Vamos a ver cómo podemos aplicar los doce principios de la estrategia militar de la historia a la hora de lograr todos y cada uno de los resultados que nos marcamos en nuestra trayectoria profesional o para conseguir optimizar los proyectos en los que participamos:
1.
El principio de valentía: El campo de
batalla, según dijo Wu-Chi en un tratado sobre el arte de la guerra de 2.500
años de antigüedad, es la tierra de los “muertos vivientes”: aquellos que están
decididos a morir, vivirán, y aquellos que piensan escapar vivos, morirán. Esta
es la paradoja a la que hacen frente muchos empleados: aquellos cuya principal
esperanza es la de aferrarse a un trabajo hasta que se jubilen, puede que nunca
encuentren la seguridad. Enfréntese a su trabajo o vida como si de una aventura
se tratara, alégrese cuando luche por algo y lo consiga y disfrute
de la única seguridad que el individuo puede encontrar en este mundo: la
seguridad en sí mismo.
2.
El principio de tener una misión: Napoleón Hill
dice que el 85% de los fracasos son debidos a que no se tiene la sensación de
un propósito. En la historia militar, no se puede encontrar mejor ejemplo que
el de Aníbal Barca, que aterrorizó al ejército romano venciendo a los generales
itálicos uno tras otro en todas las batallas con tácticas y estrategias
ejecutadas perfectamente. Incluso Aníbal fracasó porque no tenía una misión que
no fuera la de vencer a las legiones romanas en las batallas, tal y como su
padre le había inculcado desde su nacimiento. Cuando los romanos, por fin,
encontraron al general clarividente que necesitaban en la persona de Pluvio
Cornelio “El Africano”, consiguieron derrotar la ciudad fenicia de Cartago.
Escriba primero cuál es su misión y despues construya sus objetivos en torno a
ella. Es más probable que los consiga si éstos están inspirados por una misión.
3.
El principio del optimismo: El momento clave de
la guerra civil americana fue cuando el presidente Lincoln “creyó” que los
generales Grant y Sherman eran los hombres que podian vencer al enemigo. El que
lucha por conseguir sus resultados sabe que sobre la base de sus creencias
presentes está construyendo lo que será su realidad futura y, por eso,
conscientemente hace que estas creencias sean constructivas y optimistas. Se
puede aprender a ser optimista; espere siempre el mejor resultado y
probablemente lo conseguirá.
4.
El principio de anticipación y preparación: Se
desarrollaron cinco planes diferentes para la invasión de Normandía; fue el
quinto el que se llevó a cabo. Para ser un triunfador en nuestra carrera,
debemos cultivar nuestra red de contactos inteligentemente; distingamos qué es
lo que se pretende y cómo conseguirlo, aprendiendo a distinguir entre la niebla
de los acontecimientos lo que es natural de la realidad.
5.
El principio de tener un objetivo: Al principio
de sus carreras militares, tanto Napoleón como Hitler mostraron un gran ingenio
al tener muchos enemigos y ser capaces de, poco a poco, acabar con ellos. Más
tarde, en sus respectivas carreras, iban a ilustrar los peligros de violar este
principio cuando perdieron su objetivo y se embarcaron en numerosas guerras.
Tener un objetivo quiere decir tener un número limitado de prioridades. La
concentración significa aplicar todos los posibles recursos a esas prioridades.
El que lucha por su carrera se fija un número alcanzable de objetivos y todo
los concentra en ellos.
6.
El principio de la velocidad: El general George
Patton dijo que un plan desarrollado parcialmente, pero ejecutado rápidamente,
es superior a un plan perfecto, pero con una semana de retraso. Incremente su
rendimiento eliminando tareas innecesarias y aligerando el ritmo de trabajo, y
se quedará sorprendido de todo lo que puede conseguir.
7.
El principio de la persecución: Uno de los
motivos por el cual los guerreros mongoles eran temidos era que atacaban a sus
enemigos en oleadas. Primero llegaba la caballería más poderosa, con lanzas y
escudos, para aportar la fuerza necesaria en el momento del choque. Detrás de
ésta, atacaban a oleadas los arqueros montados que lanzaban flechas sobre los
enemigos. Si usted quiere conseguir resultados, aprenda a crear y mantener el
ímpetu. Ataque cada problema con más fuerza de la que en realidad necesita,
mantenga el nivel más alto de lo que en teoría espera y persevere en su trabajo
por encima de lo razonable.
8.
El principio de movilidad: El historiador militar B. H. Liddell Hart
escribió que “en las estrategias, el camino más largo es normalmente el camino
más corto a casa”. Para aquel que lucha por sus resultados, tener movilidad
mental representa saber maniobrar alrededor de los problemas antiguos por caminos
nuevos y únicos. Si usted no está progresando satisfactoriamente hacia la consecución
de sus objetivos preestablecidos, considere si necesita desviarse y acercarse a
ellos desde otra perspectiva e inspira a los demás, y manifiesta cuidado y
compasión en cada acción.
9.
El principio de perseverancia: “Volveré” Douglas
MacArthur no quería aceptar la derrota. El que lucha por un resultado debe
aprender a recuperarse, debe aprender de las derrotas y ver las
oportunidades que le presentan las circunstancias adversas. Este es el camino
para lograr que las derrotas sean el trampolín para conseguir importantes
victorias. Piense en MacArthur cuando una reciba un revés inesperado.
10.
El principio de seguridad: Las legiones
romanas nunca dormían sin antes atrincherarse en posición defensiva. En los
negocios o en lo personal, al igual que en una guerra, usted debe primero
sobrevivir antes de poder dominar. Su seguridad depende de que usted esté
constantemente aprendiendo e innovando; cultivando una fuerte ética personal en
el trabajo; creando una red de aliados; estando alerta y teniendo en cuenta los
posibles peligros, incluso en tiempos de seguridad aparente
11.
El principio de realismo: Hitler pensaba que
podía ocupar todo el continente europeo, conquistar Gran Bretaña, tomar Moscú y
asegurarse los Balcanes. El que lucha por sus resultados debe aprender a evitar
pensamientos decepcionantes de este tipo, preguntándose acerca de su
interpretación de la realidad, buscando reacciones continuamente (feed-back), y
disciplinándose a cuestionarse acerca de los “hechos” y suposiciones. Procure
entender despiadadamente la verdadera naturaleza de cada situación.
12.
El principio de liderazgo: Dijo Sun Tzu que
si uno conoce bien los caracteres de dos líderes, puede predecir, con bastantes
posibilidades de acertar, cuál de los dos ganaría en un combate. El que lucha
por conseguir sus resultados utiliza conscientemente las influencias para
rodearse de un grupo de gente que le apoye; desarrolla una resistente base de
carácter e integridad personal; está deseando tomar decisiones importantes;
tiene mayor perspicacia.
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