Mariela Mociulsky (Trendsity), Tito Loizeau (Caramba!),
Domingo Speranza (Newmark Knight Frank Argentina), José Del Rio (LA NACION),
Edgardo Vázquez (Bagó) y Bruno Drobeta (Samsung). Crédito: Fabián
Malavolta
En un encuentro organizado por LA NACION, referentes del
mundo de las empresas y de la innovación analizaron cómo se viven las
experiencias de empleo en tiempos de pandemia
El after office al zoom office,
del brainstorming en equipo a una creatividad saturada de
videollamadas y abrumada por la cuarentena obligatoria. En menos de 72 horas,
grandes compañías, pymes y emprendedores tuvieron que reorganizar todo su
esquema de trabajo y, muchas de ellas, se vieron obligadas a reinventarse y a
empezar de cero. En este contexto, la innovación, más que una excepción, se
transformó en una regla que, consciente o inconscientemente, aplicaron todos
los líderes del negocio.
La tercera jornada del ciclo de Management 2030, organizado
por LA NACION, que se desarrolló el 3 de junio, tuvo como
denominador común la innovación. De CEO a emprendedores, pasando por
especialistas en la materia e inversores de capital de riesgo, varios
referentes del mundo de los negocios y la innovación formaron parte de una
jornada en la que se dialogó sobre las principales inquietudes y se intentó
definir el "arquetipo" del trabajador del futuro, una modalidad
de design thinking creada por Accenture para entender cómo van
a ser las personas que ocupen puestos laborales.
En un mensaje de bienvenida a encuentro, Sergio Kaufman,
presidente de Accenture Argentina y de la región Sudamérica Hispana de la firma
reflexionó: "Hace años que veníamos hablando del trabajo del futuro y los
temas que discutíamos hace tres meses y que parecían imposibles, son hoy
cotidianos". Además, mencionó datos revelados por la consultora que
indican que actualmente lo que prevalece es el miedo. "El 64% de los consumidores
teme por su salud; el 81%, por la salud de los otros, y el 88%, por el impacto
económico", comentó.
Tras las palabras de Kaufman hubo una mesa de expositores,
moderada por José Del Rio, secretario general de Redacción de LA NACION.
Participaron Tito Loizeau, fundador de la agencia Caramba! y del
restaurante El Capitán Deli Theatre; Domingo Speranza, CEO de Newmark Knight
Frank Argentina; Edgardo Vázquez, gerente general de Laboratorios Bagó; Bruno
Drobeta, director general de Samsung Argentina, y Mariela Mociulsky, fundadora
y CEO de Trendsity. Hablaron sobre los desafíos que tuvieron que enfrentar en
este período y, juntos, trabajaron en el perfil de "Julia". Se
sumaron, de manera remota, Milagros Graziani, ingeniera agrónoma y c ountry
manager de la Argentina de la empresa Beeflow; Rebeca Hwang, managing
partner de Kalei Ventures y directora senior del Nuevo Centro Global
de Family Business y Entrepreneurship de Thunderbird, y Martina Rua, periodista
especializada en innovación.
1- Home office versus Working from home
Avances digitales como el teletrabajo, las plataformas de
comercio electrónico o los servicios de mensajería y delivery, permitieron que
muchas operaciones se mantuvieran vivas y que otras nacieran. Sin embargo, las
modalidades adaptadas que conocimos en la cuarentena no se asemejan a las
realidades que vivimos antes. "Hoy no estamos haciendo home
office, estamos haciendo working from home, algo que
en Europa llaman de manera más romántica, smart working, como si
todo lo que hiciéramos en casa no fuera inteligente", definió Speranza. Y
continuó: "Lo inteligente es ver cómo hacer para que el trabajo pueda
convivir con la cotidianeidad del hogar. En muchos casos, hay familias que se
encontraron con una sola computadora; por eso, es muy distinto trabajar en casa
que el estructurar programas de home office, que es cuando la
empresa provee todas las herramientas para trabajar desde casa, como la banda
ancha o las sillas ergonómicas. La flexibilidad va a ser uno de los desafíos, y
construir un ADN corporativo con la dispersión de este contexto es muy
complejo".
Mociulsky, que trabaja en investigación de mercado hace más
de 20 años, afirmó que "este es un momento para reinventarse".
"Justamente, es un momento para reinventarse incluyendo el propósito en el
centro", destacó. Y nombró a la revolución digital como la tendencia que
se aceleró a partir de la cuarentena.
En esta línea, Vázquez dijo que desde Laboratorios Bagó
están constantemente mirando oportunidades para estar cerca de la gente. "Lo
peor que le puede pasar a una persona en este contexto es no encontrar un
medicamento; la nuestra es una industria que está llamada a innovar",
destacó. Y agregó: "Uno de los objetivos principales debe ser que los
colaboradores puedan vincularse con el propósito, que puedan sentirse parte de
algo donde uno comparta la misión final de la compañía".
La operación en las plantas continuó y fue readaptada en 72
horas siguiendo protocolos sanitarios y de distanciamiento social. "Fue un
desafío enorme, porque sabemos que usar un barbijo 8 horas trabajando hace que
te duela la cabeza o que te falte el aire; puede ser incómodo, pero lo hacemos
para cuidarlos, todos los días tenemos que seguir reforzando los protocolos,
hasta cuando te servís el café hay que mantenerlos", ejemplificó Vázquez.
Drobeta, que está al mando de la operación local de Samsung,
dijo que, sin dudas, este contexto marca un "antes y un después".
"Para el trabajador del futuro se tienen que adecuar los procesos de
trabajo para que sean más eficientes en el distanciamiento", dijo. Y
destacó que el argentino suele estar "mucho más armado para este tipo de
situaciones".
"Esta es una situación global, pero en el caso local,
en las crisis nos hacemos fuertes", dijo el directivo, y destacó que el
celular, que ya estaba en la vida de los argentinos fuera de la casa, ahora
también es protagonista dentro de casa.
2- Con la misión de innovar desde el propio negocio
El Capitán Deli Theatre es el restaurante que el emprendedor
Tito Loizeau inauguró junto a su hijo solo seis meses antes de que comenzara la
cuarentena obligatoria. Se trata de un restaurante que se encuentra junto a los
cines Showcase Norcenter, en Munro, provincia de Buenos Aires. Tiene 350 metros
cuadrados (160 cubiertos) y está ambientado como un teatro de 1930. "La
primera reacción fue la no aceptación y llorar", reconoció Loizeau. Luego
explicó que su visión respecto al impacto de la pandemia no es la de que habrá
cambios radicales. "Creo que van a haber cambios pero que, en el largo
plazo, el 90% de las cosas van a volver a ser como eran antes de la
pandemia", sostuvo. Y dijo que basta con mirar el regreso a las calles y
al trabajo de los europeos.
Loizeau coincidió con Drobeta y destacó la resiliencia de
los argentinos. "La Argentina en particular te obliga a ser resiliente y
eso hace que los argentinos sean buscados en el mundo en las crisis",
definió. Esa resiliencia es la que llevó al emprendedor a no quedarse quieto
durante la cuarentena y a ver una nueva oportunidad de negocio, que hizo
realidad con Micro Mask, una empresa de barbijos y máscaras faciales.
Otra disertante de la jornada fue Milagros Graziani,
ingeniera agrónoma y country manager en el país de la empresa Beeflow, firma
que se destaca en el mercado por mejorar los rendimientos de los cultivos de
manera sustentable, a través de la mejora del proceso de polinización de las
abejas. "Yo creo que el trabajador del futuro va a ser aliado de la
tecnología, pero también va a ser esencial la parte humana; esta pandemia nos
trajo a todos una nueva forma de trabajar y de intentar estar más
comunicados", sostuvo.
Entre otros reconocimientos, Beeflow recibió en 2018 el
premio "Samsung Innova", como la empresa más innovadora del país.
"Tomamos un elemento que existía en la naturaleza, que es la abeja, porque
la importancia de la polinización estaba siendo olvidada por otros actores del
agro", sostuvo. Sobre el contexto emprendedor argentino. Graziani destacó
que "hay gente con talento que tiene ideas, pero faltan recursos para que
ocurran".
Y reflexionó: "Cuántas cosas están por lanzarse que nos
van a sorprender a todos? Desde Beeflow vemos que las innovaciones son cada vez
más flexibles y cercanas".
3- Los capitales de riesgo en tiempos de pandemia
Para hablar de capital de riesgo para el desarrollo de
emprendimientos de base tecnológica, Rebecca Hwang, managing partner de Kalei
Ventures es una de las voces referentes. En directo desde California, Estados
Unidos, la especialista se sumó a la jornada para compartir su visión sobre al
impacto de la pandemia, y para contar cuáles son los proyectos en los que busca
invertir actualmente.
"Estoy haciendo inversiones en este momento; es un
momento oportuno para encontrar compañías y emprendimientos que, hoy por hoy,
están privados de efectivo y necesitan capital para seguir remando la situación
de crisis que tenemos", sostuvo. Y contó que desde Kalei Ventures buscan
compañías en una etapa temprana, que estén creando soluciones de base
tecnológica tanto en la Argentina como en los países de América Latina y que
tengan el potencial de convertirse en grandes compañías tecnológicas.
"Tenemos cheques de US$250.000 por emprendimiento", ejemplificó, para
dar una noción de los niveles de inversión.
Para Hwang, de ahora en más serán dominantes las tecnologías
que "permitan actuar de manera remota, trabajar y educar o que, por
ejemplo, puedan generar un diagnóstico médico desde casa".
"Somos sociables y tenemos el deseo de interactuar
físicamente con las personas; habrá que crear soluciones para ayudar a los que
están sufriendo esa escasez de abrazos, y habrá que poner énfasis en la salud
mental", opinó. Al momento de hablar de tendencias, la especialista en
inversiones de capital de riesgo dijo que en Asia se impone el uso de drones
para concretar entregas, realizar desinfección de calles y monitorear, y
trackear a quienes están enfermos. "Esto atenta contra la privacidad de
las personas, porque los países tienen conocimiento en tiempo real de dónde y
cuándo las personas interactúan. Esta situación de crisis y pandemia crea más
aceptabilidad de las personas de esta intrusión", advirtió.
4- Una menor distancia social
Los presentes en la mesa respondieron en un momento
preguntas de dos CEO de empresas. Una de ellas fue formulada por Alejandro
Yapur, presidente de Arcos Dorados, quien dijo que la "nueva normalidad
hace que todos debamos readaptarnos a la realidad del trabajo en casa". Y
preguntó específicamente por claves para contener a los equipos en esta forma
de trabajo.
Mociulsky contó que en estas semanas los equipos están
teniendo más reuniones con gerentes generales o directores con quienes, antes
de la cuarentena, tenían una mayor distancia física. "Ahora, aunque se
está lejos físicamente, hay una menor distancia social", destacó. Speranza
coincidió en este punto y dijo que "se está ganando, en el sentido de que
las empresas empiezan a ser más horizontales".
El ejecutivo contó que el regreso a las oficinas va a ser
complejo si se tienen en cuenta los protocolos necesarios. "Si vamos
repasando todas las cosas que vamos tocando desde que salimos de casa hasta que
llegamos al escritorio, son un montón", ejemplificó, y aclaró que
tendencias como las grandes mesas compartidas van a dejar de existir y, en caso
de mantenerse, tendrán que adaptarse a un fuerte protocolo de higiene y
distancia. Otro ejemplo mencionado por Speranza para dar noción del contexto es
el de las puertas con picaportes, que se van a tener que reemplazar por las
puertas que se abren solas, o bien por molinetes y sistemas de acceso que
puedan accionarse con el menor grado de contacto posible.
La segunda "pregunta del CEO" fue la de Javier
Goñi, de la empresa Ledesma, quien contó que a esta altura de la cuarentena
extraña esa "hora y media en Panamericana a la mañana". "Nos
duelen los oídos por los auriculares y nos molesta la vista, no tenemos
horarios y no hay fines de semana; estamos en casa con nuestras familias pero
ese tiempo es de menor calidad. ¿Dónde está el equilibrio y cómo se van a
modificar los hábitos y necesidades de las empresas?", planteó.
Para Vázquez, sin dudas el teletrabajo va a generar un
cambio en la política de la empresa y en la forma en la que el empleado se
relacionaba con ella. Drobeta consideró que algo importante para las compañías
será entender cómo es el nuevo trabajo y generar eficiencias, en particular, en
las formas de comunicación de manera tal de evitar, por ejemplo, el
"síndrome de trabajar en videollamada", haciendo referencia a las
conexiones excesivas y sin descanso.
Speranza citó una encuesta realizada por la firma que
dirige, de la que participaron 185 empresas ocupantes de oficinas.
"Sorprendentemente, los millennials fueron los que más quejas presentaron
sobre trabajar en casa y lo mismo pasa en otros países; pero es algo lógico,
porque ya tienen 39 o 40 años, muchos son padres con chicos chicos y viven en
departamentos más pequeños. Para ellos, la cuarentena empieza a ser un
incordio", afirmó.
Para Mociulsky, en este tiempo creció el valor de la
transparencia. "En el poder creer lo que la empresa está haciendo, más
allá de lo que está diciendo", definió. A esto, sumó como tendencias el
bienestar del trabajo remoto y la aceleración de la revolución digital que,
según indicó "trae brechas de acceso, porque no todos en la Argentina
tienen una computadora en su casa o un smartphone para cada
persona. "No todos tienen la posibilidad de seguir con su mismo trabajo de
manera remota. En el caso de la educación, hay muchos colegios que no empezaron
este año, y hay toda una reconversión que tienen que hacer los docentes para
convertirse en teledocentes; eso hace que se profundice la brecha
digital".
5- El trabajador del futuro
A modo de cierre, los participantes completaron el perfil
del trabajador del futuro a partir del arquetipo planteado por Accenture. Ella
es "Julia", una mujer que comienza el día temprano, que va a tener
días en los que trabajará desde su casa y días en los que ira a la oficina,
algo que se va a poder programar. Además, los invitados concluyeron que, parte
del día de "Julia" va a estar dedicado al e-learning para la
educación de sus hijos, si los tuviera.
"El trabajador del futuro es alguien que va a tener que
encontrar las motivaciones asociadas a lo que le gusta", destacó Drobeta.
Para Vázquez, un aspecto importante será la preparación de las personas en
habilidades blandas, como la comunicación. Speranza dijo que la clave de
"Julia", esta trabajadora del futuro, será la capacidad de lograr que
la inteligencia emocional y el conocimiento puedan convivir de manera
equilibrada.
En la opinión de Loizeau, "la pandemia demostró que los
seres humanos somos totalmente distintos. Hay gente que descubrió que se puede
quedar en casa para divertirse y pasarla bien y hay gente que prefiere salir y
volver a su vida social; eso es algo que la pandemia puso de manifiesto".
Por su parte, Mociulsky hizo hincapié en la importancia de la comunidad:
"El trabajador del futuro tendrá mayor responsabilidad individual al
servicio de lo comunitario", concluyó.
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