financieros y venta minorista.
Se espera un boom en el uso compartido de autos, mercados de comisiones,
préstamos sociales y el alquiler de productos. En nuestro país, un caso
paradigmático es Mercado Libre.
Accenture elaboró
cinco modelos de negocios para aprovechar las ventajas competitivas:
1. Cadena de
suministro circular: instrucción de materiales completamente renovables,
reciclables y biodegradables.
2. Recuperación y
reciclado: crea sistemas de producción y consumo en los cuales todo el
"residuo" es revivido y reutilizado.
3. Extensión de la
vida del bien: a través de mantener y mejorar los productos en sí mismos.
4. Compartir
plataformas: por ejemplo, Airbnb y Lyft. Ayuda a los consumidores a ahorrar
y ganar dinero haciendo uso más efectivo de los activos.
5. Producto como
servicio: premia el rendimiento de un producto sobre el volumen de ventas y
utiliza el formato de leasing en lugar del de venta.
Elegir el modelo más adecuado para un negocio no es fácil,
pero hay un elemento clave: la adopción de tecnología. Una investigación de Accenture indica que globalmente podría
agregarse valor por 4,5 billones de dólares para 2030, si se consiguieran
encauzar los negocios con pautas de sostenibilidad. Las tecnologías
disruptivas, como la impresión 3D e Internet de las Cosas, permiten que las
empresas se vuelvan más eficientes, ofreciendo valor al cliente y modelos de
negocios propios de la economía circular.
La economía circular es una oportunidad para generar valor y
ventajas competitivas, alentada por el nuevo paradigma en el que, al igual que
en la naturaleza, ganará el que mejor se adapte.
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