El trabajo del futuro ya llegó. Menos espacios y rediseño de
oficinas, tareas remotas, exigencias flexibles y nuevos talentos y capacidades
de adaptación a los cambios permanentes son algunas de las tendencias que
aceleró la pandemia. Nada que no estuviese previsto de antemano. No obstante,
"lo que pensamos que iba a demorar 10 años nos pasó en 1",
sintetizan desde el ámbito empresario.
"Los cambios en el trabajo",
precisamente, fue el eje de un debate organizado por Clarín y
que forma parte del ciclo "El mundo que viene" y en
el que participaron Sergio Kaufman, presidente de Accenture Argentina; el CEO
de Telecom, Roberto Nóbile; Brenda Puig, líder de la red de abogados de empresa
de IDEA, y Santiago Bilinkis, emprendedor y tecnólogo. La charla abarcó el
presente y la "nueva normalidad" que viene, el dilema entre el
trabajo remoto y presencial, los marcos regulatorios y las políticas
educativas.
La pandemia y las restricciones para trabajar impulsan
nuevos modelos laborales. "No sólo cambió la compañía y el mundo, sino
también el consumidor: más de 1 millón de personas usaron home banking por
primera vez o incursionaron en las compras online", introduce Nóbile para
resaltar la profundidad de los cambios y las conductas. En este contexto, añade
"nuestros empleados también se adaptaron". El teletrabajo, así,
proliferó pero la virtualidad "en la Argentina lleva al menos 10 años",
aclaró Puig.
"La pandemia no
sólo cambió a Telecom y al mundo, sino también al consumidor", interpreta
Roberto Nóbile.
Las estadísticas reflejan en forma nítida el impacto de la
cuarentena. En el segundo trimestre del año pasado, 1.433.410 trabajaban en
forma remota, lo que representa el 13,6% del total. En forma paralela, de 2017
a 2020, la vacancia de oficinas en Capital se duplicó (8,20% a 16,7%). Hacia
adelante, Nóbile consideró que la pandemia trajo formas de trabajo que van a
perdurar en el tiempo. "El 80% de nuestra gente -remarcó quiere
continuar trabajando en un formato híbrido y flexible, es decir
entremezclando algunas rutinas presenciales con otras remotas".
Para Kaufman, la combinación de ambas modalidades laborales
(presencial y virtual) implica enormes desafíos para las corporaciones. Dentro
de las ventajas, está la comodidad de desarrollar y acomodar las tareas en
función de los tiempos disponibles. "Pero trabajar a distancia transforma
a las personas en un cuadradito de Zoom. Así como el trabajo rutinario se puede
resolver con teletrabajo, la creatividad y la innovación están
seriamente dañadas con un esquema remoto", enumeró.
"El trabajo
rutinario se puede resolver con teletrabajo, pero la creatividad está
seriamente dañada", dijo Kaufman.
Bilinkis hizo un balance retrospectivo. "Antes de la
pandemia -destacó-, las personas y las empresas desconfiaban mucho del
teletrabajo. En pandemia sucedieron dos cosas: nos dimos cuenta que se
pueden realizar muchos más trabajos en forma remota, pero además que es mucho
más conveniente para las empresas como para las personas", dijo. Sin
embargo, Bilinkis, señaló que la "mayoría (empresas y trabajadores) hoy se
inclina por un modelo más flexible entre la presencialidad y la
virtualidad".
Las restricciones para circular introdujeron variantes en
los formatos de trabajo y también de reclutamiento. De hecho, Kaufman ironizó:
"Accenture ya tiene 3.000 pandemials", tal como
definió a los nuevos empleados fichados en cuarentena. Hoy, las empresas
observan con mucho detenimiento tanto el aspecto de la formación profesional y
también los marcos regulatorios. "El desafío -señaló Puig- es repensar el futuro que viene y
también cómo educamos. Porque este es un mundo cambiante y las empresas (desde
las grandes corporaciones hasta las pymes) están impactadas por esa necesidad
de cambios. Algunas son conscientes de eso, pero esa realidad les toca
a todos por igual".
Kaufman completa: "Lo educativo tiene que cambiar
también. Porque cuando vemos cómo se crea valor en el mundo, lo
primordial son bienes intangibles. Esos son los cambios que se requieren
para los trabajos del futuro", interpretó. Hacia adelante, las empresas ya
vislumbran que "la nueva normalidad" laboral será distinta tanto a la
prepandemia como a la de la actualidad. ¿De qué manera? "Estamos
rediseñando todos los espacios físicos de las oficinas, con puestos de trabajo
absolutamente móviles, y el empleado va a ir cuando necesite ir", remarcó
Nóbile. Por otro lado, añadió que "estamos trabajando en un modelo de
capacitación para poder trabajar en una forma distinta".
Brenda Puig, líder
abogado de Idea, señala que el teletrabajo lleva 10 años en la Argentina.
Otro de los puntos altos del debate fue la ley de
teletrabajo, sancionada el año pasado. Al respecto, Puig recordó que "el
teletrabajo en la Argentina lleva al menos 10 años y no era un tema
conflictivo. Cuando el Congreso lo reguló, los empleados ya estaban amparados
por la legislación laboral vigente". La especialista, además, recalcó que
en el contexto actual, con la alta tasa de desocupación y la falta de nuevos
empleos, "cuando hacemos leyes laborales en la Argentina la tenemos que
hacer bien". De todos modos, Puig señaló que "la ley podía ser mejor,
pero es la que tenemos y es la que está vigente".
No hay comentarios:
Publicar un comentario