Cuando se acerca el fin de un
año, inevitablemente tendemos a hacer un balance del año. Siempre es una buena
idea reflexionar sobre lo acontecido, sobre lo vivido y por supuesto tenerlo en
cuenta para nuestros “deseos para el 2014”. Pero hay tres fallas que
habitualmente puedes cometer si estás haciendo un balance de tu año sin un
modelo que te ayude a evaluar correctamente el año. Estas son:
Primer error muy frecuente –
recordar sólo lo que sucedió en los últimos meses. Hace falta pensar y reflexionar
sobre lo que ocurrió en todo el año, desde enero, aún cuando nuestra memoria se
fije y haga foco en lo que pasó en estos últimos tres meses.
Segundo error muy frecuente – no
hacer un balance equilibrado. Si sólo te enfocas en lo personal, o sólo lo haces
en lo laboral, te estarás perdiendo parte de la película y no podrás detectar
qué cosas han sido impactadas por otras, o qué áreas se han visto apalancadas
por otras (tanto positiva como negativamente).
Tercer error muy frecuente – y
ahora qué? . Hacer
un balance poco constructivo (o porque es destructivo y se basa en la crítica,
o porque no conduce a nada nuevo) no sirve de mucho y no te permite encarar un
nuevo año con mejores perspectivas.
Aquí te regalo mi modelo personal
(de sólo 6 pasos) para hacer un Balance Constructivo del año 2013
(escribe tus respuestas, en lo posible, en un nuevo cuaderno donde luego podrás
continuar tu reflexión durante el 2014):
Paso número 1 – ¿Cuáles han sido
tus logros en el 2013?
Esta pregunta parece tan
sencilla, y te aseguro que te tendrá un rato pensando. Algunas personas tienden
a subestimar sus logros, así que no encuentran mucho que decir en esta parte.
¿Esto te pasa también a ti? Bueno, una receta infalible: piensa en aquellas
cosas que has logrado y que otros no. Pero no es por compararte, sino porque
esto te ayudará a entender que es eso que lograste y que otras personas
no. Puede ser desde haber alcanzado un determinado resultado laboral, a un cambio
en tu carrera. Haber aprobado un examen, haber mejorado la relación con tu
pareja o con tu familia, haber tomado una decisión importante, etc.
Y aquí un consejo adicional:
busca al menos un logro para cada mes del año. Estoy segura que has logrado
cada mes algo, por más pequeñito que pienses que es. Busca y rebusca en tu
memoria y encontrarás desde enero, algo para colocar en esta lista. Esto
requiere de ejercicio y reflexión. No te lo tomes a la ligera. Adelante! Lo
estás haciendo por ti mismo!
Paso número 2 – ¿Qué errores has
cometido en 2013?
No temas. Este balance del año
dijimos que es constructivo, verdad? Así que el sentido de encontrar tus
errores es que éstos te ayuden, no machacar sobre ellos. Permítete descubrir
estos errores y perdonarte por ellos. Habrás oído la frase “si no estás
equivocándote es porque no estás haciendo lo suficiente”. Errar es humano, tú
eres humano, perdónate por los errores. No te castigues. Pero aprende a
identificarlos, a vivir con ellos y aceptarlos, pero también a aprender de
ellos y no volver a cometerlos el año próximo.
Haz tu listita de al menos un
error al mes (apuesto que esta lista resulta más sencilla que la anterior. No
te preocupes, no es que tienes más errores que logros, sino que te han educado
para ver más fácilmente tu costado negativo que tu lado positivo).
Paso número 3 – ¿Qué cosas no han
salido como esperabas o deseabas que fueran diferente?
Esto se diferencia del punto
anterior porque no necesariamente está basado en un error. Pudiste haber hecho
las cosas de manera “correcta” y aún así no lograron el resultado que
esperabas. De la misma forma que se aprende de los errores que uno comete,
también se aprende de los resultados que no han sido como uno esperaba. Así que
lo que debes hacer en este punto es identificar qué cosas no han salido como
esperabas y luego reflexionar sobre ellas. Estas tres preguntas te ayudarán en
este paso:
¿Qué cosas no han salido como
esperabas?
¿Qué causas o raíces puedes
identificar y han llevado a este resultado?
¿Qué podrías haber hecho
diferente?
Paso número 4 – ¿Qué has
aprendido de cada uno de estos acontecimientos de los puntos anteriores?
Como ya te lo había adelantado,
es importante aprender de los errores o de los resultados adversos, y
también de lo que has logrado. Así como la reflexión en los puntos anteriores
te ayudará a determinar la raíz y las causas de tus logros y tropiezos, luego
tienes que poder capitalizar lo aprendido allí y para eso debes identificar
cuál fue tu lección. Es importantísimo que recuerdes que se aprende más de las
cosas que no te salen como esperas (y que a veces llamas fracasos) que de las
que salen como querías. Y lo más importante en este caso, es lograr capitalizar
el aprendizaje. Habrás escuchado muchas veces que el problema no es tropezarse
sino hacerlo más de una vez con la misma piedra. Pues bien, para lograr que eso
no suceda hay que aprender qué es lo que has hecho mal y recordarlo para luego
no volver a tomar ese camino (y así evitar la misma piedra). Estas preguntas te
ayudarán con este punto:
¿Cuál fue el logro, error o
resultado adverso que has identificado?
¿Cuál fue tu lección aprendida en
este caso?
¿Qué es lo que “nunca más” te
volverá a suceder porque ahora has aprendido esto?
¿Qué es lo que “a partir de ahora
siempre” te sucederá porque has aprendido de esto?
Paso número 5 – ¿Qué
acciones que has hecho en el 2013 quieres continuar potenciando y
desarrollando?
Tal vez has logrado comprometerte
más con tu carrera profesional, con tu familia o con tu calidad de vida. Es algo
que te ha gustado y lo has hecho. Seguramente lo consideras un logro, aún
cuando simplemente sea algo que has comenzado a hacer lentamente. Tal vez
llevabas muchos años postergándolo. Pero definitivamente, es algo que quieres
continuar haciendo o desarrollando en el 2014.
Recuerda, para hacer un balance
equilibrado debes pensar en todas las áreas de tu vida. Mira esta breve
enumeración que puedes tener en cuenta para esta reflexión: carrera
profesional, entorno laboral, estudios y capacitaciones, finanzas, desarrollo
personal, desarrollo espiritual, familia, amistades y afectos, pareja e hijos,
etc.
Paso número 6 – ¿Qué cosas no
serían posible en 2014 si no hubieras sentado las bases en el 2013?
Esta es una excelente consigna,
es más, mi favorita. Porque no sólo te permite apreciar lo bueno del año (y
ojo, lo no tan bueno también, en tanto lo hayas capitalizado y hayas aprendido
de ello) sino también comienzas a valorarlo como un escalón necesario para
subir la colina. Y lo más interesante es que muchas veces resulta ser una
crisis personal o en tu trabajo, lo que te lleva a reflexionar sobre tu
incomodidad, pensar en alternativas y de allí a dar un salto. Seguramente
habrás oído esa frase de “si no está roto, no lo arregles”. Estés o no de acuerdo,
es normalmente lo que hace nuestro piloto automático. Mantiene el estatus
actual (llamado status quo) si no hay nada que se haya roto, no hay nada para
arreglar.
Pero muchas veces que se ha roto
algo, significó una oportunidad para crecer. ¿Cuál fue entonces la tuya? ¿Una
crisis en tu trabajo que te permitió empezar a pensar en tener un negocio
propio? ¿Un problema con tu pareja que te hizo caer en la cuenta que no estás
prestándole suficiente atención a tu propia vida, que vives en piloto
automático? ¿Una enfermedad que te hizo reconocer que vives con estrés y que
esto está afectando tu calidad de vida? ¿Te despidieron de tu empleo y esto
generó que pudieras pensar en ese cambio de profesión que no te animabas a
hacer para no poner en riesgo “el trabajo seguro”?
Identifica qué crisis u
oportunidades han surgido en 2013, y que te permitirán tener un 2014 diferente
y más cercano a tu vida y profesión ideal.
Y aquí lo tienes, un esquema de 6
pasos para poder hacer un balance constructivo del 2013, con mayor conciencia y
de manera que te permita utilizarlo como base para crear algo diferente el
próximo año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario