En el encuentro
"Pymes, el motor del desarrollo" organizado por LA NACION,
empresarios y académicos analizaron las oportunidades y problemas del sector.
El rol de las pymes en la economía no está en discusión. Son
el 96% de las 520.000 empresas que hay en el país y generan el 45% del empleo.
Sin embargo, tendrán que sortear distintos obstáculos para lograr ser jugadores
clave en la construcción del futuro. Es que, además de estar sumergidas en un
alto nivel de informalidad, aún concretan sólo el 4,6% de las exportaciones
argentinas, y apenas el 26% se financia con créditos bancarios.
Esta fue la
radiografía que expusieron Silvia Torres Carbonell, directora del Centro de
Entrepreneurship del IAE, Marcelo Elizondo, director de la consultora DNI, y
Dante Sica, titular de Abeceb, durante el encuentro "Pymes, el motor del
desarrollo" que organizó LA NACION y moderado por José Del Rio, adscripto
a la Secretaría General de Redacción del diario. Al evento, que se realizó en
el Malba, asistieron 300 personas, en su mayoría emprendedores y empresarios de
pequeños y medianos proyectos productivos.
"Los cambios disruptivos están mutando la forma en que
hacemos todo y son las pymes las que tienen la posibilidad de ganar nuevos
lugares, siempre y cuando sean innovadoras", disparó Torres Carbonell,
quien puso el acento en un verbo: "planificar". En la misma línea,
Sica resaltó una de las fortalezas de este tipo de firmas: "Tienen la
agilidad para adaptarse a los cambios, mientras que las grandes compañías son
transatlánticos a los que les cuesta dar la vuelta".
Pero ¿cómo lograr que las pymes tengan peso propio a la hora
de exportar? Mientras que en la Argentina no llegan al 5% de los envíos, en
países desarrollados son el 30% o 40%. "Eso requiere un contexto
macroeconómico más favorable y esfuerzos propios", evaluó Elizondo.
Por su parte, Fernando Moiguer, economista especializado en
branding y profesor en la Universidad de San Andrés, adelantó lo que viene.
"Cuando la economía argentina vuelva a abrirse, va a rebotar y las pymes
tienen que aprovechar el momento", dijo. Y advirtió: "Ahí se verá
quién sobrevive: los emprendedores más inteligentes podrán aprovecharlo, el
resto quedará en el camino".
Fue entonces el momento de bajar a tierra (y a casos
concretos) las ideas y la creatividad. Y en ese terreno Andrés Hatum se mueve
como pez en el agua. Por eso, a la hora de definir qué es innovar, el profesor
de la Escuela de Negocios de la Universidad Torcuato Di Tella sentenció:
"La innovación muchas veces puede ser simple y concreta, por ejemplo, en
los procesos, en la mejora de productos o en la gestión de la
organización".
Con todo, son numerosos los emprendedores locales que,
contra viento y marea (o a pesar de la inflación, cepos, restricciones y falta
de competitividad), lo arriesgan todo y buscan patear el tablero. Por el Malba
pasaron cuatro ejemplos que vale la pena destacar.
Francisco Murray relató la
historia de cómo se puede reinventar un clásico como la alpargata para
convertirlo en un producto con diseño y calidad de exportación. "El
mercado es el mundo y hoy la rentabilidad está fuera del país. Queríamos ser
una empresa global y no sólo una firma argentina que exporta", remarcó.
Para llegar ahí tuvo que montar una farsa al estilo de Los Simuladores.
Otro caso argentino que conquistó el mundo es el de
Smilehood, la productora que creó la serie animada Plim, Plim, comprada por
Disney Junior Latinoamerica y que llegó a 44 países. "A nivel técnico no
íbamos a ser Pixar, pero el modo de diferenciarnos podía ser el
contenido", dijo Guillermo Pino, creador del payaso.
Si de producir se trata, el caso de Antonio Dimare es
alentador. Llegó de Italia en 1957 y fundó una compañía que fabrica juguetes.
Con el tiempo lanzó una marca propia, Blocky, y compró la alemana Rasti. Hoy,
cinco hermanos (sus hijos) se reparten el juego. "La década del 90 nos
hizo olvidar a todos de la fabricación. Pasar de un bando a otro fue una crisis",
recordó Gabriel, uno de los sucesores.
Daniel Jejcic contó cómo debió ir contra el mandato familiar
de ser gerente de una multinacional para seguir su intuición y crear
GoodPeople, un sitio de e-commerce de productos para deportes extremos, su
verdadera pasión. De eso se trata.
En acción Mucho más
que verbos
Planificar. En un
escenario de cambios disruptivos, las pymes tienen grandes oportunidades por su
mayor flexibilidad; para aprovecharlas, necesitan planes.
Innovar. La
creatividad es un rasgo clave en el desarrollo de pequeñas y medianas empresas;
vale, por ejemplo, reinventar productos tradicionales.
Exportar. La
participación de las pymes en las ventas al exterior es aún muy baja en la
Argentina; sin embargo, hay algunas que encuentran ahí su camino de crecimiento.
Producir.
Fabricar alpargatas o juguetes, hacer series televisivas o armar un sitio de
e-commerce. Los casos presentados muestran la diversidad de las pymes.
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