La 4ª Revolución Industrial, término acuñado por el WEF,
comprende la fusión de nuevas tecnologías procedentes de los mundos físicos,
digitales y biológicos, impactando en todas las disciplinas, economías e
industrias. Estos cambios afectarán fundamentalmente al trabajo que realizan
las personas y alterarán muchas estructuras existentes y sistemas. Según las
estimaciones de McKinsey, por ejemplo, 375 millones de trabajadores a nivel global
(aproximadamente el 14% de la fuerza laboral) tendrán que efectuar una
transición hacia nuevas competencias laborales.
El Foro se ha centrado en dos manifiestos osados en la
reunión de este año: el dedicado al cambio climático y el de crear oportunidades
para un billón de personas para 2010. En relación con este último la autora se
pregunta cómo podemos trabajar juntos para asegurarnos de que las posibilidades
que ofrecen los cambios superen a los peligros y para ello piensa que la
adopción responsable de las tecnologías de la 4ª revolución requiere la
inclusión radical de cada uno de nosotros como agentes de interés en un mundo
cada vez más interconectado e interdependiente. Para lo cual todos los líderes
deberán adaptar sus patrones mentales, valores, competencias y comportamientos
y practicar:
1.- La inclusión radical, la escucha activa y el
reconocimiento de las necesidades de numerosos grupos de interés para encontrar
soluciones creativas incluyendo todas las voces.
El líder debe preguntarse cómo está incluyendo las opiniones
de su red de grupos de interés en la forma en que mide sus resultados.
2.- La responsabilidad compartida y la colaboración a
través de un ecosistema.
El líder se debe preguntar cuál es el reto o problema que se
debe solucionar en su organización o industria que le inspire, así como de qué
forma puede, independientemente de la realización de sus tareas cotidianas,
colaborar con otros que también están inspirados para resolver el desafío y
cómo puede conseguir desarrollar sus habilidades al colaborar con otros tanto
dentro como fuera de su organización.
3.- La humildad y el aprendizaje.
Con los cambios continuos a los que todos nos enfrentamos y
especialmente los líderes todos necesitamos desarrollar una actitud
profundamente humilde, curiosidad y una estrategia para aprender mejor. Por
ejemplo Boston Consulting Group ha realizado un estudio sobre la fuerza laboral
global que encontró que un 65% de los trabajadores están aprendiendo nuevas
competencias.
El líder debe preguntarse qué plan tiene para continuar
aprendiendo y cómo puede crear una cultura de aprendizaje en su equipo u
organización, así como qué es lo que tiene que desaprender.
4.- El abordaje de la incertidumbre.
El líder debe preguntarse cuáles son las fuentes de
incertidumbre en su ecosistema y cómo puede aprender a liderar en un entorno
incierto y ayudar a los demás a hacerlo.
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