Empezó en la planta hace 20 años, cuando el mundo fabril era
"más básico, más rudimentario y, si se quiere, más brutal". Hoy, a
cargo de unas 5500 personas entre las plantas de Pacheco y Córdoba, conoce
desde los mismos engranajes cómo se maneja una fábrica y qué se juega en una
mesa de negociaciones sindical.
Mientras se prepara para sumar unas 80 personas para el
proyecto Tarek, este ejecutivo criado en San Justo trabaja para sumar más
mujeres y otras diversidades a Volkswagen. "La diversidad hay que vivirla,
no se trata de aceptarla", asegura Darío Carosella.
"El sindicato participa en decisiones de impacto, así
como en cosas del día a día: mejoras, optimización, productividad. Hoy, la
empresa y los trabajadores entendemos los problemas de manera parecida, pero
esto se da luego de un tiempo de maduración. Hasta hace 6 años, teníamos el
modelo productivo clásico, donde todo era a requerimiento de la otra parte, en
una suerte de coexistencia obligada, donde uno llamaba al otro cuando lo
necesitaba, sin reuniones regulares, ni agenda con el Smata. Hoy, se los hace
participar desde el entendimiento del problema y desde el diseño de lo que se
va a hacer. Quizá la forma de solucionarlo no sea la misma para ambos, pero si
ni siquiera tuviéramos el entendimiento del problema, la solución sería
imposible".
El rol de RR.HH.
"Hay que estar en el negocio y en el detalle"
"En una empresa que produce, un director de Recursos
Humanos no puede desconocer lo operacional. Debe conocerlo, saberlo, y hasta
tratarlo, especialmente en Sudamérica. Hay que estar en el negocio y también en
el detalle, en las percepciones y reacciones de más de 5000 personas porque,
sin eso en mente, difícilmente resuelvas las cuestiones estratégicas. Estar en
la planta me dio todo. No solo lo recomiendo, sino que me parece mandatorio
para el rol de Recursos Humanos".
Cambio de actitud
"Hoy todos hablamos con madurez sobre la incidencia de la
globalización"
"Antes, cuando comparábamos productividad, costos o
beneficios laborales con otros países despreciábamos la globalización. 'Eso
pasa allá; acá es distinto', decíamos y todos teníamos un poco ese discurso.
Hoy, empresa y trabajadores admitimos que hay cosas que difícilmente sucedan
acá, pero nadie dice 'no nos vengan con eso, que solo pasa afuera'. Todos
aprendimos, y por las malas, lo que pasa cuando un mosquito se muere en China.
Hoy, todos hablamos con madurez de la incidencia de la globalización. Nos
sirvió mucho llevar a representantes de los trabajadores a otros países para
que entiendan cómo se trabaja afuera, y que vean que fábricas en todo el mundo
se cerraron por no adaptarse".
Variaciones del dólar
"Sufrimos y maldecimos como cualquiera"
"Este negocio necesita ser muy productivo para ser
rentable y es muy sensible a las variaciones internas y externas. Muchas
acciones de eficiencia interna que nos cuesta mucho lograr son licuadas por una
variación del dólar, pero estamos acostumbrados. Apenas eso pasa, tenemos
nuestro día negro, en el que sufrimos y maldecimos como cualquiera, pero al
otro día, nos sacudimos la bronca y volvemos a juntarnos para probar otra idea.
En eso, es fundamental la reacción de nuestra gente, que es muy versátil y
-lamentablemente- está acostumbrada a que cuando todo parece andar bárbaro,
puede desarmarse".
Tecnología
"No tuvimos oposición a la automatización"
"Nunca hasta ahora perdimos empleo por los robots, sino
que el trabajo pasó a ser más calificado. Los empleados que antes hacían
operaciones manuales de soldadura, por ejemplo, ahora se ocupan del
mantenimiento de los robots, que son los que sueldan. Se convirtieron en
obreros más hábiles, y hasta ganan más. O pasaron a actividades logísticas.
Trabajar cerca de un robot tiene sus cosas. Es un compañero con sus mañas, que
ve cosas que uno no, y que aprende, pero también se le escapan cosas. Su
existencia eliminó puestos de trabajo inseguros, de difícil acceso, o antiergonómicos,
donde ahora la máquina trabaja tranquilamente. Acá tenemos algo de realidad
virtual para ir acostumbrándonos, porque va a venir".
Rotación
"La gente no se va"
"Salvo las grandes crisis o ajustes masivos por
cuestiones coyunturales, la rotación es muy baja, tanto en planta como en las
oficinas. Hoy la población no se va.
"Sumaremos unas 80 personas, entre ingenieros,
administradores y analistas para la parte dura del proyecto Tarek.
"Además, industria de pesada tenemos mucho que hacer en
términos de diversidad. En la última incorporación masiva, a fines de 2009,
cuando lanzamos la Amarok, tuvimos que adecuar la infraestructura porque no
teníamos vestuarios ni baños femeninos. Hoy, las mujeres son el 1 por ciento en
Pacheco y el 6 por ciento en Córdoba. Son muy pocas aún, pero el mundo fabril
dejó de ser machista como antes".
Minibio
Origen: argentino
Su formación está compuesta por estudios en organización
industrial y del trabajo. Casado, un hijo. Sus hobbies son natación, tenis y
box
Don Segundo Sombra
Ricardo Güiraldes
"Una historia que tiene que ver con la lucha contra la
adversidad"
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