Existe
una situación de liderazgo particular muy propia de las organizaciones. En
éstas el líder no es elegido por los integrantes del grupo, ni se propone el
logro de objetivos esencialmente personales, es una persona en cual la
organización delega el poder y que por lo tanto representa los objetivos de
ésta.
No
se debe confundir liderazgo con autoridad porque no son la misma cosa aunque a
veces puedan coincidir en una misma persona. El liderazgo va a ser el resultado
de un acuerdo o transacción más o menos implícita o explicita de los miembros
del grupo, pero cuando el líder aparece impuesto por un exogrupo, ya no se
habla de liderazgo sino de autoridad. Es decir, que la autoridad a diferencia
del liderazgo, va a estar impuesta desde afuera del grupo.
La
autoridad institucionalmente definida es un proceso y una relación entre los
miembros, en el cual la institución va a definir el ámbito de acción en que se
va a operar la autoridad en forma explicita, el tipo de decisiones que se va a
adoptar, las responsabilidades que va a afrontar y la cooperación que va a
obtener. Podemos inferir que la autoridad del individuo va a estar definida y
circunscripta por la autoridad relativa de otro. Por estas razones es que Max
Weber (148) definió a la autoridad como “poder racional”.
La
misión del líder en la organización es conducir al grupo hacia los objetivos
que le son impuestos por las autoridades de la organización. Sin embargo, para
ser aceptado por el grupo, el representante de la organización debe ser
percibido como un medio para satisfacer las necesidades de los subordinados; si
el grupo no lo siente así, no aceptarán su dirección.
También
en el denominado “liderazgo formal” de las organizaciones se dan los cinco
elementos que se encuentran en el “liderazgo natural” de aparición espontánea:
1.
Líder = autoridad
2.
Grupo = organización
3.
Metas = los objetivos de la organización
4.
Vinculo = estilo de dirección
5.
Situación = la organización dentro de un contexto socio económico-político-cultural
determinado. Los componentes de la situación en las organizaciones son:
*
Organización: (Filosofía de la organización; Cultura de la organización)
*
Tipo de tecnología: (Modo en que se realizan las tareas, dispositivos.
procesos, sistemas, etc.)
*
Superior
*
Colegas
*
Subordinados
Cada
situación es percibida por el dirigente de acuerdo a su propio sistema de
valores, su relación con los restantes miembros y su conocimiento tecnológico y
organizativo. Los aspectos organizativos se refieren a los factores externos, a
la propia filosofía de la organización, su cultura y sus valores predominantes.
La tecnología es la forma en que se realizan las tareas y está condicionada por
el conocimiento técnico, la autonomía, la creatividad y la repetitividad.
Los
elementos humanos: superior, colegas y subordinados poseen comportamientos
y expectativas diversas ante cada situación. De acuerdo a la situación estos
cinco elementos tienen distintas fuerzas y en algunos casos varios de ellos
mantienen importancia. La efectividad de la dirección dependerá de la elección
del estilo coincidente con las demandas importantes de los distintos elementos
gravitantes en cada situación.
Un
estilo de liderazgo en las organizaciones formales queda definido de acuerdo al
interés de cada dirigente hacia las relaciones y la tarea. Ante cada situación
la percepción del dirigente hacia los elementos interactuantes, le permitirá
definir y elegir un estilo adecuado. La efectividad de la dirección va a
depender de la elección del estilo de gestión ante cada situación; ello
requiere habilidades y destrezas para percibir la situación y una flexibilidad
de estilo que le permita ejercer una gestión exitosa con una mínima resistencia
al cambio.
¿Qué
influencia tiene el liderazgo? La integración de un individuo a un grupo
es factible por la posibilidad de mayor satisfacción de sus necesidades y
depende de dos acciones: adaptación del individuo a las normas para cumplir
determinado rol y aceptación del grupo del nuevo miembro.
Los
individuos al integrarse al grupo desarrollan un comportamiento. La cohesión
del grupo está determinada por la comprensión común de los roles de cada
miembro.
Existen
tres percepciones de rol: la formal, la informal y la personal. La posibilidad
de que no coincidan entre sí es un potencial de conflicto latente en todo grupo
.
La
necesidad de de liderazgo surge como inevitable para minimizar ese conflicto
sin afectar a la cohesión del grupo de modo que el comportamiento grupal
alcance los resultados previstos.
El
ejercicio de liderazgo depende de la misión u objetivo a lograr, las
características personales de los miembros y la percepción de la situación por
parte del grupo. Esta última depende de la elección y permanencia del propio
líder. El liderazgo pleno se observa en un individuo cuando reúne: autoridad
formal derivada de las normas existentes; autoridad técnica, originada en su
capacidad y autoridad moral que proviene de su comportamiento.
Un
dirigente es un líder cuando la percepción de la situación por parte del grupo
le convalida el liderazgo. Si eso no ocurre, ejerce la autoridad formal pero no
liderará. Todo grupo espera que su líder lo conduzca en el desarrollo de sus
tareas y logre las relaciones de cooperación entre los miembros de modo que los
resultados se alcancen con la máxima satisfacción individual. La acción del
líder frente a la tarea consiste en: planificar, organizar y controlar el
desempeño del rol de cada miembro. La acción del líder ante las relaciones de
los miembros se extiende a conocer sus necesidades, favorecer una mejor
percepción de la situación y lograr la coordinación entre el grupo,
clarificando permanentemente los objetivos a lograr.
No hay comentarios:
Publicar un comentario