El verticalismo
tradicional de las organizaciones debe aggiornarse para lograr crear en
conjunto. Ejemplos de esta nueva dimensión.
En
un mundo atravesado por la influencia de las redes sociales y el empuje de las
nuevas generaciones (Y, Z), la sociedad está generando nuevos desafíos que
revolucionarán muchas concepciones; entre ellas, las estructuras, mecanismos y
movimientos internos de las organizaciones. Uno de ellos aparece con la
denominada inteligencia
colectiva. ¿Pero qué es?
Parece un término nuevo, pero no lo es. Para el escritor estadounidense Howard
Bloom, la evolución de la inteligencia colectiva comenzó hace 3.500 millones de
años y muestra cómo una inteligencia de multi especies ha funcionado desde el
comienzo de la vida, en el planeta Tierra.
Para definirla, se parte del concepto de inteligencia de enjambre: una rama de la Inteligencia artificial, basada en el comportamiento colectivo de aquellos sistemas descentralizados y auto organizados, constituidos por agentes simples, que interactúan entre ellos y su ambiente, siguen reglas simples y dichas interacciones conducen hacia la conformación de un comportamiento global complejo.
Hoy, el concepto se lo considera como una forma de inteligencia, que surge de la colaboración y el concurso de individuos o seres vivos de una misma especie. Un término generalizado de la cibercultura o la sociedad del conocimiento.
Web 2.0
El concepto de inteligencia colectiva se generó con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, especialmente, con Internet. Con el surgimiento de la Web 2.0, aparecieron nuevas formas de relacionarse y los consumidores también pasaron a ser creadores, por la gran facilidad para aportar información.
Aparece la ampliación del saber, donde todos puedan aportar algo que haga crecer la inteligencia colectiva, ampliar los puntos de vista y no quedarse sólo con el aporte de los profesionales. Al mismo tiempo esta inteligencia se mantiene en constante revisión por los mismos consumidores, que van actualizando la información, ampliándola y corrigiéndola. El ejemplo más claro es Wikipedia.
Frente a este nuevo panorama, surge la pregunta ¿actualmente, la información es poder? En muchos de los entornos organizacionales actuales, prevalece este viejo lema, así como muchos conocimientos valiosos se guardan celosamente para explotarlos a conveniencia individual.
Esta movida social, generada por la tecnología, causa nuevas tendencias que toman el concepto de inteligencia colectiva y se traducen en distintas acciones. Por ejemplo, los smart mobs y el crowsourcing
Los smart mobs, flash mobs o mobs son una forma de organización social que nace y se estructura a través de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, que muestran otra versión sobre la información y el poder.
El término fue acuñado por Howard Rheingold, para quien los smart mobs son indicador de la evolución de las tecnologías de comunicación y estas son las que otorgan poderes a las personas. En la lista incluye a Internet, chat, blogs, y páginas de contenido colaborativo así como, también, dispositivos de comunicación inalámbrica como teléfonos móviles donde las personas organizan y comparten la información. Estos grupos, contrariamente a la usual connotación de muchedumbre se comportan de manera inteligente o eficiente debido al crecimiento exponencial de enlaces en la red. Estos enlaces permiten a las personas conectarse entre si y con la información permitiendo que se forme una coordinación social.
Por su parte, el crowdsourcing, del inglés crowd (multitud) y outsourcing (externalización), consiste en delegar tareas que tradicionalmente realizaba un empleado o contratista hacia un grupo numeroso de personas o una comunidad mediante una convocatoria abierta. El concepto de crowdsourcing depende de que sea una convocatoria abierta a un grupo indeterminado de personas, reúna aquellos más aptos para ejercer las tareas, con el objetivo de responder ante problemas complejos y contribuir aportando las ideas frescas y relevantes.
La inteligencia colectiva impone un modelo de horizontalidad, donde todos pueden colaborar. Sin embargo, las organizaciones son y tienen, tradicionalmente, estructuras verticalistas, donde el saber está en pocas manos.
¿Cómo se podrá resolver esta asimetría? ¿Están preparadas las empresas para iniciar el cambio? Steve Jobs, alguna vez, profetizó esta tendencia, al declarar No tiene sentido contratar a personas inteligentes y, después, decirles lo que tienen que hacer. Nosotros contratamos a personas inteligentes para que nos digan qué tenemos que hacer.
Para definirla, se parte del concepto de inteligencia de enjambre: una rama de la Inteligencia artificial, basada en el comportamiento colectivo de aquellos sistemas descentralizados y auto organizados, constituidos por agentes simples, que interactúan entre ellos y su ambiente, siguen reglas simples y dichas interacciones conducen hacia la conformación de un comportamiento global complejo.
Hoy, el concepto se lo considera como una forma de inteligencia, que surge de la colaboración y el concurso de individuos o seres vivos de una misma especie. Un término generalizado de la cibercultura o la sociedad del conocimiento.
Web 2.0
El concepto de inteligencia colectiva se generó con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, especialmente, con Internet. Con el surgimiento de la Web 2.0, aparecieron nuevas formas de relacionarse y los consumidores también pasaron a ser creadores, por la gran facilidad para aportar información.
Aparece la ampliación del saber, donde todos puedan aportar algo que haga crecer la inteligencia colectiva, ampliar los puntos de vista y no quedarse sólo con el aporte de los profesionales. Al mismo tiempo esta inteligencia se mantiene en constante revisión por los mismos consumidores, que van actualizando la información, ampliándola y corrigiéndola. El ejemplo más claro es Wikipedia.
Frente a este nuevo panorama, surge la pregunta ¿actualmente, la información es poder? En muchos de los entornos organizacionales actuales, prevalece este viejo lema, así como muchos conocimientos valiosos se guardan celosamente para explotarlos a conveniencia individual.
Esta movida social, generada por la tecnología, causa nuevas tendencias que toman el concepto de inteligencia colectiva y se traducen en distintas acciones. Por ejemplo, los smart mobs y el crowsourcing
Los smart mobs, flash mobs o mobs son una forma de organización social que nace y se estructura a través de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, que muestran otra versión sobre la información y el poder.
El término fue acuñado por Howard Rheingold, para quien los smart mobs son indicador de la evolución de las tecnologías de comunicación y estas son las que otorgan poderes a las personas. En la lista incluye a Internet, chat, blogs, y páginas de contenido colaborativo así como, también, dispositivos de comunicación inalámbrica como teléfonos móviles donde las personas organizan y comparten la información. Estos grupos, contrariamente a la usual connotación de muchedumbre se comportan de manera inteligente o eficiente debido al crecimiento exponencial de enlaces en la red. Estos enlaces permiten a las personas conectarse entre si y con la información permitiendo que se forme una coordinación social.
Por su parte, el crowdsourcing, del inglés crowd (multitud) y outsourcing (externalización), consiste en delegar tareas que tradicionalmente realizaba un empleado o contratista hacia un grupo numeroso de personas o una comunidad mediante una convocatoria abierta. El concepto de crowdsourcing depende de que sea una convocatoria abierta a un grupo indeterminado de personas, reúna aquellos más aptos para ejercer las tareas, con el objetivo de responder ante problemas complejos y contribuir aportando las ideas frescas y relevantes.
La inteligencia colectiva impone un modelo de horizontalidad, donde todos pueden colaborar. Sin embargo, las organizaciones son y tienen, tradicionalmente, estructuras verticalistas, donde el saber está en pocas manos.
¿Cómo se podrá resolver esta asimetría? ¿Están preparadas las empresas para iniciar el cambio? Steve Jobs, alguna vez, profetizó esta tendencia, al declarar No tiene sentido contratar a personas inteligentes y, después, decirles lo que tienen que hacer. Nosotros contratamos a personas inteligentes para que nos digan qué tenemos que hacer.
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