Aunque la mayoría de trabajadores aspiran a invertir mejor
su tiempo conseguir ser productivo no siempre es fácil. Pero según apuntan los
expertos de Up Spain,
empresa líder en beneficios sociales para empleados, la clave no está en
invertir más tiempo, sino en conseguir que el tiempo sea de calidad.
La jornada laboral, un mito
Los españoles son algunos de los trabajadores europeos que
acaban su jornada más tarde. Pero, a su vez, muchos estudios demuestran que la productividad nada
tiene que ver con largas jornadas laborales, y sí con la gestión del tiempo que
realizamos o los recursos y capacidades que empleamos en cada tarea.
Empezar el día cuidándonos
"Si alguien me parara en la calle y me preguntara cómo
ser más productivo, diría 'empieza a meditar'", afirma Laura Mae
Martin, experta en productividad de Google en una entrevista
en el blog de la propia compañía. ¿El objetivo? Preparar la mente para las
tareas y obligaciones que están por llegar.
Pero la única solución no es meditar. Otra manera de
prepararse para una intensa jornada laboral es empezar la mañana
dedicándose tiempo a uno mismo, relajarse, reflexionar y comenzar con la
mente enfocada en lo que queda por delante. Para ello, si hace falta, avanzar
el reloj media hora para disfrutar de un buen desayuno, leer la prensa o
escribir unas notas personas, será seguro beneficioso para el día que tienes
por delante.
También puedes aprovechar el trayecto andando o en
transporte público al trabajo para disfrutar del paisaje, escuchar música o
relajarte, y mantenerte inmune al uso del móvil hasta llegar a la oficina.
Establece prioridades
Mejorar la productividad pasa por definir cuáles son
las prioridades a seguir y saber rechazar todo aquello que no lleve a
su consecución. Y en esta lista de prioridades, afirman desde Up Spain,
menos es más. Es mejor tener cuatro objetivos importantes que una lista de 10
tareas sencillas sin relevancia alguna.
Una vez fijadas, se trata de escribirlas en un lugar visible
en tu espacio de trabajo, y decir que no a todo aquello que pueda conllevar desviarse
de los objetivos marcados. "Cuanto más dices que no, más posibilidades
tienes de decir sí a algo que realmente importa", afirma Martin.
Y está en lo cierto, ya que cada vez más estudios demuestran
que aquellos empleados que logran trabajar de esta manera terminan desempeñando
mejor sus trabajos.
Céntrate en lo importante y rechaza lo demás
Si vas a trabajar trabaja y si vas a descansar descansa.
Parece simple, pero en la práctica no lo es. El secreto radica en "saber
lo que quieres hacer y hacer lo que quieres hacer", apunta Martin.
En otras palabras, si cuando estás trabajando, te dejas
llevar por las microtareas que te llegan cada minuto por correo electrónico o
las notificaciones que te llegan por Whatsaap, y no por ese plan realmente
importante que requiere horas y horas de concentración, acabarás la jornada
frustrado por no haberlo conseguido, y sin ninguna satisfacción asociada a las
micro-tareas antes realizadas.
Y lo mismo sucede en nuestro tiempo libre. Si en
lugar de acabar de leer el capítulo del libro que tanto te gusta, o aprenderte
esa melodía que quieres tocar al piano, acabas la tarde mirando el móvil y
atendiendo llamadas de trabajo, será muy difícil que tu mente desconecte y
después de la reunión telefónica vuelva a enfrascarse en la lectura o el piano,
por ejemplo.
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