Lynda Gratton en la edición de mayo – junio de Harvard Business Review plantea que cuando se diseñen procesos de trabajo flexibles el foco debe estar en las necesidades de los profesionales y no solo en las institucionales.
Desde la pandemia las organizaciones han adoptado las
tecnologías asociadas con el trabajo virtual rápidamente y los empleados están
viendo las ventajas de una mayor flexibilidad en relación a dónde y cuándo
trabajan y los líderes están aprovechando la oportunidad para rediseñar el
trabajo utilizando un modelo híbrido.
Para que esta transición tenga éxito es necesario que
las compañías enfoquen la situación desde cuatro perspectivas distintas:
1.- Los puestos de
trabajo y tareas.
2.- Las preferencias de los empleados.
3.- Los proyectos y flujos de trabajo.
4.- La equidad e inclusión.
Los líderes también deben visualizar la nueva
organización del trabajo en relación con dos ejes: el lugar y el tiempo. El
lugar es el eje al que se está prestando más atención en el momento actual,
millones de trabajadores en el último año han tenido que realizar el cambio
repentino de prestar sus servicios en una oficina a trabajar desde cualquier sitio.
También sus horarios de trabajo han sufrido modificaciones ya que han pasado de
trabajar sincronizadamente con sus compañeros, por ejemplo de 9 a 5 a trabajar
de manera asíncrona en el momento de su elección.
La autora, para ayudar a conceptualizar la naturaleza
bidimensional del modelo híbrido recomienda utilizar una matriz organizada
alrededor de esos dos ejes. Antes de la pandemia la mayor parte de las
organizaciones ofrecían una flexibilidad mínima en las dos dimensiones por lo
que se encontraban en el cuadrante inferior izquierdo con los empleados
trabajando en la oficina durante las horas marcadas. Algunas compañías se
habían aventurado en el cuadrante inferior derecho permitiendo un horario más
flexible, otras estaban experimentando en el cuadrante superior derecho
ofreciendo a sus profesionales una mayor flexibilidad en relación con el lugar
de trabajo, preferentemente desde casa. Muy pocas, sin embargo, se estaban
moviendo hacia el cuadrante superior derecho, que representa el modelo híbrido:
trabajar en cualquier horario y en cualquier sitio.
Trabajar en la oficina de 9 a 5 solía ser la norma con las
compañías permitiendo una flexibilidad limitada en relación al lugar de
trabajo. La pandemia ha hecho que el modelo híbrido se fomente al reconocer los
directivos que los profesionales pueden trabajar de forma productiva en
cualquier lugar y horario y mientras se va superando la pandemia muchas
organizaciones han apostado por procesos de trabajo flexibles que incrementen
de forma significativa la productividad y la satisfacción de los
profesionales.
LUGAR |
||
DEFINIDO |
CUALQUIERA DE 9 A 5 |
CUALUIERA A CUALQUIER HORA |
INDEFINIDO |
OFICINA TRADICIONAL NORMALMENTE DE 9 A 5 |
EN LA OFICINA EN CUALQUIER HORARIO |
HORARIO |
DEFINIDO |
INDEFINIDO |
Para que esta transición tenga éxito, como hemos comentado,
la autora propone enfocar la situación desde la perspectiva de:
1.- LOS PUESTOS DE TRABAJO Y TAREAS
Al pensar en los puestos de trabajo y las tareas debemos
comenzar por entender a los motores principales de la productividad: energía,
foco, coordinación y cooperación, para cada uno de ellos. Luego tenemos que
considerar cómo estos movilizadores se van a ver afectados a lo largo de los
ejes de horario y lugar. La autora ofrece una serie de ejemplos de lo que puede
suponer un modelo híbrido para:
a).- Un
planificador. Un motor crítico para este rol es el foco. Los
planificadores habitualmente tienen que trabajar sin distracciones durante
largos periodos de tiempo. El eje que favorece mejor el foco es el del horario,
específicamente tiempo asíncrono. Si se les libera de las demandas de los demás
el lugar es menos importante y pueden realizar su trabajo tanto en la oficina
como en su domicilio.
b).- Un
director de equipo. Aquí el motor principal de la productividad es
la coordinación. Los directivos deben ofrecer feedback en cualquier momento que
sea necesario a los miembros del equipo y necesitan mantener conversaciones y
debates, compartir las mejores prácticas y hacer de coach y mentores de los
miembros de sus equipos. El horario es el eje pero en este caso el horario debe
estar sincronizado. Si esto es posible el lugar no es tan importante. Los
directivos y sus equipos pueden abordar sus tareas de coordinación desde la
oficina o desde su casa mediante plataformas como Zoom o Microsoft Teams.
c).- Un innovador de producto. Para este rol la cooperación
resulta fundamental y el eje más importante es el lugar. La innovación se
estimula a través del contacto cara a cara con los compañeros, asociados y
clientes, que generan ideas por medio de distintas vías: sesiones de
brainstorming en pequeños grupos, encuentros fortuitos, charlas entre reuniones
o asistiendo a sesiones de distintos grupos. Este tipo de cooperación se
promueve mejor en una localización compartida, una oficina o un hub creativo
donde los profesionales tienen la oportunidad de conocerse y socializar. Estas
tareas cooperativas deben ser síncronas.
d).- Un
director de marketing. La productividad en este rol, como en la mayoría de los
roles, necesita una energía mantenida en la que tanto el lugar como el horario
tienen un papel importante. Como se ha podido comprobar durante la pandemia
muchas personas encuentran estar trabajando desde casa energizante porque se
liberan de la carga del os pesados desplazamientos, pueden dedicar tiempo
durante el día por ejemplo a hacer ejercicio y caminar, pueden comer de forma
más sana y dedicar más tiempo a sus familias.
Trabajar desde casa puede estimular la energía pero también
por el aislamiento la cooperación puede perjudicarse y un horario síncrono
puede mejorar la colaboración pero también, el foco en la tarea se puede ver
alterado por la constante comunicación e interrupciones que puede traer
consigo.
Para combatir estos problemas potenciales por ejemplo Hiroki
Hiramatsu y su equipo en Fujitsu han creado un ecosistema de espacios que
componen lo que ellos llaman la oficina sin fronteras. Dependiendo de cuáles
son los motores de productividad de los profesionales estos espacios pueden ser
hubs para maximizar la cooperación mediante un diseño abierto y un equipamiento
de alta tecnología que permite la cocreación de nuevos productos y servicios,
satélites, espacios que facilitan la coordinación entre los equipos
que trabajan en proyectos compartidos y oficinas compartidas que permiten
centrarse en la tarea, localizadas a lo largo de Japón cerca de estaciones de
tren o metro y están diseñadas para funcionar como espacios tranquilos, de
fácil accesibilidad, para minimizar el tiempo de desplazamiento a ellas y están
equipadas con mesas y conexiones a internet para que los profesionales puedan
trabajar de forma independiente y sin interrupciones o asistir a reuniones virtuales
o a clases online.
2.- LAS PREFERENCIAS DE LOS EMPLEADOS
Nuestra capacidad para operar con nuestra máxima
productividad y desempeño varía dramáticamente dependiendo de nuestras
preferencias personales. Por tanto al diseñar el trabajo híbrido debemos considerar
las preferencias de nuestros profesionales. Por ejemplo si el tiempo de
desplazamiento es elevado, existen posibilidades de trabajar en casa
sin interrupciones y se cuenta con una amplia red de relaciones y de
experiencia dentro de la organización las preferencias se pueden inclinar hacia
el trabajo fundamentalmente en casa, pero si no se dan estas circunstancias,
como es el caso de un empleado recién incorporado, éste va a preferir trabajar
en una oficina donde puede recibir coaching y ser mentorizado.
Las compañías están encontrando formas de conocer e
incorporar las perspectivas de sus profesionales en el diseño del nuevo modelo
de trabajo. Muchas están facilitando a los directivos herramientas sencillas de
diagnóstico por medio de encuestas para entender mejor las preferencias
personales de los miembros de sus equipos, el contexto del trabajo y las tareas
clave. Herramientas que, por ejemplo, les permiten aprender donde se sienten
con más energía y estímulo, si tienen en su domicilio los medios para poder
trabajar y cuáles son sus necesidades para poder centrarse, cooperar y
coordinarse.
Los directivos tienen también que considerar las
repercusiones de coordinar a una variedad de personas en equipos virtuales en
relación con los riesgos de seguridad y efectividad de las operaciones o cómo
el cambio puede afectar a la colaboración, el liderazgo y la cultura.
3.- LOS PROYECTOS Y FLUJOS DE TRABAJO
Para conseguir que el modelo híbrido sea un éxito hay que
tener en cuenta la forma en que se realiza el trabajo, a nivel individual, de
equipo y con el resto de funciones y consumidores de éste. En la era del
trabajo híbrido la autora ha observado que los ejecutivos suelen abordar esta
cuestión de dos formas:
a).- Incrementar el uso de la tecnología para coordinar
actividades al buscar los profesionales formas de trabajo más flexibles. Por
ejemplo los directivos en Fujitsu utilizan una serie de herramientas digitales
para categorizar y visualizar los tipos de trabajo que sis equipos están
realizando mientras experimentan con los nuevos planes en los ejes de lugar y
horario, lo que les permite valorar mejor las cargas de trabajo individuales y
del equipo, analizar las condiciones de trabajo en remoto y confirmar
proyecciones de trabajo.
b).- Revisar
los flujos de trabajo. Muchas organizaciones están aprovechando la situación
actual para rediseñar los flujos de trabajo. Éstos nunca deben replicar malas
prácticas pasadas por lo que deben ser pensados cuidadosamente. Por ejemplo los
líderes de un banco asociado a Future of Work Research
Consortium lo han hecho planteando tres preguntas cruciales:
· ¿Algunas
de las tareas del equipo son redundantes?
· ¿Puede
alguna tarea ser automatizada o reasignada a personas fuera del equipo?
· ¿Podemos
reimaginar un nuevo propósito para nuestro lugar de trabajo?
4.- LA
EQUIDAD E INCLUSIÓN
Al ir desarrollando nuevas prácticas híbridas tenemos que
prestar particular atención a la equidad e inclusión ya que distintos estudios
muestran que los sentimientos de injusticia en el entorno laboral pueden dañar
la productividad, incrementar el burnout, reducir la colaboración y disminuir
la retención.
En el pasado cuando las compañías comenzaron a experimentar
con enfoques más flexibles en la organización del trabajo normalmente permitían
a los directivos dirigir los procesos de forma específica y como resultado
diferentes departamentos y equipos obtuvieron distintos niveles de flexibilidad
y libertad lo que dio lugar inevitablemente a acusaciones de injusticia. Otros
empleados al tener puestos de trabajo dependientes de un lugar concreto y de un
horario determinado no podían acceder al modelo híbrido por lo que con
frecuencia se sentían tratados injustamente.
Cualquier cambio va a crear sentimientos de inequidad e
injusticia por lo que la mejor forma de afrontar el problema es asegurarnos de
que el mayor número posible de profesionales están implicados en el diseño del
proceso. Sus voces tienen que ser oídas, tienen que escuchar las de otros y
convencerse de que los cambios que se están realizando no son solo el
resultado de los caprichos y sensibilidades de sus jefes a nivel individual.
Como conclusión la autora sugiere que para ir avanzando
hacia un modelo híbrido de cualquier lugar en cualquier momento hay que
comenzar por identificar los puestos de trabajo y tareas clave, determinar
cuáles son los motores de la productividad y desempeño para cada una de ellas y
pensar en cómo organizar el trabajo para impulsar esos factores movilizadores.
También, recomienda implicar a los profesionales en el proceso, utilizando una
combinación de encuestas y entrevistas para entender lo que realmente quieren y
necesitan. Buscar eliminar las duplicidades y los elementos improductivos,
comunicar continuamente para que en cada etapa del camino todos comprendan cómo
el modelo híbrido va a incrementar en lugar de debilitar su productividad.
Formar a los líderes para que sepan cómo dirigir equipos híbridos en invertir
en herramientas de coordinación que ayuden a los equipos a linear sus agendas.
Finalmente el líder debe preguntarse si la nueva
organización híbrida potencia los valores de la compañía y apoyan su cultura.
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