En un mundo turbulento, y a veces peligroso, los
líderes responsables necesitan tener una visión muy amplia de las decisiones
críticas. Joseph Badaracco expone su idea en un libro
que tituló “The Good Struggle: Responsible leadership in an unforgiving World”.
En un mundo turbulento, a veces peligroso, los
líderes responsables deben tener una visión amplia de las decisiones críticas. Esto significa, dice Badaracco, ver las decisiones como compromisos, pero en
una forma no convencional. Por lo general los compromisos se conciben como
promesas profundas que los individuos y las organizaciones deberán hacer
cualquier cosa por cumplir. Por el contrario, los compromisos que más importan
hoy son los que evolucionan.
Un compromiso en evolución es una promesa, hecha
por el líder y una organización, de moverse en una determinada dirección pero
de hacerlo de una forma flexible y no previamente definida. A veces son
inevitables las decisiones con alto riesgo, decisiones donde hay mucho en juego
y con consecuencias permanentes pero los compromisos evolutivos se adaptan
mucho mejor a un mundo en el que los líderes están inmersos en una cantidad de
posibilidades, sorpresas, oportunidades y acuerdos en los mercados activos y
fluidos que rodean a las organizaciones. Los compromisos exigen datos, análisis
y criterio experimentado pero, con frecuencia, no son muy decisivos.
Cada vez en más casos, cuando los líderes toman decisiones importantes, no están eligiendo entre opciones específicas y detalladas, sostenidas por análisis profundo ni tampoco esperan implementar la opción de elegir en un entorno familiar predecible o manejado. Todo lo que hacen es hacer una elección inicial, para ellos y para sus organizaciones, entre direcciones abiertas, amplias y flexibles.
Esa dirección inicial va a evolucionar, a veces en
forma dramática, en respuesta a lo que se aprende de los primeros pasos, a los
desarrollos que van surgiendo y que son difíciles de prever de las
combinaciones de los mercados que rodean las compañías y las reacciones en los
mercados.
Estos compromisos evolutivos siempre ocuparon un
lugar central en el éxito de la organización. Los líderes de organizaciones
nuevas nunca lograron ver muy lejos hacia el futuro. Por lo general siempre han
estado rodeados de mercados intensamente competitivos y turbulentos. Nunca
sabían si su producto funcionaría, cuánto les costaría hacer que se venda a
gran escala o si una firma grande y establecida no los copiaría o usaría su
influencia con el gobierno para crear obstáculos o si otros emprendedores
estaban a punto de introducir algo similar o mejor, y si tendrían suficiente
dinero para operar más que algunos meses.
En condiciones cono esas, todo lo que puede hacer
un líder responsable es comprometerse a avanzar en una determinada dirección,
planificar con cuidado los próximos pasos, trabajar duro para aprender de la
ejecución y experimentación, aprovechar las oportunidades que aparezcan en el
camino y estar preparado para recalibrar los esfuerzos de la organización, una
y otra vez, para estar a tono con las realidades que surjan. La toma de
decisiones tiene que ser tan fluida como los mercados que rodean a la
organización.
No hay comentarios:
Publicar un comentario