Recursos
Humanos RRHH Digital. En los últimos años muchos altos directivos y CEOS de grandes empresas
declaran abiertamente que practican técnicas de mindfulness (atención plena) y
meditación para ganar visión global y perspectiva, y tomar mejores decisiones.
Algunas de las empresas más importantes del mundo están implementando programas
de mindfulness entre sus directivos con gran éxito.
Más de 4000 empleados de Google han pasado por el programa de mindfulness “Searchinsideyourself”. En General Mills (una de las multinacionales más grandes del mundo) la meditación y el mindfulness están revolucionando la compañía, gracias al programa de desarrollo Mindfulleadership, por el que han pasado cientos de ejecutivos.
Más de 4000 empleados de Google han pasado por el programa de mindfulness “Searchinsideyourself”. En General Mills (una de las multinacionales más grandes del mundo) la meditación y el mindfulness están revolucionando la compañía, gracias al programa de desarrollo Mindfulleadership, por el que han pasado cientos de ejecutivos.
El Centro de investigación de la
NASA en Langley está introduciendo clases de meditación y mindfulness para sus
trabajadores para mejorar su bienestar y productividad en un entorno de alta
exigencia. También se ha implantado un programa de mindfulness para los
oficiales de policía del estado de Oregón, orientado a la mejora de sus
recursos para gestionar la situaciones de estrés, mejorar su atención en el
trabajo y favorecer sus habilidades de interconexión con la gente a la que
sirven.
Pero ¿En qué consiste el mindfulness? Es una recopilación de técnicas milenarias orientales como la meditación zen, el yoga y el escáner corporal, que han sido estudiadas y validadas de forma científica por miles de estudios de investigación y numerosas Universidades de todo el mundo. La neurociencia ha certificado y demostrado el impacto positivo del mindfulness en nuestro cerebro, el órgano más poderoso que tenemos, y también con mayor potencial de transformarnos como profesionales y como líderes.
Estas son las 5 habilidades esenciales del mindfulness para un líder, que se mejoran cuando practicamos de forma regular durante varios meses:
1. Foco en lo importante. Una de las carencias más comunes que veo en los directivos es la falta de foco en lo importante. El cortoplacismo y las urgencias conforman su principal forma de gestionar, con las consecuencias desastrosas que implica para el rendimiento individual y organizacional. El mindfulness desarrolla la claridad mental necesaria que nos permite eliminar lo superfluo, y focalizarnos en lo realmente importante.
2. Inteligencia emocional. La capacidad de regular nuestras emociones es ya una habilidad esencial reconocida por todos los expertos en liderazgo. Sin equilibrio emocional es imposible tomar buenas decisiones. La inteligencia emocional y la gestión del estrés se desarrollan a través del mindfulness gracias a un entrenamiento sistemático de nuestro cerebro para ser más consciente de nuestras emociones, y ser capaz de gestionarlas y canalizarlas hacia comportamientos efectivos e impregnados de mayor empatía y influencia. A través de la práctica del mindfulness, nuestro cerebro se entrena para eliminar el ruido mental que nos aturde, confunde y bloquea a cada instante.
3. Visión estratégica. Gracias a la claridad mental que menciono en el primer punto, el directivo es capaz de centrarse en el largo plazo, que suele coincidir siempre con las acciones y decisiones verdaderamente importantes. Eso hace que eleve su mirada para tener más visión y perspectiva, y sea capaz de anticiparse y generar una visión más poderosa y un rumbo más productivo para la organización.
4. Flexibilidad ante el cambio. El mindfulness potencia la denominada flexibilidad cognitiva, que implica ser flexible ante la realidad en constante cambio, manejar la incertidumbre, y no aferrarse a “formas de hacer” del pasado que pueden limitar el crecimiento de la empresa. Hoy en día, si un directivo no es flexible ante los cambios, está condenado a fracasar en su carrera profesional y a limitar gravemente a su equipo y a su empresa.
5. Creatividad e innovación. Nuestra mente es como una lavadora centrifugando a toda velocidad, lo que nos genera un enorme estrés y bloqueo mental. Es imposible ser innovador con una mente llena de ruido. En el momento en que practicamos mindfulness, la mente se calma, como un estanque revuelto que va calmándose hasta que se queda totalmente quieto, liso….Es entonces cuando podemos ver el fondo, y sólo así podemos ver la pepita de oro que hay al fondo, y que antes no podíamos ver. Sólo reseteando nuestro cerebro frecuentemente, podemos dejar entrar lo nuevo, y poder ser innovadores.
La relación entre el mindfulness y el liderazgo es un hecho. La pregunta es ¿Cuánto va a tardar en integrarse como una temática esencial del desarrollo directivo en las empresas? El tiempo dirá, pero si una empresa quiere aumentar su efectividad y liderar el mercado cambiante, deberá estudiar muy seriamente la implantación de programas de mindfulness entre sus empleados, y especialmente entre sus directivos.
Pero ¿En qué consiste el mindfulness? Es una recopilación de técnicas milenarias orientales como la meditación zen, el yoga y el escáner corporal, que han sido estudiadas y validadas de forma científica por miles de estudios de investigación y numerosas Universidades de todo el mundo. La neurociencia ha certificado y demostrado el impacto positivo del mindfulness en nuestro cerebro, el órgano más poderoso que tenemos, y también con mayor potencial de transformarnos como profesionales y como líderes.
Estas son las 5 habilidades esenciales del mindfulness para un líder, que se mejoran cuando practicamos de forma regular durante varios meses:
1. Foco en lo importante. Una de las carencias más comunes que veo en los directivos es la falta de foco en lo importante. El cortoplacismo y las urgencias conforman su principal forma de gestionar, con las consecuencias desastrosas que implica para el rendimiento individual y organizacional. El mindfulness desarrolla la claridad mental necesaria que nos permite eliminar lo superfluo, y focalizarnos en lo realmente importante.
2. Inteligencia emocional. La capacidad de regular nuestras emociones es ya una habilidad esencial reconocida por todos los expertos en liderazgo. Sin equilibrio emocional es imposible tomar buenas decisiones. La inteligencia emocional y la gestión del estrés se desarrollan a través del mindfulness gracias a un entrenamiento sistemático de nuestro cerebro para ser más consciente de nuestras emociones, y ser capaz de gestionarlas y canalizarlas hacia comportamientos efectivos e impregnados de mayor empatía y influencia. A través de la práctica del mindfulness, nuestro cerebro se entrena para eliminar el ruido mental que nos aturde, confunde y bloquea a cada instante.
3. Visión estratégica. Gracias a la claridad mental que menciono en el primer punto, el directivo es capaz de centrarse en el largo plazo, que suele coincidir siempre con las acciones y decisiones verdaderamente importantes. Eso hace que eleve su mirada para tener más visión y perspectiva, y sea capaz de anticiparse y generar una visión más poderosa y un rumbo más productivo para la organización.
4. Flexibilidad ante el cambio. El mindfulness potencia la denominada flexibilidad cognitiva, que implica ser flexible ante la realidad en constante cambio, manejar la incertidumbre, y no aferrarse a “formas de hacer” del pasado que pueden limitar el crecimiento de la empresa. Hoy en día, si un directivo no es flexible ante los cambios, está condenado a fracasar en su carrera profesional y a limitar gravemente a su equipo y a su empresa.
5. Creatividad e innovación. Nuestra mente es como una lavadora centrifugando a toda velocidad, lo que nos genera un enorme estrés y bloqueo mental. Es imposible ser innovador con una mente llena de ruido. En el momento en que practicamos mindfulness, la mente se calma, como un estanque revuelto que va calmándose hasta que se queda totalmente quieto, liso….Es entonces cuando podemos ver el fondo, y sólo así podemos ver la pepita de oro que hay al fondo, y que antes no podíamos ver. Sólo reseteando nuestro cerebro frecuentemente, podemos dejar entrar lo nuevo, y poder ser innovadores.
La relación entre el mindfulness y el liderazgo es un hecho. La pregunta es ¿Cuánto va a tardar en integrarse como una temática esencial del desarrollo directivo en las empresas? El tiempo dirá, pero si una empresa quiere aumentar su efectividad y liderar el mercado cambiante, deberá estudiar muy seriamente la implantación de programas de mindfulness entre sus empleados, y especialmente entre sus directivos.
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