Suzi McAlpine en su blog del pasado 9 de junio plantea que una persona que sufre de burnout normalmente va a mostrar una combinación de tres signos a las que llama las “señales rojas del burnout. Éstas son:
1.-
Agotamiento crónico.
2.- Cinismo
o despersonalización.
3.- Sentimiento de dificultades para el logro y eficacia
profesional disminuida.
Conocer estas tres señales de aviso puede ayudar a que el
burnout sea detectado antes de que sea dañino para el individuo y la
organización.
Cuando una persona está experimentando burnout sus niveles
de empatía caen radicalmente y se incrementa su distancia emocional, surgiendo
el pesimismo, la irritabilidad y la desconfianza, infiltrando todos los
aspectos de la vida profesional del trabajador. Puede manifestarse, también,
como encono y amargura dirigida a los compañeros, clientes, pacientes o hacia
la organización en su conjunto, llegando a ser destructiva para el que lo
padece.
El cinismo y la despersonalización pueden tener
implicaciones serias para aquellos que trabajan en “profesiones de ayuda” o en
recursos humanos. Por ejemplo, los profesionales sanitarios, trabajadores
sociales, profesores, bomberos, paramédicos y policía se encuentran en este
grupo ya que el cuidado de los demás es fundamental en sus roles.
El cinismo tiene un gran impacto no solo en el que lo
experimenta sino, también, en aquellos con los que interactúa. Por ejemplo un
profesor con un grado elevado de cinismo conectará menos y peor con los
estudiantes a los que enseña o en el caso de los sanitarios se ha visto que
puede comprometer la seguridad del paciente y disminuir la satisfacción de
éste.
En el entorno laboral actúa como un virus contagioso y
peligroso que se extiende por los equipos y organizaciones, disminuyendo y
agudizando el problema de la falta de compromiso de los profesionales. El
resentimiento y el cinismo son dos caras de la misma moneda y las personas que
padecen burnout refieren que el resentimiento es con frecuencia un visitante
sorprendente y no bien recibido que acompaña al cinismo.
La autora recomienda plantear las siguientes preguntas para
identificar el cinismo y despersonalización que suele acompañar al burnout:
a).- ¿Has desarrollado una actitud negativa hacia el
trabajo, los compañeros o clientes/pacientes que no tenías con anterioridad?
b).- ¿Estás percibiendo un desinterés por el trabajo y por
sus problemas y retos asociados?
c).- ¿Con frecuencia te sientes desilusionado con tu
trabajo?
d).- ¿Te has vuelto cínico o muy crítico en el trabajo?
e).- ¿Estás experimentando un sentimiento de falta de
reconocimiento o de recompensa por el trabajo bien hecho recientemente?
f).- ¿Te iritas, enfadas más rápidamente o tienes menos
paciencia con tus compañeros de trabajo que antes? ¿Reaccionas de forma
exagerada ante pequeñas molestias o contratiempos?
g).- ¿Buscas excusas para faltar al trabajo de forma regular
o te sientes enfermo para no acudir al mismo, siendo un comportamiento nuevo
para ti?
h).- ¿Evitas actos sociales, especialmente los relacionados
con el trabajo, cuando antes te ilusionaba asistir?
i).- ¿Tienes menos paciencia, empatía y entusiasmo que lo
normal?
j).- ¿Otras personas han comentado que no tienes cuidado en
tus relaciones con los clientes, pacientes, compañeros?
k).- ¿En general, te sientes frustrado por tu trabajo?
l).- ¿Has perdido
entusiasmo e interés por tu trabajo?
Si la respuesta a estas preguntas es afirmativa en todos los
casos o en la mayoría puede ser una señal de que estamos experimentando
burnout.
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