Mohammed Ali
“Vuela como una
mariposa y pica como una abeja. Golpea mi amigo, golpea”. Es una de las citas
que más se recuerdan de Muhammad Ali, la gran leyenda del boxeo que
falleció el 3 de junio de 2016 a los 74 años de edad.
De Ali nos quedamos con el peso de su figura, del que
probablemente sea uno de los deportistas más importantes de la historia de
Estados Unidos. Y como no podía ser de otra forma, también con una buena
cantidad de frases capaces de inspirar a otros. También a los
emprendedores. Citas que se cuelan aquí y allá en un buen número de
entrevistas y que hablan de superación personal, de ser capaz de asumir
riesgos, de confianza y aunque parezca mentira, también de humildad.
Tu tiempo es limitado,
aprovéchalo al máximo
No parece una gran revelación. Más bien suena a cliché, a
término manido repetido una y mil veces. Sin embargo en la entrevista que Ali
concede a Playboy en 1975, lo expresa de una forma diferente.
“El hombre que mira al mundo con 50 años de la misma
forma que lo hacía cuando tenía 20, ha desperdiciado 30 años de su vida.”
Ali era un firme convencido de la ética del trabajo y en
cómo sólo podemos obtener resultados si nos esforzamos al máximo. En su
libro “The
sound of a butterfly” decía lo siguiente:
“Si hubiese sido un basurero, hubiese recogido más basura
y más rápido que cualquier otro. Si hubiese sido un periodista que hubiera
tenido la oportunidad de pasar el día con Muhhamad Ali, habría repasado
todas las entrevistas anteriores a la mía y hubiese leído todos los artículos
publicados hasta la fecha para ser capaz de tener una perspectiva diferente”.
Y sí, esa es la esencia. Como nuestro tiempo es limitado, no
importa lo que estemos haciendo, tenemos que dar el máximo para sentirnos satisfechos
de nuestro trabajo.
Ten confianza
Muhammad Ali exudaba confianza por cada poro de su piel. A
veces de forma exagerada e incluso peligrosa. Algunas de las citas que
recuerdan esa fe ciega en sus posibilidades son las siguientes:
“Soy joven; soy guapo, soy rápido. No puedo ser vencido”.
“Es difícil ser humilde cuando eres tan grande como yo”.
“Si sueñas en vencerme, será mejor que te despiertes y pidas disculpas”.
“Soy el más grande. Lo dije incluso antes de saber que lo era”.
“Es difícil ser humilde cuando eres tan grande como yo”.
“Si sueñas en vencerme, será mejor que te despiertes y pidas disculpas”.
“Soy el más grande. Lo dije incluso antes de saber que lo era”.
Por supuesto muchas de estas frases eran intencionadas,
pensadas para ganar titulares de prensa, “amedrentar” a sus rivales y por qué
no, hacer crecer su leyenda. Mucho más interesante para el mundo de los
emprendedores resulta esta declaración realizada en una entrevista para eBony.
“Aquel que no tiene el valor necesario para correr
riesgos, no conseguirá nada en la vida”
En “Seis
ragos que tienes que tener para inspirar más confianza” hablamos
precisamente de eso, de ser genuino, humilde, de tener ser capaz de asumir
riesgos.
No importa quién seas. Entrenar no es divertido.
Muhammad Ali es el primero en reconocer la falsedad del
mito: no, entrenar no es divertido. Y sí, hay muchas otras cosas más
interesantes que entrenar y prepararte para la competición.
Las personas que niegan esta máxima y que son incapaces de
reconocer que a veces odian entrenar (o estudiar o cualquier otra cosa que
requiere sacrificio y esfuerzo), mienten. El campeón de los pesos pesados lo
decía de esta forma en 1978
en una entrevista para Newsweek.
Odio cada minuto. Pero siempre me digo a mí mismo: sufre
ahora y vive el resto de tu vida como un campeón.
La lección es clara. No sólo todo en lo que queremos ser
brillantes requiere esfuerzo, sino que realmente tendremos que llegar a odiarlo
hasta que podamos dar el máximo. La excelencia, en cualquier campo de nuestra
vida, no es precisamente un camino de rosas.
A veces pierdes
No importa lo bueno que seas en tu campo. A veces
simplemente pierdes. Incluso Muhammad Ali, capaz de firmar un record de 56
victorias y 5 derrotas, tuvo que aceptar el hecho de que algunos días,
había alguien al otro lado del ring que había hecho las cosas mejor que él.
Precisamente por ello y en 1973, minutos antes del combate
que le enfrentaría con George Foreman, se expresó de esta forma
ante los medios de comunicación.
Nunca pensé que podía perder, pero ahora que ha pasado,
lo único es hacerlo bien. Esa es mi obligación con todos los que creen en mí.
Todos tenemos que aceptar derrotas en la vida.
Desde luego no fue su cita más elaborada. Pero tenía un
mensaje que sigue siendo muy válido. La única forma de superar un fracaso es
volver a intentarlo una y otra vez, hasta
hacerlo bien.
La importancia de la
amistad
li era un ferviente defensor de la idea de amistad. Siempre
supo rodearse de un círculo muy estrecho de colaboradores que ante todo, eran
sus más grandes amigos. En una entrevista con el periodista Harold Bell decía
lo siguiente:
La amistad es un regalo sin precio que no puede ser
comprado, ni vendido; su valor es mayor que una montaña de oro. Porque el oro
es frío y sin vida, no puede ver, ni escuchar, cuando hay problemas no te va a
animar, no puede confortarte o ofrecerte su mano. Así que cuando pidas a Dios
un regalo, da las gracias si no envía diamantes, perlas o riquezas, sino el
amor de los verdaderos amigos.
¿Quién lo hubiese dicho verdad? Ali podía ser tremendamente
cursi si se lo proponía. Pero lo curioso es que a menudo se habla de la soledad
del campeón, del líder que no necesita consejos, del visionario que está por
encima o que ve las cosas de forma diferente. Y sin embargo todos tienen la
misma necesidad: rodearse de las personas adecuadas.
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