Un grupo de científicos ha definido cinco «Grandes Retos» que la comunidad científica debe superar si pretende ayudar al mundo a avanzar por la senda del desarrollo sostenible. Estos retos en conjunto plantean la complicada cuestión de cómo solucionar los problemas medioambientales del planeta y atender, al mismo tiempo, las necesidades de la población en cuanto al suministro de alimentos, agua, energía y seguridad.
En la revista Science se ha publicado un artículo que ofrece detalles sobre dichos Grandes Retos, definidos a raíz de una consulta organizada por el Consejo Internacional para la Ciencia (ICSU) y el Consejo Internacional de Ciencias Sociales (ISSC).
Según los autores del artículo publicado en Science, el mundo tiene dos grandes necesidades: por un lado, diseñar estrategias para afrontar el cambio global y cumplir los objetivos de desarrollo y, por otro, ampliar el conocimiento sobre el funcionamiento del sistema terrestre y sus «umbrales críticos».
Y añaden: «Para impulsar un desarrollo sostenible es necesario investigar una amplia gama de cuestiones de índole social, económica, cultural, institucional y medioambiental.» Con el fin de arrojar luz sobre los obstáculos al desarrollo sostenible, el ICSU y el ISSC recabaron las opiniones de científicos jóvenes y experimentados de todo el mundo dedicados a las ciencias naturales y sociales. También consultaron a usuarios de los hallazgos logrados por la investigación.
Los cinco Grandes Retos definidos en este trabajo se ajustan a cuatro criterios, a saber, importancia científica; necesidad de coordinación global; relevancia para las autoridades; y efecto de palanca (es decir, que abarcaran múltiples problemas).
El primer gran reto es la capacidad de previsión. La comunidad científica debe mejorar su capacidad para anticipar las repercusiones de las acciones humanas sobre distintos aspectos del sistema climático, tanto a escala regional y global como en distintas escalas temporales. Asimismo, es necesario investigar para calcular los impactos de los cambios medioambientales en la economía, el suministro de alimentos y agua, la salud, la diversidad y la seguridad energética.
El segundo gran reto es la necesidad de mejorar los sistemas de observación empleados para evaluar el cambio medioambiental y tomar medidas al respecto. En especial, los autores lamentan que rara vez se recaben datos sobre economía y ciencias sociales en las escalas adecuadas para que la comunidad científica pueda examinar las relaciones existentes entre los sistemas sociales y naturales. En su opinión, este hecho «socava la capacidad de las autoridades y de la opinión pública para articular las respuestas convenientes a las amenazas surgidas y para atender las necesidades de los colectivos vulnerables».
«Determinar la forma de anticipar, evitar y sobrellevar cambios ambientales globales con efectos perjudiciales» es el tercer gran reto. En este punto es fundamental ser capaz de identificar puntos de inflexión en el sistema de la Tierra, es decir, circunstancias tras las que los cambios son irreversibles.
El cuarto gran reto insta a la comunidad científica a «determinar cambios institucionales, económicos y de los comportamientos que permitan tomar medidas eficaces para avanzar hacia la sostenibilidad global», lo cual exigirá una mayor integración entre las ciencias sociales y biofísicas. Los autores especifican que «debemos comprender cómo realizar una gobernanza medioambiental más eficaz en tiempos de deterioro de la confianza en las formas tradicionales de gobernanza».
Por último, el quinto gran reto pone de relieve la necesidad de innovación en la actividad tecnológica, política y social encaminada a alcanzar la sostenibilidad global.
«Estos Grandes Retos conforman una lista consensuada de las mayores prioridades para la investigación sobre el sistema de la Tierra y constituyen un marco general para la ciencia. Si nosotros, la comunidad científica, conseguimos solucionarlos en el transcurso de la próxima década, habremos eliminado obstáculos cruciales que impiden el progreso hacia el desarrollo sostenible», declaró el primer firmante del artículo de Science, el Dr. Walt Reid de la Fundación David and Lucile Packard (Estados Unidos).
«Para superar estos Grandes Retos habrá que ampliar la capacidad investigadora, sobre todo con la implicación de científicos jóvenes y de países en vías de desarrollo, y también habrá que alcanzar una mezcla equilibrada de investigación disciplinaria e interdisciplinaria en la que participen activamente las autoridades y todos los interesados», añadió.
El próximo objetivo estriba en concertar un sistema internacional de financiación que permita abordar los grandes retos definidos. De esto se ocupa ya el Foro de Belmont, un grupo internacional de organizaciones financiadoras de la investigación sobre el cambio global. En él participan la Dirección General de Investigación de la Comisión Europea y muchas otras organizaciones nacionales de financiación.
Fuente: Comisión Europea Cordis
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